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La relación entre el hábito de fumar y el dolor de espalda crónico
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OTRA RAZÓN MÁS PARA DEJARLO

La relación entre el hábito de fumar y el dolor de espalda crónico

Parece que los efectos perjudiciales del tabaco se extienden a prácticamente todos los ámbitos de la salud, también a la ósea. Al menos, es lo que dicen los estudios científicos

Foto: Fuente: iStock
Fuente: iStock

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa, el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes. Además, está directamente relacionado con la aparición de múltiples enfermedades (de las cuales 20 son diferentes tipos de cáncer, según la International Agency for Research on Cancer (IARC) en su informe World Cancer Report 2020) y es la principal causa de buena parte de muertes por cáncer de pulmón y de más del 50% de las enfermedades cardiovasculares.

Lumbalgia y nicotina

La relación entre el tabaquismo y el riesgo cardiovascular es de sobra conocida. Ahora bien, existen otras dolencias que, a priori, no parecen guardar ninguna asociación con los cigarrillos. Una de ellas es el dolor de espalda, especialmente, el que se localiza en las lumbares. "Diversos estudios científicos han demostrado que las personas fumadoras presentan un mayor riesgo de sufrir dolor de espalda y de que se cronifique", asegura el doctor Francisco Kovacs, director médico de la Unidad de Espalda Kovacs del Hospital HLA Universitario Moncloa y director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE), quien señala las posibles causas de dicha realidad: "En primer lugar, se atribuyó al estilo de vida de los fumadores, el hecho de que tengan más posibilidades de sufrir dolor de espalda, ya que, en general, se suele identificar a los fumadores con personas que tienen hábitos menos saludables que los no fumadores, como, por ejemplo, hacer menos deporte. Sin embargo -continúa-, los estudios han descartado esta teoría, ya que, eliminando ese factor, el riesgo persistía".

El tabaquismo empeora muy significativamente el riego vascular, y eso degenera el disco

Otra de las razones que trataba de explicar la vinculación tabaco-lumbalgia fue la tos. "El hecho de que los fumadores tosen más que los no fumadores hacía pensar que la vibración que se produce al toser podía intervenir a nivel muscular", apunta el experto. Sin embargo, es una hipótesis que no ha sido refrendada por ningún estudio.

placeholder La hipótesis de que la tos de los fumadores explicaba la lumbalgia no se sostiene científicamente. (iStock)
La hipótesis de que la tos de los fumadores explicaba la lumbalgia no se sostiene científicamente. (iStock)

Hoy en día, lo que, en general, se asume como la causa más probable es que "el tabaquismo empeora muy significativamente la calidad del riego vascular, y eso sí afecta tanto al disco y a su degeneración como al músculo y al hueso, lo cual explicaría por qué, en los pacientes operados, la recuperación ósea es mucho más lenta entre los fumadores que entre los no fumadores", resume el experto, quien concluye que "este efecto vascular del tabaco se presenta como la razón más probable, aunque tal vez no sea la única".

Afecta más a la zona lumbar

El doctor estima que "de cada cien pacientes que van al médico por dolor de espalda, en sesenta de ellos, el malestar se ubica en la zona lumbar; en treinta, en la cervical, y en diez, en la dorsal. Esto es así, porque, por una parte, tanto la zona lumbar como la cervical son las más móviles; y por otro lado, en el caso de la lumbar, es donde se soporta más peso", asevera el especialista.

Foto: Foto: Pexels.

Estos datos son aplicables para las personas fumadoras y para las no fumadoras. Por tanto, cuando los estudios realizados sobre la vinculación entre tabaco y dolor de espalda aseguran que ese dolor se identifica con más frecuencia en las lumbares, realmente, solo se está afirmando un hecho ya conocido y aplicable a todos los pacientes, lo que incluye a fumadores y a no fumadores. Eso sí, "es posible que, en el caso de los primeros, esa dolencia sea mayor debido al efecto de la nicotina en el riego vascular", apostilla.

La nicotina acelera el desarrollo de la osteoporosis entre las mujeres fumadoras

Por otro lado, existe un colectivo en el que la condición de fumador es especialmente perjudicial desde el punto de vista de la salud ósea. Se trata de las mujeres con osteoporosis. "Es un hecho comprobado que fumar empeora notablemente el riego al hueso y su mineralización. Por tanto, la nicotina tiene, sin lugar a dudas, un claro y potente efecto dañino, que se acelera en el caso particular de las mujeres con osteoporosis", remarca el experto.

¿Dejar de fumar como tratamiento para el dolor de espalda?

El daño del tabaco con respecto a la aceleración de la degeneración del disco es irreversible, según el doctor. Ahora bien, no está todo perdido. "Si el paciente deja de fumar, mejorará la calidad del riego y la capacidad de recuperación de la musculatura y el hueso", sostiene Kovacs. Y añade: "Aunque dejar de fumar no reparará todo al 100% como si la persona no hubiese fumado nunca, de lo que no cabe duda es de que hacerlo asegura una gran mejoría con respecto a seguir fumando".

placeholder El 60% de los casos de dolor de espalda afecta a la zona lumbar. (iStock)
El 60% de los casos de dolor de espalda afecta a la zona lumbar. (iStock)

Podría deducirse entonces que dejar de fumar podría prescribirse para acabar con el dolor de espalda. Sin embargo, parece que los estudios no corroboran tal inferencia. En opinión del experto, esto es así debido al plazo de seguimiento, ya que lo habitual es que sea relativamente breve, siendo normalmente de un año, y de forma excepcional, cuatro. Esto hace que "aunque la deshabituación tabáquica fuera un tratamiento idóneo para dejar de fumar, el diseño de los estudios realizados hasta ahora no permitiría averiguarlo, debido a que su plazo de seguimiento es insuficiente".

Foto: Aunque es frecuente engordar cuando se deja de fumar, no es inevitable. (iStock)

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa, el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes. Además, está directamente relacionado con la aparición de múltiples enfermedades (de las cuales 20 son diferentes tipos de cáncer, según la International Agency for Research on Cancer (IARC) en su informe World Cancer Report 2020) y es la principal causa de buena parte de muertes por cáncer de pulmón y de más del 50% de las enfermedades cardiovasculares.

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