Los peligros de los negacionistas de las cremas solares: un dermatólogo lo aclara todo

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Cada verano llegan las mismas preguntas. ¿Qué protector solar debemos usar? ¿Podemos tomar el sol sin protección para ponernos morenos? ¿Existen productos para acelerar el bronceado? Pero no nos hacemos la pregunta que los dermatólogos quieren escuchar: ¿es bueno y saludable el bronceado?

Hay personas que abogan por tomar el sol sin protección solar para “coger moreno más rápido”. Otras opinan que es mejor hacerlo poco a poco y conseguir un bronceado paulatino y seguro. Sin embargo, Angel Rosell, dermatólogo en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, no está de acuerdo en afirmar que existe una forma segura y saludable de ponerse moreno.

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Rosell explica que “es importante recordar que la fotoprotección solar es esencial para mantener una piel sana, evitando la aparición posterior del cáncer de piel”. Los datos son alarmantes y confirman que “el cáncer de piel lo vamos a padecer 4 de cada 10 españoles”, pero esto se podría evitar con unas buenas prácticas.

Necesario para la vitamina D

El doctor Rosell aclara que, aunque debamos protegernos ante los efectos del sol, “esto no significa que el sol no tenga propiedades positivas”. Es un factor esencial en “su contribución a la producción de vitamina D, una hormona que regula el metabolismo del calcio y el fósforo y que se encarga de mantener nuestros huesos bien”, detalla el dermatólogo.

Pero, entonces, ¿cuántos minutos son necesarios para beneficiarnos de los efectos del sol sin que nos perjudique? El dermatólogo Angel Rosell lo tiene claro: “Con 10 o 15 minutos de sol en las partes fotoexpuestas, como brazos y piernas, es suficiente para garantizar unos niveles adecuados”, en referencia a la vitamina D.

Es aceptado como sinónimo de belleza, pero no hay que aceptarlo como sinónimo de salud

Por otra parte, sobre las cremas con protección solar, el dermatólogo explica que “si la fotoprotección solar no es correcta, aparece el bronceado, que no deja de ser la respuesta de la piel al estímulo nocivo del sol”. Con estos datos, podríamos afirmar que, si llegamos a broncearnos, nuestra protección solar es insuficiente y nuestra piel ha recibido los perjuicios del sol.

Para finalizar, el doctor Rosell ha querido sacar una conclusión al respecto, y sentencia que “no se puede hablar, bajo ningún concepto, de bronceado saludable”. Además, nos deja con una frase que da que pensar, y es que “en la sociedad actual, el bronceado está aceptado como sinónimo de belleza, pero no debemos nunca aceptarlo como sinónimo de salud”.