¿Cómo actuar correctamente ante una lipotimia estival?

Sudoración excesiva, debilidad, aturdimiento, náuseas... Esta retahíla de malas sensaciones conforma la lista de los síntomas más frecuentes que mencionan las personas que han sufrido una lipotimia. Este desagradable episodio se define como una pérdida transitoria de la conciencia y del tono muscular, la cual "se debe a una disminución del riego sanguíneo cerebral", apunta el doctor Agustín Rojas Vieyra Bell, coordinador médico del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario HM Torrelodones.

El calor puede desencadenar una lipotimia de origen vasovagal o por hipotensión ortostática

Se trata de un cuadro que se presenta casi de golpe y que nos deja poco tiempo para reaccionar. Afortunadamente, "es de corta duración y la recuperación es espontánea y completa", apunta el experto.

Tras el desvanecimiento, normalmente, todo queda ahí, pero "a veces pueden quedar síntomas residuales, como sensación de fatiga, dolor de cabeza o malestar durante horas", apostilla.

Las altas temperaturas no ayudan

A pesar de que tener o no una lipotimia no depende de si es verano o invierno, el experto reconoce que "el calor puede desencadenar una lipotimia de origen vasovagal o por hipotensión ortostática, ya que el calor produce una vasodilatación periférica, y ello conlleva a una disminución de la presión de perfusión cerebral".

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Por tanto, el factor "verano" se revela como uno de los principales factores desencadenantes. Ahora bien, en este asunto, las causas son multifactoriales. De hecho, "no es posible ni correcto mencionar una condición imprescindible para que se produzca una lipotimia", asevera el experto, quien considera que "en términos generales, lo fundamental para evitarlas sería mantener una adecuada hidratación y, en épocas estivales, evitar además el exceso de calor ambiental"

Estas son las causas más frecuentes que devienen en lipotimia, según el doctor:

• Ejercicio vigoroso.
• Deshidratación por esfuerzo o calor.
• Estar mucho tiempo de pie.
• Cambios posturales bruscos (ponerse de pie, levantarse de la cama...)
• Calor excesivo en el ambiente.
• Insolación.
• Dolor brusco por traumatismo u otras causas.
• Dismenorrea o dolor menstrual en adolescentes.
• Tos intensa y persistente.
• Esfuerzos físicos intensos.
• Llanto en niños pequeños.
• Susto o sobresalto emocional.
• Ayuno prolongado.
• Falta de sueño.

Nos puede pasar a todos, a los niños también

Tal variedad de desencadenantes hace pensar que todas las personas están expuestas a sufrir una lipotimia, independientemente de la edad o el sexo. "Puede ocurrirle a cualquiera, aunque es más frecuente en las personas mayores. En general -continúa Rojas-, los individuos con más edad presentan comorbilidades asociadas, además, suelen estar tratados con medicamentos hipotensores. Todo ello aumenta la posibilidad de que disminuya el riego sanguíneo al cerebro y se desencadene una lipotimia".

Aunque es más común entre adultos, los niños también pueden tener lipotimias

Parece que se trata de un problema general que afecta a toda la población. ¿A los niños también? Aunque es verdad que no es algo que suceda de forma habitual, también lo es que los menores no escapan a estos episodios de pérdida de conocimiento. Testigo directo de ello es el doctor Carles Luaces, jefe del Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Sant Joan de Déu en Barcelona, quien asegura que "en torno al 15% de niños menores de 18 años ha tenido algún episodio relacionado con una lipotimia o un síncope. Dentro de este grupo, es más frecuente entre los de 12 y 18 años. Además, en la mayoría de los casos, se trata de un síncope vasovagal, que no requiere tratamiento. Lo que realmente es preocupante es cuando sucede por causas cardiológicas o neurológicas".

Pautas para atender correctamente a alguien con lipotimia

Más allá de si el síncope lo está sufriendo un adulto, un adolescente o un niño, el doctor Rojas resume los pasos principales a seguir para ayudar a alguien que sufre una lipotimia:

• Antes que nada, debemos comprobar que es solo un desmayo y que la persona sigue respirando.
• Si es así, es recomendable colocar a la persona en un sitio que tenga buena ventilación, aflojarle la ropa para facilitarle la respiración, indicarle que respire profundamente, tomando aire por la nariz y expulsándolo por la boca.
• Si está consciente, acostarla boca arriba y levantarle las piernas unos 30° para facilitar el retorno de la sangre al corazón. Si está inconsciente pero se ha comprobado que respira, colocarla de lado para que en caso de vómitos no se broncoaspire.

• Si hace frío, evitar que la víctima se enfríe. Con ponerle un chaleco o una manta por encima es suficiente. Si hace calor y se encuentra en el exterior, resguardarlo a la sombra.
• Cuando la persona vuelve en sí, suele querer levantarse enseguida y puede marearse nuevamente. Hay que tranquilizarle. Se debe levantar poco a poco una vez que hayan desaparecido los síntomas. Luego se debe sentar con la cabeza baja, sentarse normal y finalmente andar. Este proceso puede durar hasta 10-15 minutos.

... y lo que no deberíamos hacer

Tan importante como los consejos descritos son las recomendaciones acerca de lo que no hay que hacer. Según el experto, esto es lo que habría que evitar:

• Alarmarse y comenzar la reanimación cardiopulmonar sin haber comprobado previamente si respira o tiene pulso.
• Dar pequeñas bofetadas para que recupere el conocimiento.

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• Incorporar al paciente demasiado pronto.
• Darle de comer o de beber antes de que la persona esté totalmente recuperada, en cuyo caso podrá tomar agua.
• Dejar a la víctima sola.

¿Qué hacer si sufrimos una lipotimia y estamos solos?

Una situación por la que, sin duda, nadie querría pasar es tener un síncope o lipotimia estando solos. Ahora bien, dado que es algo que puede suceder, conviene saber qué hacer para salir del apuro de la mejor manera posible. "Si sentimos que vamos a sufrir una lipotimia, debemos tumbarnos con las piernas en alto. De no ser posible en ese momento, es recomendable realizar maniobras para subir la presión arterial: por ejemplo, cruzar las piernas, contraer las manos y tensar los brazos", recomienda Rojas.