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¿Hubiera sobrevivido Jack? Resuelto el misterio de 'Titanic'
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'¿qué me pasa, doctor?'

¿Hubiera sobrevivido Jack? Resuelto el misterio de 'Titanic'

Se trata de una de las escenas que más han dado que hablar en la historia del cine. La respuesta (como casi siempre) depende de la más pura y dura ciencia

Foto: Fotograma del momento polémico de 'Titanic'.
Fotograma del momento polémico de 'Titanic'.

Son las dos y veinte de la madrugada del 15 de abril de 1912 y el Titanic se acaba de hundir. La temperatura del aire es de 4.1 °C y la del océano entre -2 y 7 °C (según diversas fuentes). Rose está subida a la improvisada balsa e intenta alzar a Jack, pero este desiste porque parece inestable. Es uno de los tres finales más vistos de la historia del cine y uno de los más controvertidos. Ha sido motivo de debates sesudos, mofas, memes, y se han publicado trabajos científicos con teorías varias resolviendo la siguiente cuestión: ¿hubiera sobrevivido Jack si Rose le hace un hueco?

En 1997, el director James Cameron consigue que Titanic sea la película más taquillera de la historia, logro solo superado por él mismo en 2009 con Avatar. Desde su estreno, la famosa escena se ha convertido en una de las más lacrimógenas de la historia del cine, a la altura de la despedida entre Elliott y E.T., cuando este último regresa a su planeta. Pero también es una de las que más controversia han generado entre los entusiastas espectadores, que se preguntan por qué, en el momento cumbre, Rose (Kate Winslet) no le hace un hueco a Jack (Leonardo Di Caprio) en los restos de la puerta a la que está subida. Jack decide no encaramarse y se queda en el agua helada del Atlántico, hasta que muere. ¿Acaso no cabían los dos?, se preguntan aún los seguidores del film.

¿Cómo hemos de tratar a Jack? En primer lugar, evitaremos masajear o frotar, puesto que puede causar un paro cardiaco

Según Kate Winslet no era una cuestión de espacio, sino de peso. Cuestionada una vez más sobre el asunto de la puerta, ha afirmado recientemente que si Jack hubiera subido, hubieran volcado y los dos habrían muerto de frío. Además, ha aprovechado para manifestar su malestar por las numerosas bromas sobre su [excesivo] peso y la inestabilidad de la balsa, puesto que ya de adolescente sufrió bullying en el colegio por este tema. En otras palabras, que está muy harta del asunto.

La teoría de que dos personas eran un peso excesivo es la que también ha defendido siempre el propio James Cameron a través de los años. Se caracteriza por ser un hombre meticuloso y tanta crítica velada en relación con sus cálculos le ha obligado a responder a aquellos que plantean tantas dudas a través de un documental que da respuesta a esta y otras especulaciones sobre fallos en el guion original. Se titula Titanic: 25 Years Later with James Cameron y está producido por National Geographic, pero aún no está disponible en nuestro país (se cree que lo estará en Disney+ en próximas fechas). En él Cameron reproduce las mismas condiciones ambientales de la escena: una piscina de agua salada a la misma temperatura y un resto de una puerta que flota. Luego, dos figurantes con iguales características antropométricas que los protagonistas y vestidos con las mismas ropas que Jack y Rose son introducidos en el agua. Ambos llevan varios sensores en el cuerpo y en las ropas.

Foto: Víctimas del Holocausto.

A los dos dobles se les somete a diferentes pruebas y posiciones para comprobar las posibilidades de supervivencia. Primero, ambos se suben a la tabla (en efecto, parece que caben los dos), pero se hunde unos centímetros y parece muy inestable. ¿Podría Rose haberle dado a Jack su chaleco salvavidas para ayudar a aislarlo del frío dentro del agua? ¿Qué tal colocar el chaleco debajo de la puerta por si esta maniobra aumenta la flotabilidad? ¿Quizás la solución sea recostarse ambos en la madera con medio cuerpo fuera para mantener los órganos vitales? La mayoría de los resultados no son favorables, pero sí parece que hay una configuración en la que ambos tumbados encima de la puerta mantienen la flotabilidad. Pero, ¡ojo!, podría es la palabra clave en el desenlace del experimento, porque hay muchos otros factores que influyen y que no están mensurados.

De hecho, en el documental, los figurantes se encuentran extenuados después de tantas probaturas. "No podemos simular el terror, la adrenalina y todas las otras variables que pudieran haber funcionado en su contra", dice Cameron, en el documental. “No obstante, sin contar las variables, creo que Jack podría haber vivido”, concluye ante la cámara.

No le falta razón, puesto que hay infinitas variables que condicionan la suerte de Jack y que no se valoran en el experimento. El Titanic es un barco de lujo con un sistema de radiadores de vapor provenientes de las calderas de carbón, y los camarotes de primera están acondicionados con chimeneas de leña. Teniendo en cuenta estas comodidades y el frío reinante en el exterior, no resulta extraño que la evacuación sea tan lenta (dos horas y veinte desde el choque con el iceberg hasta el hundimiento). Además, la colisión con el hielo ha sido sutil (tan solo un raspado en el casco de diez segundos) y el hundimiento no resulta tan evidente, lo que enlentece la evacuación. Tampoco hay botes salvavidas suficientes y muchos perecen en el agua gracias al egoísta reparto de las plazas, la mayoría reservadas a los pasajeros de primera clase, a quienes, por cierto, se les ha aconsejado abrigarse, en comparación con los de tercera, que caen al agua en mangas de camisa.

