Qué son las personas tetracrómatas (y cómo puedo saber si yo lo soy)

La mayoría de los seres humanos percibimos alrededor de un millón de tonalidades distintas frente a ciertos animales como los delfines, las ballenas o los murciélagos que solo ven en blanco y negro. De hecho, no todas las personas vemos el mismo número de colores y de ahí que existan distintos tipos de visión: la normal, la deficiente y la privilegiada.

Todo esto se debe a que nuestra percepción visual es posible porque en los ojos tenemos unas células llamadas fotorreceptores que transforman la luz que llega a la retina en impulsos nerviosos. Esos impulsos, una vez procesados, son los que puede entender nuestro cerebro e interpretar como color.

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Natalia Lázaro Prevost

Los humanos contamos con dos tipos de fotorreceptores que se estimulan con la luz: conos y bastones. Los bastones son tan sensibles que pueden responder a un solo fotón. De ahí que sean las células que nos ayudan a ver por la noche o cuando hay poca iluminación. En cuanto a los conos, funcionan mejor cuando hay mucha luminosidad y nos permiten distinguir los colores durante el día.

Sin embargo, nuestros conos y bastones perciben una franja muy estrecha del total del espectro visible electromagnético que perciben los fotorreceptores. De hecho, no somos capaces de ver el color ultravioleta, los infrarrojos, los rayos gamma, los rayos X o las microondas, ya que están más allá de nuestra capacidad oftalmológica.

¿Tricrómata, dicrómata o tetracrómata?

La gran mayoría de personas son tricrómatas, es decir, tienen tres tipos de conos y así son capaces de ver todas las combinaciones resultantes de los tres colores primarios: verde, rojo y azul, con los que pueden apreciar hasta 2,5 millones de tonalidades de color. En cambio, los dicromáticos solo tienen dos tipos de conos en la retina y notan problemas para percibir el rojo, el verde y, menos frecuentemente, el azul. Aquí encontramos a los daltónicos. Por último, están los tetracrómatas, que tienen cuatro tipos distintos de conos, por lo que pueden distinguir hasta 100 millones de tonalidades.

Que pertenezcamos a uno u otro grupo depende de nuestra genética. “Aunque los humanos somos generalmente tricrómatas, en personas con dos cromosomas X (la mayoría mujeres) se ha visto que las mutaciones en una de las copias de los genes para distinguir el verde o el rojo en uno de los cromosomas X puede producir un cuarto tipo de cono. Se debe a que estos tetracrómatas cuentan con una copia de la proteína correcta y otra copia de la mutada en ese cuarto tipo de cono. Si las dos proteínas que se generan, la correcta y la mutada, funcionan adecuadamente, este cono de más les permite tener una visión cromática extraordinaria”, asegura Conchi Lillo, profesora titular de la Facultad de Biología de la Universidad de Salamanca e investigadora de patologías visuales.

¿Cómo puedo saber si soy tetracrómata?

Evaluarlo es bastante difícil, ya que no existe una prueba para poder detectarlo. Además, con los medios actuales es imposible hacer estos test online, ya que las pantallas digitales se basan en tecnología RGB, que es un sistema tricrómata de representación del color.

No hay una prueba que detecte si una persona es tetracrómata, aunque se sospecha que la mayoría son mujeres por una mutación genética

Por ello, y dado que las personas con dos cromosomas X son en su mayoría mujeres, los expertos creen que la visión tetracromática es una condición exclusiva de ellas. No obstante, los investigadores no pueden descartar al 100% la posibilidad de que un pequeño porcentaje de hombres también haya heredado este tipo de visión privilegiada. De hecho, hay estudios que indican que entre el 12 y 50% de las personas con cromosomas XX y hasta el 8% con cromosomas XY pueden ser tetracrómatas.