La psicóloga que explica cómo superar la adicción a una persona tóxica
Charlamos con Lara Ferreiro sobre qué es exactamente una relación tóxica, cómo salir de una, los perfiles de "gilipollas" y los de las víctimas, entre otras cuestiones
¿Crees que tal vez seas adicta a una persona tóxica? ¿Acabas siempre enganchada al mismo perfil de "gilipollas"? ¿Repites patrones tóxicos en tus relaciones? ¿Quieres aprender a detectar y evitar esos comportamientos? ¿Te gustaría reforzar tu amor propio y construir una relación sana de pareja?
Lara Ferreiro, psicóloga experta en terapia de pareja, ha formulado en Adicta a un gilipollas (Grijalbo, 2023) un método pionero para conseguir desengancharse de una relación tóxica. Este libro, que incluye un "yonqui-test", se plantea como "un programa de desintoxicación radical en seis semanas para liberarte de tu adicción emocional".
Charlamos con la psicóloga sobre qué es exactamente una relación tóxica, cómo salir de una, los perfiles de "gilipollas" y los de las víctimas, entre otras cuestiones.
PREGUNTA. El libro va dirigido principalmente a las mujeres, ¿es más probable que ellas acaben con un "gilipollas" que al revés?
RESPUESTA. Al final ser gilipollas no es cuestión de género, sino de personas, hay mujeres y hombres tóxicos. En mi caso, el 95% de personas que vienen a terapia y que me siguen en las redes sociales son mujeres. Por este motivo hice el libro, pero me estoy dando cuenta a través de los mensajes que me escriben de que los hombres también lo están leyendo porque quieren saber sobre relaciones tóxicas por si ellos están enganchados a una. También hay hombres que se lo regalan a mujeres, a amigas, hijas o a sus hermanas.
Este libro se lo están leyendo tanto unos como otros. De hecho, hay una reseña en Amazon que dice que es el nuevo manual de cabecera de las relaciones tóxicas seas hombre o mujer.
Efectivamente es más probable que una mujer acabe con un gilipollas que al revés, eso es así. Ocho de cada diez mujeres han sido adictas a un gilipollas o a una relación tóxica en algún momento de su vida por diferentes causas. Primero, por cómo funciona el cerebro de la mujer, segregamos más oxitocina (la hormona del amor) cuando nos relacionamos. Segundo, porque la mujer tiene interiorizados más mitos del amor romántico, mitos que nos han metido desde pequeñas en las películas de Disney. Por ejemplo, el mito de que el príncipe azul nos va a salvar y necesitamos a nuestro príncipe. Nuestra cultura comparte estos mitos sobre creencias, muchas veces distorsionadas, sobre las relaciones y cómo nos relacionamos en la pareja.
Podemos verlo en frases como “sin mi chico la vida no tiene sentido”, “el amor todo lo puede”, “quiero encontrar a mi media naranja”... No somos medias mitades de naranjas sino naranjas enteras.
Todo esto ocurre también porque hay mujeres que tienen baja autoestima, poco amor propio y creen que a través de un hombre se van a realizar. También afecta la presión del reloj biológico que tenemos las mujeres, la presión de que tenemos que tener hijos, etc.
P. ¿En qué consiste exactamente una relación tóxica?
R. Es muy importante saber que hay un truco exprés para identificar una relación tóxica que es tu termómetro emocional. Básicamente consiste en identificar qué emociones te genera tu pareja cuando estás con ella o cuando estás sin ella. Si te sientes mal, lloras, acabas frustrada y triste, estás en una relación tóxica, y si te sientes bien, probablemente sea un amor sano.
Una relación tóxica es la que te hace sentir triste, sola, inestable y deprimida, solo se beneficia tu pareja, anula tus necesidades, te maneja, te manipula y te acaba diciendo que estás loca. Cada día estás más aislado o aislada de tu entorno, no puedes cortar esa relación tóxica, sientes que sin tu pareja no eres nadie, no puedes controlar tus decisiones, te aterra estar en soledad y sin nadie. Al final son personas que se enganchan a gente infiel, celosa…
Las diferencias son muy claras porque un amor de pareja sano te hace sentir alegre, feliz, ganáis los dos, nadie te manipula, puedes quedar con tus amigos y familiares, te trata bien, puedes romper, tomas libremente tus decisiones, tu pareja no es el centro de tu vida… ¡Hay muchísima diferencia!
La relación de pareja tóxica lo que genera es adicción emocional, tú lo sabes pero no lo puedes contar. Es casi más fuerte que engancharse a la cocaína o a las drogas por la química cerebral que se genera con la adicción emocional. Hay que elaborar un programa de desintoxicación radical como yo he hecho en mi libro, un método pionero para poder salir de esa relación.
