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El nuevo fármaco que abre una vía contra el cáncer que mató a Severiano Ballesteros
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Nuevo estudio

El nuevo fármaco que abre una vía contra el cáncer que mató a Severiano Ballesteros

El tratamiento con vorasidenib aumenta significativamente el tiempo en el que no hay progresión de este tumor cerebral tan agresivo

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Han pasado más de 10 años desde que el golfista Severiano Ballesteros nos dejara. El cántabro falleció el 7 de mayo de 2011 a los 54 años a consecuencia de un tumor cerebral. “Mi padre sufrió un cáncer muy complicado, un cáncer que hoy por hoy no se cura. Padeció un glioma maligno de grado 3, y quiso contribuir con su Fundación para que algún día la gente se pudiera curar”, contaba su hija Carmen hace dos años.

Foto: Seve Ballesteros, el golfista español que lo cambió todo. (Reuters)

Ahora, un nuevo fármaco ha abierto una esperanza a las personas que sufren este cáncer en un grado menor. En un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y global de fase 3, una terapia de precisión llamada vorasidenib duplicó con creces la supervivencia libre de progresión para pacientes con gliomas de grado 2 con mutaciones IDH1 o IDH2. La terapia también retrasó el seguimiento del tratamiento con radiación y quimioterapia aún más sustancialmente.

"Esta es la primera vez que se introduce un nuevo agente para el tratamiento de estos tumores en más de 20 años", señala el investigador Patrick Y. Wen, director del Centro de Neurooncología del Instituto del Cáncer Dana-Farber y uno de los autores del ensayo.

Indigo es el primer ensayo clínico de fase 3 de una terapia dirigida molecularmente para el glioma con mutación IDH. Los resultados se presentaron este domingo en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO 2023), al tiempo que se publicaron en el New England Journal of Medicine.

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Foto: iStock.

Los gliomas de grado 2 son tumores cerebrales incurables. Las mutaciones de IDH se encuentran en la gran mayoría de los gliomas de bajo grado. Estos tumores tienden a aparecer en personas jóvenes de entre 30 y 40 años. El tratamiento actual consiste en cirugía seguida de radiación y quimioterapia. La radiación y la quimioterapia son tratamientos efectivos, pero a los pocos años de tratamiento, los pacientes experimentarán signos de disfunción cognitiva que normalmente se observan en personas mucho mayores.

Según los resultados del ensayo, el tratamiento con vorasidenib puede retrasar la necesidad de tratamiento con radiación y quimioterapia. “Al retrasar estos tratamientos, también podemos retrasar la disfunción cognitiva en los pacientes y preservar su calidad de vida”, señala Wen.

Ensayo con 331 pacientes

El ensayo Indigo inscribió a 331 pacientes con gliomas con mutación IDH de grado 2 que se habían sometido a cirugía para extirpar el tumor. Los pacientes que se inscribieron no necesitaron radiación ni quimioterapia de inmediato y, en cambio, se encontraban en un periodo de observación y espera. Durante este tiempo, fueron aleatorizados para tomar vorasidenib o placebo.

Los pacientes que tomaron vorasidenib tuvieron una mediana de supervivencia libre de progresión de 27,7 meses en comparación con los 11,1 meses de los pacientes que tomaron un placebo. El tiempo hasta el siguiente tratamiento para los pacientes que tomaron el placebo fue de 17,8 meses. Para aquellos que toman vorasidenib, no se ha determinado una mediana porque solo el 11,3% de estos pacientes han progresado hasta el momento al siguiente tratamiento. El fármaco también tenía un perfil de seguridad manejable. “La tolerabilidad es importante porque este es un fármaco que esperamos que la gente tome durante muchos años”, apunta Wen.

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IDH1 e IDH2 son enzimas que, cuando mutan, impulsan el crecimiento del cáncer. Vorasidenib inhibe las enzimas mutantes IDH1 e IDH2 y penetra la barrera hematoencefálica. Además, mostró fuertes signos de eficacia en un ensayo de fase 1 codirigido por Wen. Esa evidencia se convirtió en la base del juicio Indigo.

“La mayoría de los gliomas de bajo grado tienen mutaciones de IDH, y la esperanza era que los inhibidores de IDH pudieran retardar el crecimiento del tumor”, explica Wen. “El ensayo Indigo muestra que los inhibidores de IDH pueden funcionar en gliomas de bajo grado con la mutación IDH”.

Los resultados positivos abren la puerta a una serie de nuevas posibilidades para los pacientes. Por ejemplo, Wen tiene un ensayo en curso que investiga vorasidenib con inmunoterapia y hay ensayos planificados que lo combinan con radioterapia y quimioterapia estándar.

“En un campo donde nada parece funcionar, estos resultados sugieren que algo puede funcionar”, señala Wen. “Con suerte, esto no solo ayudará a muchos pacientes, sino que también alentará a más empresas e investigadores a invertir recursos en este campo”, concluye.

Estudio con participación española

El Hospital 12 de Octubre ha participado en este ensayo clínico internacional que ha demostrado que el vorasidenib, que se administra vía oral, detiene varios años la progresión de un tipo de tumor cerebral maligno. La investigación está liderada por EEUU y ha contado con la colaboración de 77 centros y 10 países.

placeholder Hospital 12 de Octubre.
Hospital 12 de Octubre.

El doctor Juan Manuel Sepúlveda, coordinador de la Unidad de Neurooncología del Hospital Universitario 12 de Octubre, investigador en el estudio y único autor español, destaca la participación de este centro sanitario madrileño “con un número considerable de pacientes que se han beneficiado del tratamiento”, y agradece también la colaboración de pacientes que recibieron placebo durante meses y aun así acudieron a pruebas y consultas médicas.

Sepúlveda destaca el caso de un paciente con un tumor que le causaba muchas crisis epilépticas y paralización del lado derecho. El paciente fue incluido en el estudio y fue tratado con placebo y al cabo de pocos meses se vio cómo el tumor había crecido. En ese momento se inició el tratamiento con vorasidenib y con ello no solo se redujo el tumor, sino que también se consiguió una mejora significativa de su movilidad, así como un control completo de las crisis epilépticas. ”Confiamos en que, con estos resultados, vorasidenib esté disponible para todos los pacientes recién operados por gliomas con esta mutación”, finaliza.

Han pasado más de 10 años desde que el golfista Severiano Ballesteros nos dejara. El cántabro falleció el 7 de mayo de 2011 a los 54 años a consecuencia de un tumor cerebral. “Mi padre sufrió un cáncer muy complicado, un cáncer que hoy por hoy no se cura. Padeció un glioma maligno de grado 3, y quiso contribuir con su Fundación para que algún día la gente se pudiera curar”, contaba su hija Carmen hace dos años.

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