Las razones por las que salen los juanetes (y cómo tratarlos)
Tener un juanete puede ser una pesadilla cuya solución final solo es posible con cirugía. Ahora bien, antes de llegar ahí, hay formas de hacer que el problema sea más llevadero
Se estima que alrededor del 25 y el 35% de la población española a lo largo de su vida habrá tenido o tiene un juanete, la deformidad del pie más común entre la gente, cuyo nombre científico es hallux valgus, mucho más elegante. De entre las personas afectadas, la prevalencia es mayoritariamente femenina (95%), rondando los 40 o 50 años.
El principal factor predisponente para la aparición de los juanetes es el calzado cerrado
Por tanto, una patología muy extendida sobre la que merece la pena detenerse a analizar su origen, causas y tratamiento. Según el doctor Rafael Llombart, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra, el hallux valgus "afecta a la articulación metatarsofalángica del primer radio y desvía el primer dedo lateralmente hacia el resto". Y aclara: "Además, al contrario de lo que piensan muchos pacientes, no es un bulto que aparezca de repente, sino la prominencia del hueso primer metatarsiano por la deformidad articular".
La 'maldición' del pie egipcio
Según la Clínica Mayo existen cuatro factores principales que podrían aumentar el riesgo de padecer juanetes:
- Tacones altos. Su uso empuja a los dedos de los pies a la parte delantera de los zapatos, a menudo apiñándolos.
- Zapatos que no quedan bien. Las personas que usan zapatos demasiado apretados, demasiado estrechos o demasiado puntiagudos son más propensas a desarrollar juanetes.
- Artritis reumatoide. Tener esta afección inflamatoria puede aumentar la probabilidad de desarrollar juanetes.
- Herencia. La tendencia a desarrollar juanetes puede ser el resultado de un problema hereditario de la estructura o anatomía del pie.
De todas ellas, Llombart señala como la causa más habitual la que tiene que ver con la forma del pie y el calzado que escogemos. Y es que "el principal factor predisponente para la aparición del juanete es el uso de calzado cerrado y que se estreche en la punta. Además -continúa-, la forma del pie en la que el primer dedo es más largo (pie egipcio) también favorece su aparición. Otros factores son la laxitud ligamentosa, las enfermedades reumáticas o la predisposición genética".
El doctor relega a los últimos puestos la herencia como explicación de su origen. De hecho, según Llombart, a pesar de que "tradicionalmente se ha creído que los genes son responsables del desarrollo del hallux valgus, lo cierto es que estudios recientes indican que no se observa herencia genética como tal, sino que los factores ambientales compartidos determinan la aparición de juanete".
La clave está en el tipo de calzado
Uno no puede elegir el tipo de pie (romano, griego o egipcio) con el que nace, pero sí el zapato que va utilizar para caminar. Y es ahí donde aparece el principal desencadenante de la aparición y desarrollo del juanete, ya que la forma del calzado (de punta abierta o cerrada) "influye en la aparición de deformidades del primer radio como el hallux valgus. El calzado de punta, convergente en el espacio para los dedos, es más deformante, al contrario que el calzado abierto. Y como demostró una de mis compañeras, la doctora Verónica Montiel, en su tesis doctoral, incluso el uso ocasional de zapato cerrado, con forma convergente en la zona para los dedos, resulta deformante", apostilla.
Las medidas conservadoras no van a corregir la deformidad existente, pero sí aliviarán el dolor
Sea poco o mucho el tiempo que llevemos los zapatos de punta, la cuestión es que puede que llegue un momento en que "aparezca un bulto en el borde medial del pie que termine afectando al paciente debido al dolor. Además, el juanete puede ir acompañado de bursitis (inflamación de la bolsa sinovial que recubre las articulaciones). También puede producirse enrojecimiento de la zona por el roce con el calzado".
Sabemos, por tanto, que es conveniente evitar los zapatos de punta. Pero ¿qué características debería reunir un calzado adecuado? Según el especialista, lo mejor sería usar uno de tipo anatómico: "Esto quiere decir que sea recto en la parte interna y con espacio suficiente para los dedos. Conviene evitar aquellos que terminen en punta o en forma de V invertida".
Sin cirugía no desaparece, pero evitaremos que empeore
Lo mejor es no esperar demasiado para acudir al especialista, y es que cuanto antes lo hagamos, más posibilidades hay de que el tratamiento que se aplique sea más conservador. En este sentido, el experto aconseja ir al médico cuando la deformidad provoque dolor, enrojecimiento o inflamación de la zona, ya que así se podrá comenzar con el uso de férulas o modificando el tipo de calzado. Ahora bien, "las medidas conservadoras no van a corregir la deformidad existente, sino que podrán evitar que aumente y también mejorarán los síntomas. El único correctivo es la cirugía", advierte.
En esta línea, la curación pasa por diferentes técnicas quirúrgicas que se determinan según la gravedad y el nivel de afectación. "Algunas son abiertas y otras miniinvasivas o percutáneas", señala el experto, quien alerta de que "aunque la cirugía es corta, el proceso de recuperación suele durar varios meses".
Se estima que alrededor del 25 y el 35% de la población española a lo largo de su vida habrá tenido o tiene un juanete, la deformidad del pie más común entre la gente, cuyo nombre científico es hallux valgus, mucho más elegante. De entre las personas afectadas, la prevalencia es mayoritariamente femenina (95%), rondando los 40 o 50 años.