P. Por muy fuertes que nos creamos, ¿es fácil acabar en una relación tóxica?
R. Absolutamente sí. De hecho, a mí me pasó con 22 años, lo cuento en mi libro. El único gilipollas y perfil tóxico que he tenido: Samuel. A mí me han querido mis padres, he tenido amigos, sacaba notas muy buenas… y caí. Yo no sabía que era adicción emocional ni que era un perfil tóxico, hasta que me tocó a mí. Por supuesto, cualquier persona, hombre o mujer, en un momento de máxima vulnerabilidad en su vida, por ejemplo, se le ha muerto su padre, le han despedido del trabajo, está triste por alguna pérdida, etc, puede acabar en una relación tóxica.
Hay que desmitificar que las personas sin baja autoestima y funcionales no pueden acabar en una relación así. Por muy fuerte que tengas la autoestima puedes terminar en una relación tóxica, porque te manipulan y te hacen todas las técnicas de abuso emocional.
Es muy importante que se sepa, es fácil llegar ahí. Esas personas hacen lo que yo llamo una “campaña electoral" de lo que ellos quieren, te quedas enganchado y va a ser muy difícil salir. Lo fácil es entrar, te enganchas en los primeros meses porque todo es maravilloso, pero luego es muy complicado salir para cualquier persona, sean hombres o mujeres.
De hecho, yo tengo diferentes perfiles que explico en el libro. Son 10 perfiles de adictas emocionales, perfiles únicos fruto de más de diez años de terapia viendo a cientos de personas. Un ejemplo, el perfil de la triunfadora vip, el caso de Shakira y Jennifer Lopez, que son adictas emocionales, se enganchan a relaciones tóxicas y son guapas, millonarias, empresarias y atractivas. Así hay otros nueve perfiles más. Puede caer cualquier persona, esto lo recojo aquí en los perfiles de adictas emocionales de mi libro.
P. ¿Qué fases se siguen para acabar en una adicción emocional?
R. Las relaciones tóxicas siguen el siguiente patrón circular de 6 etapas muy características.
- Luna de miel: euforia. Lo idealizas. Él tiene puesto su disfraz del hombre más maravilloso que jamás has conocido. En realidad, es un depredador emocional.
- Subordinación. Te sometes a él y te anulas como persona y mujer, con tal de no perderlo.
- Fase de peleas o abuso por parte de él hacia ti. Él muestra su verdadera cara. Algunas adictas emocionales suelen hacer demandas excesivas hacia la pareja en esta fase.
- Ruptura. Quieres volver con él, a pesar de que sabes que es un abusador.
- Relación de transición. Intentas engancharte a otros gilipollas, pero al no funcionar, vuelves con tu exgilipollas.
- Recomienzo. Volvéis. Tú crees que va a cambiar (ingenuamente) ¡Y vuelta a empezar el ciclo tóxico! Así podéis estar años.
Suele haber un recomienzo, muchas veces las relaciones tóxicas son relaciones boomerang, de ida y vuelta. Te das cuenta de que te hace mucho daño, pero luego intentas agarrarte a otra persona y, como no has procesado bien el duelo, vuelves a un recomienzo. Por ejemplo, Tamara Falcó e Íñigo Onieva, etc.
P. ¿Hay varios perfiles de adictas a gilipollas? ¿Cuál es el más común?
R. Hay 10 perfiles de adictas emocionales que yo he clasificado en la geisha sumisa, la triunfadora vip, la niña-adolescente, la princesa de los cuentos, la asfixiante, la enamoradicta, la heroinómana felpudo, la enfermera salvadora, la leona agresiva y la insaciable amazona.
Los más comunes son: la geisha sumisa, la triunfadora vip, la enfermera salvadora y la asfixiante.
Algunas de las mujeres que acuden a terapia son auténticas geishas sumisas en pleno siglo XXI. La geisha sumisa se conforma con lo poco que le da su gilipollas actual y, además, lo sufre en silencio. Necesita aceptación, agradar, y se desvive por los otros.
Por otro lado, el perfil de la triunfadora vip es el de una mujer independiente y segura de sí misma que va por la vida pisando fuerte. Sin embargo, es adicta a un hombre. Puede pasar desapercibida, pero se puede identificar por su patrón de adicción emocional al comportarse en pareja.
La enfermera salvadora es el típico caso de codependencia, tal como se indica en los manuales de psicología. Aunque yo me decantaría más por coadicción. La palabra codependencia surgió en los grupos de Alcohólicos Anónimos cuando se empezó a identificar que las mujeres casadas con alcohólicos sufrían este trastorno caracterizado por una obsesión de querer salvar a su pareja. La enfermera salvadora no es adicta a una sustancia. Solo tiene adicción emocional a su pareja, y quiere salvarlo.
