Menú
Resiliencia inmune: por qué algunos de nosotros estamos diseñados para vencer a las infecciones
  1. Bienestar
ventaja evolutiva

Resiliencia inmune: por qué algunos de nosotros estamos diseñados para vencer a las infecciones

Una característica que solo algunos tenemos es capaz de hacer frente a los patógenos de forma superefectiva. Aprender a 'utilizar' este poder podría ser esencial en la medicina moderna

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Nuestro sistema inmune tiene la capacidad (y la obligación) de luchar contra las infecciones que ponen en peligro nuestra vida. Las bacterias, virus y otros patógenos viven de reproducirse en nuestras células, destruyéndolas en el proceso, y nuestras defensas hacen de policía, poniendo fin a esas vandálicas actividades. Esa es la teoría, pero en la práctica, determinadas personas parecen tener un don divino a la hora de luchar contra esos patógenos, mientras que otras son más vulnerables, llevándoles un tiempo mucho mayor vencer al invasor.

Ahora, investigadores de la Universidad de Texas, en EEUU (junto a colaboradores de otros cinco países), han desvelado que dicha capacidad de resistir o recuperarse de las infecciones y otras fuentes de estrés inflamatorio (que se denomina resiliencia inmune) varía sobremanera entre diferentes individuos.

"La resiliencia inmune es la capacidad de mantener una función inmunitaria buena, llamada inmunocompetencia"

A su vez, los científicos han conseguido diseñar una forma de clasificar los niveles de dicha resiliencia con el objetivo de que les sea útil a los profesionales sanitarios, para ayudarles a tomar decisiones más precisas a la hora de proponer tratamientos a sus pacientes, así como para entender las diferencias entre la esperanza de vida y la salud general de personas que tienen edades similares.

Cierto es que algunos factores juegan papeles protagonistas en nuestra capacidad de hacer frente a las infecciones, siendo la edad uno de los más importantes. En general, cuanto mayores somos, más pierde nuestro cuerpo la capacidad de hacer frente a los patógenos; pero hay determinados individuos que no ven mermada esta capacidad. Como explica uno de los autores del estudio, el doctor Weijing He, "la resiliencia inmune es la capacidad de mantener una función inmunitaria buena, llamada inmunocompetencia, y minimizar los procesos inflamatorios, aunque existan desencadenantes de ellos".

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Y continúa: "Hemos descubierto que durante el proceso de envejecimiento, y estando sometidas a estrés inflamatorio, algunas personas son capaces de resistir completamente la degradación". Esto, por supuesto, es algo tan revelador e importante que diversos equipos científicos han empezado a estudiar dónde reside este poder y si se podría llegar a utilizar en beneficio de todos.

Lo test de laboratorio que llevaron a este descubrimiento valoraron los niveles de resiliencia inmune en más de 50.000 personas de diferentes edades y con diferentes procesos inmunes e inflamatorios. Esta evaluación demostró que aquellos que tenían mejores niveles de resiliencia tenían más probabilidades de:

  • Vivir más tiempo.
  • Resistir infecciones de VIH y de gripe.
  • Resistir, tras ser infectados con el VIH, el desarrollo completo del sida.
  • Resistir la reaparición del cáncer de piel tras un trasplante renal.
  • Sobrevivir a las infecciones por covid-19.
  • Conseguir vencer a la sepsis.

Para evaluar cuál era el nivel de cada individuo, los investigadores utilizaron dos mecanismos diferentes. Por un lado, el equilibrio en la proporción de células inmunes T CD8+ y CD4+. Estas son las encargadas de combatir las infecciones en un primer momento, pero su desequilibrio se vincula con una mayor proporción de enfermedades infecciosas y autoinmunes.

Foto: Llevar unos buenos hábitos de vida fortalece el sistema inmunológico. (iStock)

La otra vía para clasificar a cada individuo fue medir los niveles de expresión de determinados genes vinculados a la inmunocompetencia (y, por tanto, a un mayor nivel de supervivencia) contra aquellos que se vinculan a la inflamación y a un mayor riesgo de muerte.

Como apostilla otro de los autores, la doctora Grace C. Lee, "mucha gente se centra solamente en la inflamación a la hora de valorar las consecuencias de las enfermedades. A pesar de eso, este descubrimiento añade a la inflamación los niveles de inmunocompetencia también, lo que es una valoración más completa y útil".

Nuestro sistema inmune tiene la capacidad (y la obligación) de luchar contra las infecciones que ponen en peligro nuestra vida. Las bacterias, virus y otros patógenos viven de reproducirse en nuestras células, destruyéndolas en el proceso, y nuestras defensas hacen de policía, poniendo fin a esas vandálicas actividades. Esa es la teoría, pero en la práctica, determinadas personas parecen tener un don divino a la hora de luchar contra esos patógenos, mientras que otras son más vulnerables, llevándoles un tiempo mucho mayor vencer al invasor.

Salud
El redactor recomienda