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Cómo diferenciar el ardor de estómago de algo más grave (y cuándo acudir a tu médico)
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¿ACIDEZ O REFLUJO?

Cómo diferenciar el ardor de estómago de algo más grave (y cuándo acudir a tu médico)

Quien más, quien menos, todos hemos sufrido acidez estomacal alguna vez. La cuestión es que si se repite demasiado, quizá ya no estemos ante un "simple" ardor de estómago

Foto: La acidez estomacal es una de las dolencias digestivas más comunes. (iStock)
La acidez estomacal es una de las dolencias digestivas más comunes. (iStock)

Aunque mucha gente asocie el ardor de estómago a las copiosas cenas navideñas, lo cierto es que esa desagradable sensación que llamamos ardor de estómago no es una dolencia exclusiva de esas fechas. De hecho, es una de las molestias digestivas más comunes entre la población. Se estima que un 30% de los españoles sufren acidez de estómago una vez al mes. Lo cual ya es un dato preocupante por sí solo. Ahora bien, aún lo es más si tenemos en cuenta que si esto se produce al menos un par de veces a la semana, podría considerarse un síntoma de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), lo cual si se cronifica puede llegar a males mayores.

La clave: ¿dónde sientes el ardor y cuántas veces?

Aunque las diferencias entre los síntomas de la acidez de estómago y la enfermedad por reflujo puedan parecer nimias, lo cierto es que son relevantes. En este sentido, el doctor José Miguel Esteban López-Jamar, especialista de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) y jefe de la Unidad de Endoscopia Digestiva del Hospital Clínico San Carlos y del Hospital Ruber Internacional, define el ardor de estómago a partir de los testimonios de sus pacientes: "Lo habitual es que las personas sientan que algo les 'quema' dentro de su abdomen". Ahora bien, el experto distingue entre dos causas principales que lo desencadenan y que están vinculadas con el lugar donde se produce esa quemazón. Así, "por un lado, se puede experimentar ardor en el estómago, debido a un exceso de ácido; y por otro lado, hay personas que sienten que ese ardor les asciende por el esófago, hacia el centro del tórax, por detrás del esternón. Eso es reflujo".

Se estima que un 30% de los españoles sufren ardor de estómago al menos una vez al mes

Por otro lado, cuando el ardor empieza a ser algo habitual, es decir, que se padece con una asiduidad por encima de una vez al mes, es el momento de consultar al especialista. Él confirmará si estamos ante un caso de enfermedad por reflujo, y en función de ello determinará el tratamiento más adecuado para controlar la sintomatología.

placeholder La sensación de quemazón a la altura del esternón es un síntoma habitual. (iStock)
La sensación de quemazón a la altura del esternón es un síntoma habitual. (iStock)

Además, "existe otra clase de síntomas de carácter respiratorio, como la tos, la carraspera o la afonía, que no suelen identificarse con el ardor o el reflujo y que, sin embargo, también pueden ser una señal de la existencia de esta dolencia", apostilla el doctor.

Alimentación, fármacos, estrés: ¿dónde está el origen?

A una persona sana, que no presenta ningún tipo de sintomatología en el sistema digestivo superior (estómago, esófago y duodeno), no debería sentarle mal ninguna comida. De hecho, si aparece la sensación de quemazón, y lo hace además con una frecuencia por encima de lo normal, lo más probable es que estemos ante una señal de que algo no va bien.

Foto: Foto: iStock.

Si esto ocurre, lo primero es identificar las causas, las cuales pueden ser muy variadas. Entre ellas, el experto destaca tres: "Una situación de estrés, una comida que nos haya podido hacer daño o una toma excesiva de antiinflamatorios o aspirina, ya que puede producir una reducción de la protección mucosa del estómago".

Otra cosa distinta es lo que ocurre en el colectivo de las mujeres embarazadas. Y es que, en su caso, es "un problema de espacio", aclara el doctor. "El embarazo está haciendo que el feto empuje el estómago para arriba y produce una sensación mayor de reflujo hacia esófago".

Además de las mujeres en estado de gestación, existe otro grupo muy concreto que son pacientes de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Se trata de las "personas cuya válvula que separa el estómago y el esófago es incompetente, es decir, con menor presión, con menos fuerza de contención; tienen una hernia de hiato. Esto hace que el contenido ácido del estómago suba para arriba produciendo síntomas". Y añade: "Estas personas, cuando son jóvenes, suelen tener la sensación de reflujo de forma puntual, y a medida que se van haciendo mayores, es mucho más frecuente".

