¿Qué es la hidrocefalia? Síntomas, posibles causas y tratamientos
Aunque puede ocurrir a cualquier edad, aparece con mayor frecuencia en bebés o en adultos de más de 60 años. Se considera que, al año, uno de cada mil niños nace con ella
La hidrocefalia es la acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. Este fluido, que normalmente lo protege, podría dañarlo al acumularse en exceso. Aunque la hidrocefalia puede ocurrir a cualquier edad, aparece con mayor frecuencia en bebés o en adultos de más de 60 años. Se considera que uno de cada mil bebés nace al año con hidrocefalia. En cuanto a los mayores, se calcula que hasta un 6% de personas a partir de 80 años la padecen y que estos datos aumentarán a medida que lo haga la esperanza de vida.
Causas de la hidrocefalia
Aunque en muchos casos se desconocen, la causas de la hidrocefalia son múltiples y se puede producir por obstrucción, mala absorción o exceso de producción del líquido cefalorraquídeo. Pueden ser congénitas, producidas por trastornos genéticos que alteren la circulación del líquido cefalorraquídeo al nacer, o adquirida, debido a otras causas que la generan de forma secundaria.
La hidrocefalia congénita puede ser primaria o secundaria, es decir, la patología principal o producida como consecuencia de otra enfermedad como una infección intrauterina o hemorragia de la matriz germinal. Dentro de las hidrocefalias congénitas están la malformación de Chiari y la estenosis del acueducto, un estrechamiento del conducto por donde normalmente circula el líquido cefalorraquídeo. La hidrocefalia congénita también puede ser causada por la enfermedad de Dandy Walker, así como por un trastorno genético ligado al cromosoma X.
En cuanto a las causas de hidrocefalia adquirida, las más habituales son la producida por infecciones del sistema nervioso central como la meningitis, hemorragias intracerebrales o traumatismos que afectan a los conductos de absorción del líquido cefalorraquídeo; las ocasionadas por un tumor cerebral o espinal, las que aparecen después de una cirugía de la nuca; la neurosarcoidosis, una enfermedad de tipo inflamatorio, o la que aparece por tener los ventrículos más grandes de lo normal.
Existe además otro tipo de hidrocefalia adquirida, la hidrocefalia crónica del adulto causada por el envejecimiento. Esta forma parte de un grupo de enfermedades neurodegenerativas que producen demencia en el paciente. Algunos de sus síntomas son comunes a otras enfermedades como el alzhéimer y el párkinson. Aunque hay una diferencia muy importante, la demencia causada por la hidrocefalia crónica del adulto es reversible mediante cirugía.
Síntomas de la hidrocefalia
Según la rapidez en la instauración de los síntomas, podemos clasificar la hidrocefalia en dos grandes tipos, aguda o crónica. En caso de hidrocefalia aguda, suelen producirse los siguientes síntomas: cefaleas intensas, náuseas, vómitos, somnolencia y bajada del nivel de consciencia hasta el coma. En la crónica se produce presión intracraneal, y deterioro cognitivo, además de lentitud en la marcha, falta de coordinación en algunos movimientos y pérdida del control de esfínteres.
Diagnóstico y tratamientos
Debido al amplio espectro clínico de los pacientes con hidrocefalia, la recuperación puede variar mucho entre unos y otros. Con carácter general, los pacientes con hidrocefalia aguda suelen necesitar ingreso hospitalario prolongado debido a la patología principal. Los pacientes con hidrocefalia crónica suelen presentar una evolución más rápida y favorable.
El tratamiento de la hidrocefalia se basa en realizar una técnica quirúrgica que consiga derivar a la circulación sanguínea el líquido cefalorraquídeo que tiene obstruida su circulación normal por alguna de las causas antes descritas.
Algunas de las hidrocefalias congénitas pueden tener tratamiento quirúrgico con derivación, endoscopia u otro tipo de cirugía
La hidrocefalia crónica del adulto se puede tratar quirúrgicamente, por ejemplo, colocando un tubo desde la cabeza hasta el abdomen, por debajo de la piel y con una válvula para regular el desagüe del líquido cefalorraquídeo. Algunas de las hidrocefalias congénitas pueden tener tratamiento quirúrgico con derivación, endoscopia u otro tipo de cirugía.
En algunos casos es recomendable realizar rehabilitación, que debe llevarse a cabo siempre en centros especializados. Es importante la reeducación de la marcha, pero también un soporte neurocognitivo destinado a enseñar mecanismos de estimulación de la memoria tanto al paciente como a sus familiares y convivientes.
El avance quirúrgico para enfermos de hidrocefalia es constante. Lo importante es que el paciente se ponga en manos de un especialista que aplique las técnicas más adecuadas a cada caso y menos invasivas para el paciente.
La hidrocefalia es la acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. Este fluido, que normalmente lo protege, podría dañarlo al acumularse en exceso. Aunque la hidrocefalia puede ocurrir a cualquier edad, aparece con mayor frecuencia en bebés o en adultos de más de 60 años. Se considera que uno de cada mil bebés nace al año con hidrocefalia. En cuanto a los mayores, se calcula que hasta un 6% de personas a partir de 80 años la padecen y que estos datos aumentarán a medida que lo haga la esperanza de vida.
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