Hipertensión antes de los 30: el riesgo para la salud cada vez más frecuente

Los datos están ahí, y mirar para otro lado solo sirve para empeorarlos. Las cifras de la hipertensión crecen entre los jóvenes de forma preocupante. Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión, que tuvo lugar el pasado 17 de mayo, la Fundación Española del Corazón recordó que el 42,6% de los adultos españoles tiene hipertensión y el 37,4% lo desconoce, cifra que asciende hasta un alarmante 84,1% en el caso de los jóvenes entre 18 y 30 años. Un infradiagnóstico que, según el doctor José Antonio García Donaire, presidente de la Sociedad Española de Hipertensión, describe una clara tendencia al alza en los últimos años.

A partir de los 16 años ya podría dar la cara

A pesar de que en España no contamos con la cantidad deseable de información acerca de la hipertensión en edades tempranas para así poder dibujar un mapa más detallado de esta patología, la práctica diaria de los expertos dice que, en determinadas circunstancias, lo aconsejable sería tomarse la tensión a partir de los 16 años. Así lo recomienda García Donaire, quien considera que "si se tienen antecedentes familiares, sobrepeso y se lleva una vida sedentaria, sería conveniente comenzar a controlarse la presión arterial a partir de los 16".

El 84,1% de los jóvenes españoles entre 18 y 30 años desconoce que tiene hipertensión

Ahora bien, la hipertensión en adolescentes todavía no es lo más habitual. Cuando sí lo es, es cuando las personas tienen 30 años o más. "A partir de ese momento, todos deberíamos tomarnos la tensión de forma regular", aconseja el doctor.

Si no hay rigidez de las arterias, ¿a qué se debe?

Los expertos están siendo testigos de cómo el perfil de aquellos que sufren hipertensión está cambiando. Así lo asegura el experto: "Desde hace un tiempo, muchas de las personas con valores de tensión alta son menores de 30 años. Esto se debe, entre otras razones, a que tenemos unos hábitos nutricionales y de actividad física cada vez peores. Lo cual es preocupante, especialmente porque en España contamos con una valiosa herramienta preventiva que es la dieta mediterránea, la cual no aplicamos lo suficiente".

Por tanto, los factores externos (dieta y ejercicio) constituyen los dos desencadenantes más potentes de la hipertensión arterial entre los jóvenes, dado que la rigidez de las arterias, propia de los casos en las personas con más edad, es inexistente. "El envejecimiento hace que las arterias sean, en el mejor de los casos, más rígidas; y en el peor, se calcifiquen y produzcan episodios de isquemia. Esto no ocurre antes de los 30 años. En su lugar, lo que hay es resistencia insulínica", aclara el doctor. De modo que "dejando a un lado la predisposición genética, para ganarse ser hipertenso antes de los 30 años has tenido que llevar una vida excesivamente sedentaria".

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Además, se ha comprobado que "la hipertensión en los jóvenes también puede tener su origen ya en el vientre de la madre. Hemos visto cómo madres obesas, o aquellas que no se han cuidado durante el embarazo, o con antecedentes de diabetes o hipertensión, han tenido hijos que han presentado hipertensión en edades tempranas", apunta el doctor. "También la prematuridad es un factor de riesgo", apostilla.

A la dieta y el ejercicio se une el estrés

Según la Fundación Española del Corazón, cuando un adulto está por encima de 140/90 mmHg, se considera que tiene hipertensión. De modo que el objetivo es recuperar unos valores saludables, los cuales se fijan por debajo de 120/80 mmHg. Este es el baremo que se utiliza para todas las edades, salvo "en el caso de los niños menores de 15 años, que se emplean percentiles", puntualiza García Donaire.

El mal manejo de las emociones favorece el desarrollo de hipertensión entre los jóvenes

Para evitar llegar hasta los valores de riesgo cardiovascular, las medidas más conocidas tienen que ver con la alimentación y la constancia en la práctica de ejercicio. Sin embargo, existe un tercer aspecto que se está imponiendo en los últimos tiempos. Se trata del estrés. "Si manejas mal tus emociones, y además eres sedentario, tienes sobrepeso y cuentas con algún antecedente de hipertensión en la familia, tienes muchos números para ser hipertenso con 25 o 30 años", advierte el doctor.

Por tanto, "realizar actividad física vigorosa, al menos cinco horas a la semana, junto con una dieta saludable y evitar el estrés son tres importantes herramientas para la salud cardiovascular en los jóvenes", resume el experto.

¿Se puede dejar de ser hipertenso?

Fundamentalmente, existen tres frentes para tratar la hipertensión: "El estilo de vida, la medicación y la implantación de un dispositivo en el paciente. Aunque este último -matiza-, no es algo que se suela hacer en personas jóvenes".

El criterio a la hora de elegir la forma de intervención se basa en la efectividad del método anterior. Es decir, "cuando han sido poco o nada eficaces las medidas que tienen que ver con los hábitos de vida, pasamos a la medicación. Mi opinión es que si, en seis meses, las medidas no farmacológicas no dan resultados, hay que empezar con la medicación, aunque sea con dosis bajas", sostiene.

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Además, optar por esta vía es "especialmente recomendable en pacientes que, además de tener hipertensión, cuenten con otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular o que registren valores superiores a 160/100 mmHg".

El resultado es que, en el caso de la hipertensión en jóvenes, "la medicación se puede llegar a modular, reducir o incluso eliminar si el estilo de vida mejora".