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La ciencia examina el mejor tratamiento para el lumbago y la conclusión sorprende
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Informe en 'BMJ'

La ciencia examina el mejor tratamiento para el lumbago y la conclusión sorprende

Saber qué fármacos alivian más este frecuente dolor es una cuestión que tiene décadas de investigación a sus espaldas. Un nuevo análisis ha puesto bajo la lupa 70 terapias diferentes

Foto: La mayoría de las personas tendrá lumbago a lo largo de su vida. (iStock)
La mayoría de las personas tendrá lumbago a lo largo de su vida. (iStock)

Quien nunca haya tenido dolor en la parte baja de la espalda, o se haya sentido como una alcayata (doblado hacia adelante, incapaz de alcanzar una posición erecta), se puede considerar un ser privilegiado, porque el lumbago es uno de los problemas de salud más frecuentes, tanto que el 85% de la población lo sufrirá en algún momento de su vida y es la principal causa de baja laboral en personas de menos de 50 años, informa la Sociedad Española de Reumatología (SER), una situación que se repite en la mayoría de países desarrollados.

Foto: Foto: iStock.

Algunos expertos advierten de que el teletrabajo –con malas posturas y escasa movilidad– y la falta de ejercicio pueden llevar a un aumento de casos, pero lo cierto es que es una vieja conocida dolencia y todos sabemos (aunque no sea en carne propia) el alivio que proporciona aplicar calor local en la espalda o tomar un antiinflamatorio, un analgésico, incluso un relajante muscular. Ahora bien, ¿son medidas realmente eficaces? ¿Y seguras?

60 años de estudios

Desde hace décadas, los investigadores se emplean a fondo para saber el alcance de los diferentes tratamientos para el lumbago agudo inespecífico, ese en el que no se puede establecer su causa, sin llegar a una conclusión firme. Es cierto que las recomendaciones para la fase aguda han cambiado, y lo más llamativo es que, al contrario de lo que se decía en el pasado, el reposo está desaconsejado (como mucho, dos días) y se promueve la actividad física suave. Salvo esto, todavía falta tener una evidencia alta sobre la efectividad y la seguridad de los analgésicos de uso común –antiinflamatorios no esteroideos, paracetamol, opioides, antidepresivos, relajantes musculares, corticoides y anticonvulsivos– para los episodios breves (menos de tres semanas) de dolor lumbar.

placeholder Permanecer en la cama por lumbago está desaconsejado. (iStock)
Permanecer en la cama por lumbago está desaconsejado. (iStock)

Este es el punto de partida de un gran metaanálisis que han llevado a cabo investigadores de Australia, Reino Unido, Alemania y Canadá, y que se ha publicado en el British Medical Journal (BMJ). Los autores han analizado los resultados de 98 ensayos controlados publicados entre los años 1964 y 2021, que incluyen a 15.134 personas y 69 tratamientos farmacológicos (42 fármacos solos, 27 combinaciones de medicamentos y placebo). Los principales puntos de interés han sido la intensidad del dolor lumbar al final del tratamiento (en una escala de 0 a 100 puntos) y la seguridad (número de participantes que informaron cualquier evento adverso durante el tratamiento).

Eficacia y seguridad

Entre los resultados, los investigadores han comprobado que hay poca evidencia de que los anticonvulsivos sean mejores que los opioides débiles para reducir la intensidad del dolor, y en otros casos, el alivio que proporcionan los fármacos no es mayor al que ofrece el placebo. Así, han visto que hay poca confianza en que el tratamiento con un relajante muscular (tolperisona), un fármaco antiinflamatorio (aceclofenaco) más un relajante muscular (tizanidina) y el fármaco anticonvulsivo pregabalina mejoren el dolor 25 puntos en comparación con un placebo.

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Otras moléculas tan conocidas como ketoprofeno tampoco han demostrado en los estudios grandes mejorías, como también han sido discretos los resultados antiálgicos del ibuprofeno y el paracetamol.

En cuanto a la seguridad, sí han detectado más efectos adversos (sobre todo de tipo gastrointestinal) en los tratamientos con AINE y opiáceos fuertes que con el paracetamol. También hay evidencia moderada de que paracetamol más tramadol de liberación sostenida provoca más náuseas, vómitos y somnolencia que el placebo.

¿Qué hay de nuevo?

Por todo, los autores dictaminan: “A pesar de casi 60 años de investigación con más de 15 000 pacientes, la evidencia de alta calidad para guiar las decisiones clínicas sobre medicamentos analgésicos para el dolor lumbar agudo inespecífico sigue siendo limitada. De manera similar, la evidencia del análisis secundario de las clases de medicamentos tuvo un nivel de confianza bajo”.

