Misterio resuelto: el tratamiento con testosterona no aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular

La testosterona es la hormona sexual masculina que participa en el desarrollo de los testículos y en la aparición de los caracteres sexuales secundarios en los hombres y, además, desempeña un papel muy importante en el bienestar del varón.

Los niveles de testosterona más altos se producen durante la adolescencia y los primeros años en la edad adulta. Por regla general, a partir de los 35 años los niveles de testosterona disminuyen progresivamente y de manera natural (alrededor del 1% al 2% al año) produciendo en el hombre una serie de consecuencias que afectan principalmente a su deseo sexual y a su condición física.

En el caso concreto de los varones mayores, es fundamental definir si un nivel bajo de testosterona se debe al envejecimiento natural o al hipogonadismo, que es una enfermedad que dificulta la capacidad de producir cantidades normales de testosterona.

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Los profesionales médicos, habitualmente, tratamos a nuestros pacientes con hipogonadismo prescribiéndoles tratamiento de reemplazamiento de testosterona porque, además de ayudar a reducir sus síntomas, puede llegar a potenciar su deseo sexual y su vitalidad en general. Lo que no teníamos tan claro era si el aporte extra de testosterona beneficiaría de igual modo a pacientes mayores con síntomas porque se especulaba sobre su potencial riesgo cardiovascular.

Pues bien, una investigación de máximo interés científico publicada la semana pasada en el New England Journal of Medicine, y conocida como estudio TRAVERSE (Terapia de reemplazo de testosterona para la evaluación de eventos vasculares a largo plazo y la eficacia de ResponSE), revela que la controvertida terapia no aumenta el riesgo de sufrir ataques cardiacos o muertes relacionadas con el corazón en hombres de mediana edad y mayores con niveles bajos de testosterona, que tenían una enfermedad cardiaca preexistente o un alto riesgo de desarrollarlo.

En esta línea, los autores del estudio advirtieron igualmente que los hombres sólo deben tomar suplementos de testosterona cuando un profesional médico lo indique y cuando un paciente tenga una deficiencia de esta hormona confirmada y síntomas como reducción del vello corporal y facial, libido baja, pérdida de masa muscular, falta de concentración, sofocos, irritabilidad, depresión y pérdida de masa ósea. Para conocer los niveles de testosterona debemos hacer una analítica de sangre además de distintas mediciones en el tiempo, teniendo en cuenta diferentes parámetros como la testosterona total y la testosterona libre.

Además de la edad, otros factores como el estrés, el insomnio, la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco o la diabetes tipo 2 pueden ser determinantes en el déficit de esta hormona en los varones. La buena noticia es que el varón tiene la posibilidad de incrementar su testosterona de manera natural y real si sigue unas sencillas, pero efectivas, recomendaciones, como son el consumo de dieta mediterránea y la práctica de ejercicio físico tres días a la semana durante al menos dos horas y media (siendo la actividad aeróbica de intensidad moderada la más recomendada).

Por último, cabe recordar que para disfrutar de una salud masculina óptima debemos mantener unos niveles de testosterona equilibrados y dentro de unos niveles normales. Así, los varones cuyos niveles hormonales sean inferiores a 350 ng/dl y presenten síntomas, deben consultar con su profesional médico sobre la idoneidad de comenzar la terapia de reemplazo hormonal.