La inesperada consecuencia de dormir menos de 6 horas al día
¿Estás enfermo muy a menudo? ¿Cuánto duermes? Un nuevo estudio de la Universidad de Bergen expone una posible nueva ventaja de una buena noche de sueño
Parece que una buena noche de sueño no es solo reconfortante para nuestra mente y cuerpo. Ahora hay nuevas evidencias que también asocian dormir bien y lo suficiente con estar menos inclinados a contraer infecciones; por lo tanto, hay mayor riesgo de padecerlas durmiendo seis o menos horas al día.
Un equipo de científicos de la Universidad de Bergen (Noruega) reclutó a un gran grupo de estudiantes de medicina que trabajaban en consultorios médicos entregando cuestionarios breves a los pacientes, preguntándoles sobre la calidad del sueño y las infecciones recientes. En total, los investigadores preguntaron a 1.848 personas en cirugías de médicos de cabecera cuánto dormían en promedio cada noche (también cuándo dormían y si consideraban que su sueño era de buena calidad). Luego preguntaron si habían sufrido una infección respiratoria como un resfriado o un virus estomacal, una infección del tracto urinario (ITU), una infección en la piel o en los ojos u otro tipo de infección en los tres meses anteriores. Y si habían tomado alguna clase de antibiótico en este periodo.
"La mayoría de los estudios observacionales anteriores han analizado la asociación entre el sueño y la infección en una muestra de la población general", comentó Ingeborg Forthun, del Departamento de Salud Pública Global y Atención Primaria de la Universidad de Bergen y coautora del estudio que recoge la revista Frontiers in Psychiatry. “Queríamos evaluar esta asociación entre los pacientes de atención primaria, donde sabemos que la prevalencia de problemas de sueño es mucho mayor que en la población en general”, añadió.
Descubrieron que la restricción del sueño en los participantes (es decir, dormir menos de seis horas por noche cada día) disminuyó su respuesta de anticuerpos a la vacuna contra la influenza, lo que llevó a aproximadamente la mitad de los niveles de anticuerpos observados en los controles 10 días después de la inoculación. Así, aquellos que habían respondido dormir menos de 6 horas de media tenían un 27% más de probabilidades de informar de una infección.
Tampoco es bueno dormir de más
Estos resultados también se repitieron con aquellos que habían dormido más de 9 horas al día, concluyendo que los que dormían muy poco o en exceso tenían más probabilidades de comunicar una infección reciente, y los pacientes que experimentaron problemas crónicos del sueño tenían más probabilidades necesitar antibióticos. Así, aquellos que en el cuestionario promediaban haber dormido más de 9 horas diarias tenían un 44% más de probabilidades de tener una infección en comparación con los que dormían de 7 a 8 horas.
“Dormir lo suficiente permite que el cuerpo descanse. Hay muchas otras formas en que dormir mal podría aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular, incluso al aumentar la inflamación y aumentar la presión sanguínea”, comentan los investigadores.
Si bien la duración del sueño afectó al riesgo de infección, los investigadores no encontraron ningún vínculo entre este riesgo y cuándo una persona disfrutaba de su sueño.
“A medida que las personas envejecen, sus hábitos de sueño y la estructura del sueño cambian. Sin embargo, se recomienda dormir de 7 a 8 horas por noche, ya que las duraciones de sueño por encima o por debajo de esto se han asociado anteriormente con enfermedades crónicas individuales. Nuestros hallazgos muestran que la corta duración del sueño también se asocia con multimorbilidad”, dicen los expertos.
"Nuestros hallazgos muestran que la corta duración del sueño también se asocia con multimorbilidad"
Limitaciones del estudio
Hay cierta evidencia que sugiere que dormir muy poco hace que el sistema inmunitario sea menos capaz de combatir una infección, pero se necesita más investigación. Si bien se sabe que los individuos responden de formas distintas a la vacunación según la edad, sexo, condiciones médicas y otros factores que no se pueden modificar fácilmente, realizar un cambio de comportamiento en el sueño, algo que podemos ajustar con tranquilidad, podría mejorar la respuesta de nuestro cuerpo y no solo fortalecer, sino también extender la respuesta de las vacunas, a tenor de estos resultados.
El estudio tiene ciertas limitaciones ya que, ante todo, se basa en conclusiones extraídas de resultados autoinformados sobre el sueño, que probablemente estén sujetos a un sesgo de notificación.
Los investigadores esperan que el estudio inspire más análisis y experimentos sobre este fenómeno para aclarar los efectos del sueño en las infecciones, así como para comprender mejor cómo las diferentes vacunas pueden verse afectadas por la duración del sueño y cómo se puede optimizar este para promover una mejor respuesta a las vacunas.
Parece que una buena noche de sueño no es solo reconfortante para nuestra mente y cuerpo. Ahora hay nuevas evidencias que también asocian dormir bien y lo suficiente con estar menos inclinados a contraer infecciones; por lo tanto, hay mayor riesgo de padecerlas durmiendo seis o menos horas al día.