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Las enfermedades de la aorta y sus devastadoras consecuencias
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¿Qué me pasa, doctor?

Las enfermedades de la aorta y sus devastadoras consecuencias

Es la arteria principal de nuestro cuerpo y es la encargada de nutrir de sangre a los órganos. Pero puede presentar fugas o roturas que requieren atención urgente; de lo contrario, son potencialmente mortales

Foto: CTA de la aorta abdominal. (iStock)
CTA de la aorta abdominal. (iStock)

"Doctor, tengo la vena aorta dilatada", anuncian a veces los que vienen a operarse de la [arteria] aorta. No me acostumbro a las dificultades de algunos con la anatomía básica del cuerpo. Son los que creen que, en las películas, el que se suicida en la bañera se ha cortado las venas o que los vampiros te muerden la yugular para chupar la sangre. En general, a cada arteria del cuerpo le acompaña una vena, pero no es siempre regla y puede generar confusión. En el caso que nos ocupa, aorta solo hay una y es una arteria como la copa de un pino. La más importante.

La [arteria] aorta es la cañería fundamental de esa metrópoli llamada cuerpo. La tienen los humanos, pero también otros mamíferos, aves, reptiles (incluso los vampiros), y su funcionalidad es la misma: distribuir la sangre que nutre al resto de los órganos, tal y como se hace con el agua potable en las ciudades que habitamos. Tiene forma de cayado y se diferencian, grosso modo, tres partes. La más cercana al corazón, denominada aorta ascendente, la zona intermedia o cayado aórtico (de donde nacen las arterias que van a los brazos y a la cabeza) y la aorta descendente, que distribuye la sangre al resto del cuerpo. Si hay un problema con la aorta, los resultados son devastadores: terribles fugas o desabastecimientos de la red interna que pueden acabar en la muerte de los órganos afectados.

El aneurisma de aorta no suele generar molestias, pero muchas veces acaba en intervención para evitar rotura y fallecimiento

La aorta puede sufrir dos problemas graves. Uno de ellos es lo que denominamos aneurisma. Según la RAE, es una "dilatación patológica y localizada de un vaso sanguíneo o del corazón, por debilitamiento de sus paredes". Es una acepción acertada, puesto que cuanto más dilatada, más se adelgaza la pared y más riesgo de rotura. El aneurisma es más frecuente en varones y se diagnostica a razón de veinte al año en una población de 100.000 habitantes, generalmente por casualidad. No suele generar molestias, pero muchas veces acaba en intervención para evitar rotura y fallecimiento por hemorragia interna. ¿Cuál es el tamaño límite, doctor? Pues depende de la zona en la que se encuentre. Debemos considerar seriamente la intervención cuando el diámetro es superior a 5 centímetros (con menos calibre, incluso, en personas con otras enfermedades que se asocian a las de la aorta), y alrededor de 6 centímetros en la aorta descendente.

Disección de aorta

Hay otra enfermedad más grave que requiere de un diagnóstico rápido y una intervención emergente: la disección de la aorta. En 2003, el actor John Ritter, conocido por su papel en la serie de los setenta Apartamento para tres, se encontraba ensayando una sitcom cuando notó un fuerte dolor en el pecho. En el hospital se le diagnosticó erróneamente un infarto cuando, en realidad, presentaba una disección de aorta. Falleció esa misma noche. Su viuda, la actriz Amy Yasbeck, creó la Fundación Ritter y describió las Reglas de Ritter en su memoria, con el fin de concienciar a la población sobre la importancia de prevenir, reconocer y actuar en el caso de que exista una disección de aorta.

placeholder Formación de aneurisma en aorta abdominal. (iStock)
Formación de aneurisma en aorta abdominal. (iStock)

¿Cómo se produce una disección? Las paredes de la aorta (y en general todas las arterias) tienen tres capas. A veces, se rompe la más interna y la sangre se cuela por ahí, por donde no debe, y despega las otras capas en sentido longitudinal (como lo hacen las de una cebolla) creando un nuevo recorrido paralelo al verdadero, es decir, una falsa vía. Es una rotura contenida y, como tal, puede producir una hemorragia letal en cualquier momento. Pero, ¡ojo!, esa falsa vía por donde va ahora la sangre puede empujar la luz verdadera y llegar a ocluirla. En ese caso, la distribución de fluido por el cuerpo se interrumpe y se produce daño en órganos vitales, como por ejemplo el cerebro.