Por último, la asfixiante es una adicta que tiene tanto miedo a que su pareja la abandone que la controla de forma enfermiza, agobiante y obsesiva.
P. ¿Cuál es el perfil de hombre tóxico más típico y distinguible?
R. Hay varios perfiles de hombres tóxicos. Estos son los 10 más habituales.
- El metralleta sexual: “Tengo balas para disparar a todas”.
- El mamitis: “En este mundo, la única mujer que merece la pena es la que me parió".
- El emparejado: "No estoy casado, te lo juro por mi esposa".
- El fugitivo: "Juntos, pero separados. Deja de agobiarme, necesito espacio".
- El psicópata narcisista: "Soy un depredador emocional, te maltrataré hasta matarte".
- El mareador: Ni contigo ni sin ti. No se va, pero tampoco está.
- El parásito: "Voy a chuparte la sangre hasta dejarte seca".
- El hombre champán: Mucha espuma y poca fuerza. Ayer eras la mujer de su vida y hoy te deja.
- El príncipe desteñido: Va de príncipe azul y no llega ni a pitufo.
- El atormentado: "Me perturban muchos fantasmas mentales, por eso te hago daño".
Los más comunes son: el metralleta sexual, que está con muchas mujeres a la vez y no se compromete con ninguna; el emparejado, que te dice que no tiene pareja o sí que la tiene pero que la va a dejar, y el fugitivo, que es el novio a la fuga, que al final te acaba dejando. El psicópata narcisista es el más peligroso, el hombre que te maltrata, también entraría en los más comunes, además del mareador y el hombre champán. Los demás también son habituales, pero estos tienen muchísimas víctimas y son los que yo veo en terapia.
El perfil de hombre más distinguible es el metralleta sexual. Al inicio parece un auténtico caballero, pero luego no se compromete contigo. Después acaba teniendo a otras mujeres, es el típico don juan, muy fácil de distinguir.
El emparejado también es fácil de distinguir, tiene a otra persona, te dice que la va a dejar pero es mentira. Por su parte, el fugitivo te puede dejar plantada en el altar o cuando os vais a vivir juntos.
Los que más daño hacen a mis pacientes o más confunden son el mareador y el hombre champán. Es un ni contigo ni sin ti. El mareador te puede decir un día que te quiere y otro día no, entonces te confunde mucho. El hombre champán al principio te lo da todo, pero luego de tres a seis meses ya no quiere estar contigo.
El príncipe desteñido va del hombre maravilloso, es tu príncipe y te va a salvar, y luego todo es muy falso.
Al final, todos ellos llevan a cabo unas técnicas de maltrato emocional. Una de ellas es el bombardeo amoroso y sexual. Es la clave del enganche emocional a los gilipollas. Tú piensas que nadie te ha querido como él, es increíble y hace planes para atraparte. Tiene una oratoria magnética, sus palabras son seductoras, te corteja para luego engañarte y manipularte.
Otra de las técnicas es la luz de gas; esto es hacerte creer que estás loca y que te inventas las cosas, solo para manipularte. También terminan haciendo el ghosting, romper contigo a lo fantasma.
Todos ellos tienen una doble cara, la máscara del conquistador y luego la del hombre tóxico. Parece el hombre perfecto, te vende falsas promesas de amor, luego cada vez te da menos a nivel afectivo, te manipula y es un mentiroso compulsivo.
P. ¿Por qué es tan difícil salir de una relación tóxica?
R. Es absolutamente difícil, es como si te engancharas a las drogas, a la cocaína. Hay que hacer un consumo cero, esto es algo pionero. Básicamente es dejar de consumir la droga de forma radical. Yo no uso contacto cero, porque aunque no contactes con esa persona hay gente que sigue espiando por las redes sociales, entonces sigue consumiendo su droga.
Muchas veces hay que romper por teléfono en lugar de hacerlo en persona. Muchas pacientes mías se acaban acostando con él al intentarlo en lugar de romper. Esto es como dejar las drogas, nunca te va a apetecer, pero hay que hacer una ruptura programada y seguir mi programa de desintoxicación radical en seis semanas.
Es muy complicado porque a veces hay caídas o recaídas, el gilipollas o tóxico vuelve a llamar y en ese momento es fundamental el bloqueo, bloquear a esa persona de todo para evitar que te siga haciendo daño.
Hay otra cosa muy importante que quiero dejar clara. La dependencia emocional es un término que se emplea mal. La dependencia emocional es buena, son vínculos sanos con personas que nos hacen sentir bien. Otra cosa es la adicción emocional, que es cuando te enganchas a gente tóxica y no puedes salir de esa relación. Si alguien usa dependencia emocional como algo malo, lo está empleando de forma incorrecta porque la necesitamos para crear vínculos con otras personas. Esto se llama interdependencia. Soy dependiente de mis amigos, de mi familia, de gente maravillosa; si no, seríamos psicópatas. Por eso hay que diferenciar entre dependencia emocional y adicción emocional porque son cosas distintas. Cuando te enganchas a una relación tóxica se llama adicción emocional y cuando estás en una relación sana se llama dependencia emocional.