"Se recomienda a los médicos y pacientes que adopten un enfoque cauteloso en el uso de medicamentos analgésicos"

Dicho claramente: los estudios no ofrecen resultados sólidos, así es que este nuevo trabajo no disipa las dudas que se vienen arrastrando durante décadas sobre qué tratamientos son mejores y más seguros para el lumbago. Así es que, de forma velada, dan un tirón de orejas a la calidad de los trabajos que se publican sobre este tema al señalar que “no se necesitan más revisiones hasta que se publiquen estudios de alta calidad“.

Por todo, concluyen: “Se recomienda a los médicos y pacientes que adopten un enfoque cauteloso en el uso de medicamentos analgésicos”.

¿Tomar fármacos o no?

La conclusión es desconcertante para cualquiera que no conozca bien el tema. ¿Quiere decir que los medicamentos para el lumbago no hacen nada? ¿No está confirmada su eficacia? El neurocirujano Pablo Clavel, fundador de Instituto Clavel, califica el metaanálisis de BMJ como “interesante” y la conclusión de que “la evidencia baja o muy baja de que los analgésicos sean mejores que el placebo para tratar los dolores lumbares tiene una explicación”.

placeholder El neurocirujano Pablo Clavel insiste en el uso racional de los medicamentos. (Instituto Clavel)
El neurocirujano Pablo Clavel insiste en el uso racional de los medicamentos. (Instituto Clavel)

Según explica a El Confidencial, “el primer punto importante es conocer que no solo interesa que sean muchos estudios los que se han examinado, sino cuál ha sido la metodología empleada por esos trabajos” (es decir, su calidad). El segundo aspecto relevante es que “decir que la evidencia es baja o muy baja no quiere decir que sea cero, sino que algo de evidencia hay en que los analgésicos son superiores al placebo en el tratamiento del dolor lumbar”.

Por último, Clavel opina que “el hecho de que no haya evidencia, o de que sea baja, no quiere decir que el tratamiento no funcione”, una afirmación que argumenta con el siguiente ejemplo: “No hay evidencia de que tirarse en paracaídas salve la vida del paracaidista porque nadie ha hecho un estudio de tirarse sin paracaídas contra tirarse con paracaídas. Eso no quiere decir que no hay evidencia de que el paracaídas salve la vida del paracaidista; sin embargo, todos estaríamos de acuerdo en que el paracaídas, si se pone, salva la vida del paracaidista”.

"El estudio llama la atención sobre el hecho de que los fármacos se tienen que utilizar con cautela y bien indicados"

Decir que la evidencia de los estudios sobre los tratamientos para el lumbago sea baja “no es lo mismo que decir, basándonos en un estudio retrospectivo, que los medicamentos no son útiles para el tratamiento del dolor lumbar agudo”, y defiende que lo que hace este último trabajo es “llamar la atención sobre el hecho de que los medicamentos se tienen que utilizar de forma cautelosa y bien indicados. Ahí estamos todos de acuerdo, pero eso no quiere decir que no sean efectivos para disminuir el dolor”, subraya el neurocirujano.

Cóctel terapéutico

Entonces, ¿qué debemos hacer cuando nos atenaza el lumbago? Pablo Clavel describe un ‘cóctel’ terapéutico que incluye más cosas que medicamentos (“con un uso racional”):

  • Tiempo de evolución: “Con los días va a disminuir el proceso de inflamación y en consecuencia el dolor”.
  • Calor.
  • Reposo moderado.
  • Fisioterapia.

Por cierto, el estudio también recuerda estas medidas no farmacológicas. En sus conclusiones, los autores deslizan que, de alguna manera, la falta de evidencia observada para los medicamentos se repite para remedios tan habituales como calor superficial, masaje, terapia manual y acupuntura, según otro estudio publicado en Bristish Journal of Sports Medicine de 46 ensayos aleatorios controlados que compararon intervenciones farmacológicas y no farmacológicas para el lumbago.

¿Qué queda claro? Que ante un lumbago, el médico será quien decida que es lo que más alivia... y paciencia.

Quien nunca haya tenido dolor en la parte baja de la espalda, o se haya sentido como una alcayata (doblado hacia adelante, incapaz de alcanzar una posición erecta), se puede considerar un ser privilegiado, porque el lumbago es uno de los problemas de salud más frecuentes, tanto que el 85% de la población lo sufrirá en algún momento de su vida y es la principal causa de baja laboral en personas de menos de 50 años, informa la Sociedad Española de Reumatología (SER), una situación que se repite en la mayoría de países desarrollados.

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