Menú
La dermatofagia: cómo evitar el trastorno psicológico de morderte la piel
  1. Bienestar
UN PROBLEMA QUE ES CASI OBSESIÓN

La dermatofagia: cómo evitar el trastorno psicológico de morderte la piel

Las personas que padecen estrés y ansiedad, a menudo sufren sus efectos de manera física, ya sea con cambios en la piel, problemas digestivos o con ciertas compulsiones

Foto: Qué es la dermatofagia y cómo puedes dejar de morderte la piel. (iStock)
Qué es la dermatofagia y cómo puedes dejar de morderte la piel. (iStock)

Todos conocemos a alguien que se muerde las uñas, un trastorno conocido como onicofagia, y cuyo comportamiento empeora cuando se está nervioso o alterado. Es algo parecido a la tricotilomanía, un trastorno del control de los impulsos que se manifiesta en la necesidad de arrancarse el pelo, las cejas o las pestañas.

Los humanos tenemos diferentes maneras de canalizar nuestros sentimientos y emociones. Algunos hacen mindfulness, otros fuman, otros cambian su comportamiento, otros comen excesivamente y otros desarrollan ciertos hábitos repetitivos que les ayudan a regular sus estados de ánimo. El problema es cuando estos comportamientos se vuelven compulsivos, casi adictivos, como la dermatofagia.

Foto: La onicofagia es el mal hábito de morderse las uñas y conlleva muchos problemas de salud (cookie_studio para Freepik)

Como explican en Healthline, la dermatofagia, traducido literalmente como “comer piel”, es un trastorno psicológico del comportamiento que se caracteriza por la compulsión de morderse o comerse la piel alrededor de las uñas, las cutículas, los dedos, la boca o los labios. En raras ocasiones, afecta a otras áreas del cuerpo. A simple vista, puede parecer que la persona está mordiéndose las uñas, pero lo que está haciendo es morderse la piel hasta hacerse heridas y sangrar. Otras formas de denominar a la dermatofagia es “hacerse padrastros” o “arrancarse cueritos”.

Riesgo de infección tópica y malestar

La persona que sufre dermatofagia es consciente de su problema, pero no puede detenerse, no es un acto intencional. Este trastorno está clasificado como una conducta repetitiva centrada en el cuerpo y puede causar dolor, inflamación, sangrado, infección, callosidades y cicatrices en las áreas afectadas. Llega un momento que la dermatofagia genera angustia y puede afectar la calidad de vida de la persona, influyendo incluso en las relaciones sociales y la autoestima.

La dermatofagia se agrava en periodos de estrés o por una nueva preocupación

Los motivos que causan la dermatofagia son parecidos a los de la onicofagia: ansiedad, estrés o preocupaciones. En muchas ocasiones, también se asocia a otros trastornos psicológicos como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Para tratar la dermatofagia hay dos áreas que deben cubrirse: curar las lesiones y tratar la causa subyacente. Las lesiones producidas al morderse la piel de los dedos o de los labios pueden cronificarse e infectarse. Por ello, es importante mantener el área afectada limpia y tratarla con desinfectantes adecuados y cicatrizantes.

Foto: Hasta mordiéndose las uñas está magnífica, ¿verdad?

Por otra parte, el tratamiento para la dermatofagia suele incluir terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición y prevención de respuesta, y medicamentos para reducir la ansiedad y el estrés. Además, muchos expertos en la salud opinan que la dermatofagia hay que abordarla como si fuese una adicción más, intentando ir dejando el hábito poco a poco o sustituyéndolo por, por ejemplo, mascar chicle.

Es fundamental acudir a un especialista antes de automedicarse o de comenzar una terapia por cuenta propia. La dermatofagia no es mortal, pero puede complicarse si no se trata de manera holística y personalizada, ya que el motivo de su aparición varía de persona a persona.

Todos conocemos a alguien que se muerde las uñas, un trastorno conocido como onicofagia, y cuyo comportamiento empeora cuando se está nervioso o alterado. Es algo parecido a la tricotilomanía, un trastorno del control de los impulsos que se manifiesta en la necesidad de arrancarse el pelo, las cejas o las pestañas.

Psicología Salud mental Salud
El redactor recomienda