Las comidas copiosas, el estrés o el consumo excesivo de aspirina o antiinflamatorios pueden causar ardor

Entre las diversas causas que se relacionan con la acidez, también se baraja, aunque con máxima prudencia, la participación de la microbiota en la producción excesiva de ácido. Una posibilidad que todavía no pasa de ser una vía más de investigación. "Tenemos muy pocos estudios al respecto. Ahora bien, lo que sí se puede afirmar es que si la microbiota enlentece el vaciamiento del estómago, puede favorecer que el alimento estancado produzca más ácido y aumente el reflujo o el ardor. Sin embargo -insiste-, aún no disponemos de evidencias científicas que lo confirmen".

Ni café, ni tomate frito, ni guindillas

Localizada la causa, es muy importante tomar las medidas adecuadas para aliviar los síntomas, ya que en muchos casos alteran sobremanera la calidad de vida del paciente. En este sentido, "inicialmente pautamos tratamiento médico con medicación con el fin de disminuir el ácido del estómago. Eso sí, siempre somos partidarios de intentar controlar los síntomas con la menor cantidad de medicación posible". Por otro lado, en algunas ocasiones, "tenemos que investigar la causa, y en esos casos juegan un papel muy importante los estudios con endoscopia digestiva".

placeholder El café es uno de los alimentos que favorece el ardor de estómago. (iStock)
El café es uno de los alimentos que favorece el ardor de estómago. (iStock)

Además de la medicación mencionada, escoger con un criterio eficaz los alimentos correctos para evitar el exceso de ácido y su ascenso por el esófago es clave. Según el doctor, "algunos de ellos disminuyen la presión del esfínter esofágico superior, es decir, la unión del estómago con el esófago, como son el tomate frito, el café, los alimentos picantes, el chocolate o el pimiento rojo, fundamentalmente. Además, si se trata de una persona que no va a medicarse y que tiene una válvula que ejerce poca presión, es decir, que tiene al límite su efecto barrera, comunicarle cuáles son los alimentos que van a producirle estos síntomas suele ser muy efectivo".

Además de la criba de alimentos en función de su efecto sobre el esfínter, "sabemos que el estado del paciente mejora mucho cuando pierde peso, cuando evita las comidas abundantes y al cenar dos horas antes de acostarse. También, en algunos casos, recomendamos elevar la cabecera de la cama para que la postura no favorezca la subida de los ácidos y produzca síntomas", asegura.

Del ardor puntual al cáncer de esófago

Sin el ánimo de resultar alarmistas, no está de más tener presente que "en general, si el reflujo es intenso y crónico, pueden aparecer algunas complicaciones como, por ejemplo, esofagitis. Además, los reflujos de larga duración pueden derivar en la enfermedad conocida como el esófago de Barrett", apunta el doctor. Esta afección consiste en el revestimiento plano y rosado del esófago. Este conducto, que conecta con el estómago, se daña por el reflujo ácido, lo que hace que el revestimiento se engrose y se vuelva rojo. Además, "puede llegar a derivar en cáncer de esófago", alerta Esteban.

Foto: Una sensación que puede traer más complicaciones. (iStock)

Dada la gravedad del asunto, la búsqueda y aplicación de un tratamiento adecuado adquiere una evidente prioridad. En este sentido, los antiácidos, además de cumplir con su principal objetivo, neutralizar el contenido ácido del estómago y limpiar el esófago, también sirven para valorar la necesidad de llevar a cabo un tratamiento. Tal y como explica Esteban: "Conocer su efecto nos resulta muy útil para evaluar la severidad del reflujo o el ardor del paciente. A partir del análisis de su respuesta, podemos decidir si es necesario aplicar un tratamiento que reduzca la producción de ácido desde el estómago".

Aunque mucha gente asocie el ardor de estómago a las copiosas cenas navideñas, lo cierto es que esa desagradable sensación que llamamos ardor de estómago no es una dolencia exclusiva de esas fechas. De hecho, es una de las molestias digestivas más comunes entre la población. Se estima que un 30% de los españoles sufren acidez de estómago una vez al mes. Lo cual ya es un dato preocupante por sí solo. Ahora bien, aún lo es más si tenemos en cuenta que si esto se produce al menos un par de veces a la semana, podría considerarse un síntoma de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), lo cual si se cronifica puede llegar a males mayores.

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