placeholder El tratamiento de la hipotermia ha evolucionado mucho desde 1912. (iStock)
El tratamiento de la hipotermia ha evolucionado mucho desde 1912. (iStock)

¿Qué empieza a sentir Jack en el agua? Los síntomas de la hipotermia comienzan con escalofríos, como consecuencia de contracciones musculares involuntarias que buscan generar calor. De inmediato aparece la cianosis (es decir, una coloración azul de la piel y los labios) que es el resultado de una reacción de constricción de los vasos sanguíneos periféricos para favorecer el riego de los órganos vitales. Luego sobreviene la pérdida de movilidad de las extremidades, que sucede alrededor de un cuarto de hora después del inicio de la exposición al agua fría, y un poco más tarde, más o menos a la media hora, se instaura un estado de obnubilación que acaba con la pérdida de la consciencia. Finalmente, entre cuarenta y cinco minutos y una hora después, se produce la parada cardiaca y el fallecimiento.

El silbato de uno de los marineros de un bote que busca supervivientes hace que Rose vuelva en sí. Presumiblemente, ha pasado una hora desde el hundimiento. Jack está rígido, más tieso que la mojama, como tantos otros cuerpos que flotan alrededor. Ella, en cambio, aún está viva. Si bien lleva abrigo y chaleco, toda su ropa está mojada y eso hace que pierda más calor. Entonces, ¿cómo se mantiene con vida? La clave es que Rose ha permanecido fuera del agua y no sumergida, donde hubiera perdido calor veinticinco veces más rápido que expuesta solamente al aire frío. Es el momento más dramático de la película y nos revela cómo ambos están en diferentes fases de hipotermia: uno ya fallecido y otra con pérdida de conocimiento, pero aún alive. Se sabe que en el naufragio real unos treinta hombres se agarraron a un bote salvavidas que flotaba boca abajo y los que consiguieron mantenerse sobre él, fuera del agua, sobrevivieron. Si Jack hubiera podido subir a un trozo de hielo, también podría haberse salvado; incluso el Titanic entero se habría salvado si hubiera encallado en el iceberg. Pero no le dio de lleno, sino de refilón.

placeholder Parecía que iba tan bien... (iStock)
Parecía que iba tan bien... (iStock)

¿Cómo hemos de tratar a Jack si conseguimos rescatarlo y se encuentra en un estado de hipotermia? En primer lugar, evitaremos algo tan espontáneo como masajear o frotar, puesto que puede causar un paro cardiaco. Debemos retirarle la ropa mojada y luego colocarlo en un sito cálido y seco. En el caso de que fuera posible (imaginemos que acabamos de subirlo a uno de los botes salvavidas del Titanic), lo colocaremos en posición horizontal e intentaremos aislarlo del frío y del viento lo máximo posible, con mantas o capas de ropa. Incluiremos la cabeza, que es la parte del cuerpo que más calor pierde (hasta un 10% del total), y dejaremos su cara al descubierto. También controlaremos su respiración y, si se hace lenta o poco profunda, realizaremos las maniobras de reanimación cardiopulmonar de inmediato.

Podemos darle bebidas tibias siempre que comprobemos que puede tragar, pero nunca bebidas alcohólicas. El alcohol no solo no calienta el organismo (el mito del trago de güisqui para entrar en calor ha de ser erradicado de una vez por todas), sino que, de manera paradójica, puede generar hipotermia porque produce vasodilatación periférica y hace que los órganos nobles pierdan oxígeno y temperatura. Además, inhibe los temblores que es una respuesta fisiológica del cuerpo para combatir el frío. Sí, deberemos utilizar compresas o bolsas de agua caliente, si están disponibles, aplicándoselas en el cuello, el tórax o las ingles. No las colocaremos en los brazos o en las piernas, puesto que la reactivación de la circulación de estas zonas periféricas hace que la sangre fría retorne al corazón, pulmones y cerebro, y puede llegar a ser mortal.

Foto: Foto: iStock.

Tampoco expondremos a Jack a fuentes de calor potente, puesto que el calor extremo puede dañar su piel o incluso provocarle arritmias mortales. En definitiva, habremos de buscar su evacuación inmediata a un centro hospitalario lo antes posible, donde otras medidas de actuación más invasivas deberán ser instauradas para recuperar su temperatura corporal.

Queridos lectores, analizados los detalles de la escena de Titanic, llega el momento de revelar la verdad. ¿Hubiera sobrevivido Jack si Rose le hace un hueco? La respuesta es NO. Jack debía morir por exigencias del guion, y lo hubiera hecho de una manera u otra. Como Cameron ha revelado en numerosas ocasiones, su intención con la película fue siempre “recrear una especie de Romeo y Julieta donde el amor se mide por el sacrificio del ser a quien se ama”. De hecho, “Jack no sube porque no quiere hacer nada que ponga a Rose en peligro, actitud que está en consonancia con el personaje”, concluye el cineasta. Está claro que dio en el clavo, puesto que 25 años después seguimos hablando de la misma escena, convertida con pleno derecho en una de las más míticas del séptimo arte.

Que se mejoren.

Son las dos y veinte de la madrugada del 15 de abril de 1912 y el Titanic se acaba de hundir. La temperatura del aire es de 4.1 °C y la del océano entre -2 y 7 °C (según diversas fuentes). Rose está subida a la improvisada balsa e intenta alzar a Jack, pero este desiste porque parece inestable. Es uno de los tres finales más vistos de la historia del cine y uno de los más controvertidos. Ha sido motivo de debates sesudos, mofas, memes, y se han publicado trabajos científicos con teorías varias resolviendo la siguiente cuestión: ¿hubiera sobrevivido Jack si Rose le hace un hueco?

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