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Hablar a través de la música: la terapia que ayuda a las personas con asperger
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Día de la concienciación del autismo

Hablar a través de la música: la terapia que ayuda a las personas con asperger

La musicoterapia es una disciplina que utiliza el ritmo, la melodía, la armonía y el silencio con finalidades terapéuticas. Así actúa, según los afectados y los terapeutas

Foto: Musicoterapia para niños con síndrome de Asperger. (Pexels)
Musicoterapia para niños con síndrome de Asperger. (Pexels)

En España, uno de cada cien bebés nace con un trastorno del espectro autista (TEA), una condición que altera la manera en la que una persona se comunica e interactúa con los demás. Gema es una de esas madres que convive cada día con el autismo. A su hijo, Luis, le diagnosticaron síndrome de Asperger, incluido dentro del TEA, con cinco años.

Todo comenzó cuando cumplió tres. "Veía que se comportaba diferente a sus hermanos. Le asustaba que cantaran el cumpleaños feliz, no dibujaba y se agobiaba en situaciones en las que había más de diez personas juntas. Ahí empecé a sospechar que algo pasaba", confiesa Gema. Y así continuó la situación de una madre en busca de un diagnóstico para su hijo, que llegó dos años más tarde.

Foto: Foto: Reuters.

Cuando, por fin, tenía la respuesta, empezó a buscar información sobre este trastorno y dio con la Asociación de Asperger de Madrid, donde le aconsejaron que Luis probara las clases de musicoterapia.

Desde hace años, el encargado de dar esta materia en el centro es Miguel Rubio, musicoterapeuta y compositor. "Una de las mayores dificultades para estas personas es establecer relaciones sociales. Con estas clases trabajamos con la música, los sonidos, los ritmos y los silencios para darles herramientas y que puedan superar los obstáculos", asegura el experto.

placeholder Una clase de musicoterapia en la Asociación de Asperger de Madrid. (Cedida)
Una clase de musicoterapia en la Asociación de Asperger de Madrid. (Cedida)

En realidad, entre los propósitos de la terapia destacan la estimulación de la comunicación, el desarrollo de las capacidades cognitivas, la mejora de las habilidades motrices o el fomento de la interacción social. "Siempre intento comenzar con comunicación no verbal para que expresen a través de los instrumentos", cuenta Miguel.

De hecho, Gema ha podido comprobar en primera persona la mejora de su hijo a lo largo de los casi siete años que Luis practica la musicoterapia. "Ahora es capaz de mostrar los sentimientos cuando antes su reacción era bloquearse y llorar, no había manera de sacarle de esa situación", comenta esta orgullosa madre.

Además, asegura que, a sus 12 años, el niño puede aguantar las aglomeraciones, la música un poco más alta de lo normal y cuando tiene un cumpleaños ya no se estresa, aunque a veces necesite su espacio. "Es su válvula de escape, los viernes entra a la clase con una energía y sale con otra mejorada", finaliza Gema.

Para todas las edades

El musicoterapeuta recalca también que estas sesiones están recomendadas a partir de los tres años, pero no hay una edad límite para acudir a ellas.

Por sus manos han pasado todo tipo de perfiles. Recuerda con especial cariño cómo ayudó a un chico de unos 27 años a incorporarse al mundo laboral, aspecto que en general es complicado debido a la "poca constancia" y la necesidad de tutorización del proceso. "Hacía dobles sesiones, conjuntas e individuales. Finalmente, estudió una formación profesional y logró encontrar trabajo", recuerda.

Por ese motivo, Rubio seguirá cada viernes consiguiendo que las personas con síndrome de Asperger logren mejorar sus habilidades sociales cantando, tocando instrumentos y bailando.

En España, uno de cada cien bebés nace con un trastorno del espectro autista (TEA), una condición que altera la manera en la que una persona se comunica e interactúa con los demás. Gema es una de esas madres que convive cada día con el autismo. A su hijo, Luis, le diagnosticaron síndrome de Asperger, incluido dentro del TEA, con cinco años.

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