Foto: Identifican el grupo sanguíneo de mayor riesgo de ictus antes de los 60. (iStock)

¿Y cómo sé si me estoy disecando? El dolor de disección de aorta es muy característico: en el centro del pecho, agudo e intenso (como si fuera un vampiro y me estuvieran ensartando una estaca) y con sensación de muerte inminente. Pero, ¡cuidado!, en medicina no todo es siempre blanco o negro y los síntomas pueden variar. Como ya llevo en esto más años que kilos de churros vende el quiosco de la puerta del hospital, siempre enseño a los médicos más jóvenes que deben incluir la disección en el diagnóstico diferencial de los pacientes que acuden con dolor en el pecho, para evitar más Ritters. Y ustedes, queridos lectores, a la primera duda me hacen el favor de enfilar el camino a urgencias. No vaya a ser qué.

Al hospital, ya

¿Qué pasa si tengo un aneurisma o una disección y uno de ellos se rompe? Pues que la muerte puede sobrevenirme, en especial si el problema aparece en la aorta ascendente. Como se sitúa dentro de la bolsa que cubre el corazón (el pericardio), cualquier fuga ahí dentro producirá que se llene de sangre a presión y que impida la normal contracción de mi corazón, hasta hacer que pare de latir. En estos casos, la única opción es evacuarlo ipso facto, circunstancia que es difícil que me lo hagan fuera de un recinto hospitalario. En una rotura localizada en otra parte de la aorta, el riesgo de muerte existe, pero las consecuencias pueden ser menos dramáticas y quizás llegue al hospital aún con vida.

placeholder La rotura de un aneurisma exige el traslado urgente del paciente al hospital. (iStock)
La rotura de un aneurisma exige el traslado urgente del paciente al hospital. (iStock)

¿Cómo tratamos en el hospital los aneurismas o las disecciones? En general, el aneurisma se opera de manera programada, pero una disección es una emergencia que requiere de cirugía en cuanto el paciente llegue al hospital, sea la hora que sea. En ambos casos, sin entrar en grandes detalles técnicos, sustituiremos la zona de la cañería dañada por una prótesis tubular que coseremos en el segmento correspondiente. Es fontanería, pero de la fina, y al igual que la de nuestros domicilios, todos los empalmes han de quedar herméticos.

Desmontando mitos

Volviendo al principio, he de confesarles que los que se cortan las muñecas fallecen por hemorragia arterial y no venosa, debido a la sección de las arterias radial y/o cubital (pero un buen corte; nada de cursilerías). Por otro lado, los vampiros no muerden la [vena] yugular, sino la [arteria] carótida (o eso les recomiendo para que puedan conseguir un buen flujo). No digo que un vampiro sacie su ansia chupando una vena, o que cortando venas no acabes muriendo desangrado, pero las posibilidades de llegar vivo al hospital son mayores con una hemorragia venosa que con una arterial.

"Quentin, haz el favor: una hemorragia venosa es insidiosa y una arterial pulsátil y lo tuyo muy espectacular, pero nada fisiológico"

Acuérdense del Dr. Lecter en Hannibal, cuando le secciona la [arteria] femoral a uno con intenciones aviesas que se le cruza en una calle oscura de Florencia. En tres minutos, uno menos. Nada que ver con la escena de lucha entre Uma Thurman y los 88 maniacos de Kill Bill, en donde los personajes sangran en un grotesco "riego por aspersión". Pero vamos a ver, Quentin, haz el favor: una hemorragia venosa es insidiosa y una arterial, pulsátil y lo tuyo muy espectacular, pero nada fisiológico (dicen que se gastaron 1.700 litros de sangre falsa en el rodaje). Como para que nosotros no usemos a veces en quirófano la expresión "parece una película de Tarantino", imagínense en qué situaciones.

En definitiva, sea cine o vida real, recomendamos a nuestros lectores que mantengan la sangre dentro de su cuerpo. Si tienen un dolor sospechoso, acudan a urgencias. Y si se encuentran ante una hemorragia, hay que comprimir y pedir ayuda. Nada de torniquetes heroicos estilo John Wayne que no se recomiendan en manos profanas.

Que se mejoren.

"Doctor, tengo la vena aorta dilatada", anuncian a veces los que vienen a operarse de la [arteria] aorta. No me acostumbro a las dificultades de algunos con la anatomía básica del cuerpo. Son los que creen que, en las películas, el que se suicida en la bañera se ha cortado las venas o que los vampiros te muerden la yugular para chupar la sangre. En general, a cada arteria del cuerpo le acompaña una vena, pero no es siempre regla y puede generar confusión. En el caso que nos ocupa, aorta solo hay una y es una arteria como la copa de un pino. La más importante.

Salud
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