Menú
Cirugía con un abordaje mínimamente invasivo: ¿realidad o reclamo?
  1. Bienestar
'Vertebra tu bienestar'

Cirugía con un abordaje mínimamente invasivo: ¿realidad o reclamo?

Los avances tecnológicos y anestésicos de las últimas décadas han conducido a cirugías menos agresivas, más efectivas y con menos complicaciones. Para innovar, hay que invertir y poner las novedades al servicio de los pacientes

Foto: Un cirujano emplea las tecnologías más modernas para operar de la forma menos agresiva posible. (iStock)
Un cirujano emplea las tecnologías más modernas para operar de la forma menos agresiva posible. (iStock)

La cirugía en general y la cirugía de columna en particular han avanzado de manera muy importante en los últimos 30 años.

Fue entonces cuando empezamos a realizar los primeros abordajes mínimamente invasivos a nuestras columnas. Observábamos que incisiones grandes conllevaban mayor pérdida de sangre y unos posoperatorios más dificultosos, con mayores complicaciones como la infección o la propia lesión tisular. También en aquel momento empezó la laparoscopia y otras endoscopias, como las que hoy en día se utilizan en cirugía urológica, ginecológica y recientemente en columna. Parecía, tal y como se ha acabado demostrando, que no abrir la barriga para la resección de un tumor o de un órgano o segmento de órgano inflamado tenía que tener ventajas.

Foto: Foto: iStock.

De la misma forma, no abrir la musculatura de la espalda o reducir la manipulación de las estructuras nerviosas tenía que dar lugar a un mejor resultado clínico. Los artículos que aparecieron en aquella época temprana reportando los resultados de la cirugía mínimamente invasiva refrendaban nuestras sospechas.

Uno de los sistemas percutáneos (incisiones pequeñas a través de la piel) para la colocación de tornillos pediculares, que recuerdo y que hoy en día ya no se utiliza, supuso un gran avance. Por fin podíamos colocar la instrumentación sin realizar grandes incisiones. Hoy en día, esos sistemas han avanzado, aunque el principio continúa siendo el mismo. Lo interesante es que ahora quienes nos guían son los ordenadores y más recientemente los robots guiados a su vez por esos mismos ordenadores.

Mejor tecnología, mejor anestesia

Tras la innovación tecnológica que supuso la colocación de la instrumentación de forma percutánea, tuvo que venir la colocación más exacta con un control neuronavegado que redujese el error humano. Sin embargo, teníamos el problema de que la anatomía continuamente cambia en la columna, incluso durante la intervención.

Foto: Foto: iStock. Opinión

Es cuando los softwares mejoraron para fusionar aún mejor la realidad con lo planificado previamente, siendo la introducción de los escáneres intraoperatorios los que por fin permitían escanear al paciente en posición anatómica real dentro del quirófano. Esa exactitud ha mejorado aún más con la introducción de los brazos robóticos que eliminan el error humano.

De la misma forma que ha mejorado la tecnología, ha mejorado, y mucho, tanto el manejo anestésico como la técnica quirúrgica.

placeholder El manejo de la anestesia ha cambiado mucho en los últimos años. (iStock)
El manejo de la anestesia ha cambiado mucho en los últimos años. (iStock)

En este sentido, hemos profundizado en los abordajes combinados que nos permiten realizar una discectomía (resección del disco lumbar) por vía anterior y en la misma cirugía colocar la instrumentación de forma percutánea guiada por robot. Si lo pensamos, es la única manera real de realizar una fusión o artrodesis de columna sin manipular estructuras nerviosas y sin lesionar la musculatura.

Pero, además, los avances tecnológicos han supuesto una mejora en los implantes. Somos capaces de colocar implantes por muy pequeñas incisiones que dentro de nuestros cuerpos se expanden. O podemos colocar implantes (prótesis de disco) que imitan y mantienen a la perfección el movimiento de las vértebras. O podemos colocar implantes fabricados previamente a la medida y forma de nuestras columnas, como ya se hace en los casos de escoliosis. Todo esto es también una mínima o menor invasión, impensable hace tan solo unos años.

Más seguridad

Y, finalmente, es menos invasión cuando las cirugías se realizan con mayor seguridad. Creo que el hecho de que se haya reducido de forma drástica el tiempo quirúrgico ha supuesto un gran avance. Esto se ha debido a la mejora en la técnica quirúrgica gracias a la tecnología que nos acompaña hoy en día, pero también gracias a la mejora de todo lo que nos rodea: la preparación del paciente y el manejo intraoperatorio y posoperatorio anestésico del mismo.

Creo que los abordajes o las técnicas mínimamente invasivas no son un reclamo sino una realidad.

Es cierto que algunas mejoras son pequeñas, pero muchas veces el progreso es la suma de pequeñas mejoras

Es cierto que algunas mejoras son pequeñas, pero muchas veces el progreso es la suma de pequeñas mejoras. No querer verlo así supone quedarse anclado en la primera fase y renunciar a progresar.

Cualquier innovación supone invertir tiempo y dinero. Lo fácil es seguir haciéndolo como siempre lo hemos hecho. Y argumentar que la mejora es pequeña y poco significativa sirve de excusa para que muchos no dediquen los recursos necesarios para incorporarla.

En este sentido, nosotros, y otros muchos cirujanos de este país, no renunciamos a seguir incorporando nueva tecnología siempre que nos sea posible. Desgraciadamente, este esfuerzo no siempre nos es recompensado y nos resulta difícil que en un entorno de medicina low cost se asuma la retribución correspondiente a estas mejoras.

Sin embargo, no cejaremos en nuestro empeño. Como ya hemos explicado, estas mejoras suponen más seguridad, mejores posoperatorios, menos dolor, menos complicaciones y un mejor resultado.

Nuestros pacientes siempre estarán por delante.

La cirugía en general y la cirugía de columna en particular han avanzado de manera muy importante en los últimos 30 años.

Salud
El redactor recomienda