P. ¿Podrías darnos algunas señales que alerten a una persona de que está en una relación tóxica?
R. Hay tantas señales que lo difícil es no darte cuenta. El tema es que esas personas no pueden salir.
Por ejemplo, son señales si una persona se siente mal, si le han hecho técnicas de maltrato psicológico o si de repente su familia y sus amigos están muy preocupados por ella y le piden que no esté con esa persona tóxica. Los amigos están en modo racional y si tú estás pasando por una relación así, no eres racional.
Estás en una relación tóxica cuando gastas tu valioso tiempo, llevas años en la relación y no funciona, pierdes tu identidad, estás aislada socialmente, destrozas tu amor propio o tienes una inestabilidad laboral y no te puedes concentrar. También sientes que eres una insatisfecha crónica en el amor y se produce un deterioro de tu salud mental y física.
Estas son las señales en las que claramente se puede ver que estás en una relación tóxica. Al final siempre gana la otra persona y tú acabas destrozada, pero el problema eres tú que lo permites. Somos responsables de nuestras decisiones, hay que aprender a poner límites para poder empoderarte.
P. ¿Qué debe hacer una persona si sospecha que está en una relación tóxica?
R. Lo primero de todo es hacer una lista de todas las cosas malas. Lo llamo “la lista del terror” y está en el libro en el programa de desintoxicación. Es una lista de todo lo malo que te está haciendo esa persona. Por ejemplo, “en los restaurantes no me deja elegir la comida”, “me dice que soy tonta”, “me dice que me cambie la ropa”, “no me deja salir con mis amigos”, “se mete con mi cuerpo”, etc.
O también, si la tóxica eres tú, por supuesto, haz una lista y cambia. De hecho, el libro está ayudando a mucha gente a darse cuenta de que la tóxica es ella.
Otra cosa que debe hacerse es llamar a una persona que quieras mucho y decirle cómo te sientes. Luego pedir ayuda profesional si no se puede cortar.
Si se confirman tus sospechas, rápidamente hay que cortar la relación, hacer un consumo cero, bloquear y eliminar a esa persona y seguir adelante con tu vida.
Si lo sospechas, probablemente sea una relación tóxica. Cuando es una relación sana, no hay dudas, te sientes feliz y te quieres a ti misma, estás fenomenal en la relación. Si tienes buena autoestima, lo que te gusta es que te traten bien. Si tienes mala autoestima, obviamente si te tratan mal tú lo permites.
P. ¿Qué debe hacer un amigo si cree que una amiga está en una relación tóxica?
R. Primero debes hablar con esa persona sin juzgar. Es muy importante. Preguntarle cómo se siente y cómo se siente en la relación, que esa persona se desahogue y cuente todo lo que quiera. Es importante que nunca digas “tienes que cortar”, para nada. Nunca hay que dar direcciones porque si no la otra persona no te va a contar nada.
Puedes preguntarle cosas como “¿cómo te sientes?”, “¿cómo te hace sentir?”, “¿crees que es una relación sana?”, “¿qué piensas hacer?”, “¿crees que es lo más sano para ti?”. Es importante no juzgar y no imponer. Porque luego van a volver y van a ocultarlo. Puedes proponer si le gustaría ir a terapia o preguntar cómo le puedes ayudar. También puedes hablar de tu experiencia si has tenido relaciones tóxicas o puedes comprar el libro Adicta a un gilipollas. Mucha gente se lo está comprando a sus amigos o amigas para que puedan salir de una relación tóxica.
Si crees que tu amigo está en una relación tóxica, puedes dejarle claro que estás ahí para él, para lo que necesite, ir abriéndole los ojos. En cualquier caso, los amigos nunca pueden salvar a otra persona, es como intentar sacar a tu hijo o a tu amigo de las drogas, es imposible, solo puedes estar como acompañamiento y refuerzo.
Por supuesto, tampoco podemos normalizar comportamientos tóxicos a la otra persona, hay veces que el amigo es tóxico y le quita importancia a las técnicas psicológicas que ejercen sobre la víctima.
¿Crees que tal vez seas adicta a una persona tóxica? ¿Acabas siempre enganchada al mismo perfil de "gilipollas"? ¿Repites patrones tóxicos en tus relaciones? ¿Quieres aprender a detectar y evitar esos comportamientos? ¿Te gustaría reforzar tu amor propio y construir una relación sana de pareja?
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