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¿La salud de nuestros huesos está relacionada con la de nuestro cerebro?
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SE NECESITA MÁS INVESTIGACIÓN

¿La salud de nuestros huesos está relacionada con la de nuestro cerebro?

Un estudio con más de 3.600 personas revela que la pérdida ósea comienza antes de la demencia, por lo que estaría relacionada con un mayor riesgo de sufrir problemas degenerativos

Foto: El estudio revela que la pérdida de densidad ósea comienza antes de la demencia. (iStock)
El estudio revela que la pérdida de densidad ósea comienza antes de la demencia. (iStock)

Un estudio publicado en Neurology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología, revela que las personas que tienen una densidad ósea baja pueden presentar un mayor riesgo de desarrollar demencia en comparación con aquellas en las que es mayor. La investigación no prueba que la baja densidad ósea provoque demencia, sino que solo muestra una asociación.

Según Mohammad Arfan Ikram, médico de la Universidad Erasmus de Róterdam, en Países Bajos, y autor del estudio, "la baja densidad ósea y la demencia son dos afecciones que afectan comúnmente a las personas mayores de manera simultánea, especialmente porque la pérdida ósea a menudo aumenta debido a la inactividad física y la mala nutrición durante la demencia. Sin embargo, se sabe poco sobre la pérdida ósea que ocurre en el periodo previo a la demencia. Nuestro estudio encontró que la pérdida ósea ya ocurre antes de la demencia y, por lo tanto, está relacionada con un mayor riesgo de esta".

Foto: Procesados y ultraprocesados en el supermercado. (iStock)

En la investigación participaron un total de 3.651 personas de Países Bajos, que tenían una media de 72 años y que no sufrían demencia al comienzo del estudio. Duró 11 años y, durante ese tiempo, 688 personas desarrollaron demencia, lo que supone un 19% del total.

Además, todos los participantes se enfrentaron a análisis por rayos X para identificar su densidad ósea y respondieron a varias preguntas cada 4 años, así como a exámenes físicos para escanear los huesos y a diversas pruebas para confirmar una posible demencia.

Resultados concluyentes

Esas pruebas revelaron que, después de 10 años, de las 1.211 personas que tenían la densidad ósea más baja, 90 desarrollaron demencia; sin embargo, de las 1.211 personas con la densidad ósea más alta, solo 57 fueron diagnosticadas con ella.

Por eso, después de ajustar todos los factores en cuanto a edad, sexo, educación, enfermedades previas o antecedentes de demencia en la familia, los investigadores llegaron a una conclusión: "Las personas con la densidad ósea más baja tenían un 42% más de probabilidad de desarrollar demencia, comparadas con las personas del grupo más alto".

"La pérdida ósea ya ocurre antes de la demencia y, por lo tanto, está relacionada con un mayor riesgo de esta"

Mohammad Arfan Ikram señala que "investigaciones anteriores habían encontrado que factores como la dieta y el ejercicio pueden afectar a los huesos de manera diferente, así como el riesgo de demencia. Nuestra investigación ha encontrado un vínculo entre la pérdida ósea y la demencia, pero se necesitan más estudios para comprender mejor esta conexión entre la densidad ósea y la pérdida de memoria. Es posible que la pérdida ósea ya ocurra en las primeras fases de la demencia, años antes de que se manifiesten los síntomas clínicos. Si ese fuera el caso, la pérdida ósea podría ser un indicador de riesgo de demencia y las personas con pérdida ósea podrían ser objeto de exámenes de detección y atención mejorada".

Sin embargo, el hecho de que los participantes en el estudio fueran principalmente de origen europeo y que tuvieran 70 años o más al comienzo de la investigación limitaría los hallazgos. Por eso, el autor del estudio asegura que se necesita más investigación con personas de diferentes razas y etnias, así como con grupos de edad más jóvenes.

Un estudio publicado en Neurology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología, revela que las personas que tienen una densidad ósea baja pueden presentar un mayor riesgo de desarrollar demencia en comparación con aquellas en las que es mayor. La investigación no prueba que la baja densidad ósea provoque demencia, sino que solo muestra una asociación.

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