El zumo concentrado que está conquistando a los cardiólogos

Como se explica en algunos estudios, la hipertensión está más que extendida en España. Se calcula que alrededor del 42,6% de la población adulta española de edad ≥ 18 años es hipertensa, más los varones (49,9%) que las mujeres (37,1%). Teniendo en cuenta los riesgos que esto tiene para la vida de todas esas personas, es esencial mantener un control constante (dependiendo de su severidad) para evitar tener algún accidente cardiovascular u otra de las afecciones relacionadas con esta dolencia.

Es por esto que el descubrimiento desvelado por investigadores de la Lewis Katz School de la Temple University en EEUU resulta tan relevante: existe un zumo concentrado de una fruta que muestra unos efectos indiscutiblemente positivos en la gestión de esta enfermedad. El concentrado de la ciruela japonesa (Prunus mume), extraordinariamente consumida en los países asiáticos, no solo en Japón, reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.

"Está aceptado que las medicinas, por sí solas, no tienen el efecto necesario para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares"

Así lo explica uno de los investigadores que firman el trabajo, el doctor Satoru Eguchi: "Está comúnmente aceptado que las medicinas, por sí solas, no tienen el efecto positivo necesario para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en pacientes hipertensos". Y continúa: "Para evitar este problema, nos interesamos por un suplemento que podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular: el bainiku-ekisu, una infusión de concentrado de ciruela japonesa".

Pero no es tan simple la cosa. Esta fruta (conocida en Japón como ume), en su estado natural, es tóxica, debido a la presencia de múltiples toxinas. Es por esto que, normalmente, se procesa en forma de zumos o de vino que sí son aptos para el consumo humano. Una de las maneras más comunes de tomarla es en la susodicha infusión bainiku-ekisu, que es común en el país asiático desde el siglo XVIII.

Para realizar el trabajo científico, los investigadores reunieron un gran grupo de ratas de laboratorio a las que trataron con medicamentos para provocarles hipertensión (como la angiotensina II). A unas se les daba de beber solo agua, mientras que al resto se les administraba tanto el líquido elemento como bainiku-ekisu.

Los resultados fueron claros. Aquellas ratas que habían recibido el té no desarrollaron hipertensión, mientras que las otras sí. Los análisis mostraron que el concentrado era capaz de proteger los vasos sanguíneos de los efectos de la angiotensina. La hipertrofia (agrandamiento) de la aorta era mínima en las ratas que tenían el zumo en su dieta, mientras que las que no, en su totalidad, sí desarrollaron la afección. Además, explican los investigadores, este concentrado de ciruela también evitaba la infiltración de células inmunes en los vasos sanguíneos, lo que evitaba procesos inflamatorios también asociados a la inflamación.

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Como explica el Dr. Eguchi, "en la hipertensión, las células pasan de tener un metabolismo aeróbico a realizar la glicólisis, dado que hay menos oxígeno disponible para ellas. Esto provoca estrés oxidativo, lo que a su vez conduce al desarrollo de procesos inflamatorios, ateroesclerosis y, con el tiempo, a enfermedades cardiovasculares severas".

Este descubrimiento puede ser más que relevante para aquellas personas (muchísimas en nuestro país, casi la mitad de la población) que padecen hipertensión y que ven como su salud cardiovascular está amenazada a diario.