¿Y si el bruxismo fuera beneficioso para la salud mental?
Debido al estrés provocado por la pandemia, el bruxismo ha aumentado hasta un 23%. Un estudio sugiere que esta patología oral podría ser una vía para reducir el estrés
Hasta ahora, el bruxismo siempre ha estado relacionado en exclusiva con el desarrollo de problemas dentales y mandibulares. Y es que, tal y como define Xabier Soto Goñi, psicólogo y profesor en el título de experto en trastornos temporomandibulares, dolor orofacial y medicina oral del sueño de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid, "el bruxismo es una actividad repetitiva de los músculos masticatorios caracterizada por apretar o rechinar los dientes y/o apretar o empujar la mandíbula. Existen dos tipos de bruxismo claramente diferenciados: bruxismo de vigilia y bruxismo de sueño".
El bruxismo es un comportamiento que puede tener implicaciones de riesgo para la salud
Ahora bien, ese rechinar de dientes, según los recientes consensos internacionales, "no se debe considerar en sí mismo una enfermedad, sino un comportamiento que puede tener implicaciones de riesgo para la salud, pero también -apunta el experto- puede ser un factor de protección frente a otros problemas".
¿Puede la masticación aplacar la ansiedad?
Según una investigación publicada en Frontiers in Neurology, impulsada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y con la participación del Centro Mixto (UCM-ISCIII) de Evolución y Comportamiento Humanos de la UCM, y liderada por el propio Goñi en calidad de investigador del Departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la UCM, el bruxismo de vigilia podría ser beneficioso para liberar el estrés.
A raíz de los resultados del estudio, los investigadores se plantearon que el bruxismo podría tener implicaciones en el control del estrés, siendo una posible herramienta para su tratamiento. "Es una hipótesis coherente con los resultados en otras investigaciones previas. En modelos animales se ha observado que masticar podría reducir la respuesta al estrés. Morder un palo de madera durante una situación de inmovilización redujo la presión arterial, la temperatura central, la supresión de la potenciación a largo plazo del hipocampo y los mediadores químicos del estrés. Además -añade Soto-, la evidencia en humanos también respalda la idea de que la masticación podría reducir el estado de ánimo negativo, la liberación de cortisol y la producción de cromogranina salival, un marcador de estrés mental que refleja la actividad simpática".
Estrategias bruxistas frente al estrés
Los resultados mencionados por el profesor son fruto de un trabajo de investigación llevado a cabo con una muestra de 29 sujetos con bruxismo de vigilia en el que se comparó sus puntuaciones en diversas variables psicológicas con un grupo de sujetos sin bruxismo.
"Observamos que los sujetos con bruxismo de vigilia presentaban niveles de ansiedad más elevados y un grado de neuroticismo mayor (factor de la personalidad relacionado con la inestabilidad emocional). Pero también observamos -continúa- que esos mismos sujetos empleaban más estrategias de afrontamiento al estrés de tipo adaptativo, como la reevaluación positiva de una situación problemática, en comparación con los sujetos no bruxistas".
Es necesario más investigación para conocer mejor los posibles efectos positivos del bruxismo
Ahora bien, a pesar de lo interesante que se revelaron estas conclusiones, hay que tener presente que el trabajo adolece de algunas limitaciones que señala el propio investigador. Entre ellas, destaca el tamaño de la muestra: "Es complicado para nosotros contar con muestras más amplias, teniendo en cuenta que hay que realizar las exploraciones clínicas de manera individual y por parte de odontólogos expertos, pero sería deseable realizar estudios de estas características con un mayor tamaño muestral".
Por otro lado, "realizar estudios longitudinales (aquellos que recogen datos sobre un grupo de sujetos en distintos momentos a lo largo del tiempo) también ayudaría enormemente a dilucidar esta cuestión", apostilla.
Un interés creciente que busca más pruebas
Para salvar esta limitación y conocer con más detalle y profundidad la implicaciones del bruxismo sobre el control del estrés, se hace necesaria la puesta en marcha de más investigación, cosa que, según Soto, en la actualidad ya se está llevando a cabo: "En la Universidad Complutense de Madrid, dentro del título de experto en trastornos temporomandibulares, dolor orofacial y medicina oral del sueño, se están realizando estudios sobre bruxismo y su relación con factores psicológicos".
"Esperamos poder conocer más sobre esta cuestión en los próximos años. Además, el próximo mes de enero, Madrid acogerá el I Simposio Internacional sobre Bruxismo, al que acudirán los mayores expertos internacionales en esta cuestión", anuncia el experto.
Hasta ahora, el bruxismo siempre ha estado relacionado en exclusiva con el desarrollo de problemas dentales y mandibulares. Y es que, tal y como define Xabier Soto Goñi, psicólogo y profesor en el título de experto en trastornos temporomandibulares, dolor orofacial y medicina oral del sueño de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid, "el bruxismo es una actividad repetitiva de los músculos masticatorios caracterizada por apretar o rechinar los dientes y/o apretar o empujar la mandíbula. Existen dos tipos de bruxismo claramente diferenciados: bruxismo de vigilia y bruxismo de sueño".
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