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El University College de Londres respalda la siesta que te echas después de comer
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PARA UN CEREBRO SANO

El University College de Londres respalda la siesta que te echas después de comer

Los investigadores analizaron los datos de una gran cohorte de personas de entre 40 y 69 años, y descubrieron un interesante vínculo

Foto: Foto: iStock.
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¿Eres de los que se echan la siesta habitualmente? Hay muchos que lo hacen y muchos otros que no. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep Health concluye que las siestas diurnas (de entre 20 y 30 minutos de duración) pueden ralentizar el proceso de envejecimiento del cerebro y con ello mantenerlo en buena forma a lo largo del tiempo.

Los investigadores, dirigidos por el University College London (UCL) y la Universidad de la República de Uruguay, analizaron los datos de una gran cohorte de personas de entre 40 y 69 años, descubriendo un vínculo causal entre las siestas regulares durante el día y un mayor volumen cerebral total.

Evidencia protectora de la siesta

Recordemos que a mayor volumen cerebral total tenemos un menor riesgo de demencia y otras enfermedades neurodegenerativas. Esto es, las siestas se convertirían en una auténtica arma para preservar la salud del cerebro al disminuir la velocidad a la que nuestros cerebros se encogen a medida que envejecemos.

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"Nuestros hallazgos sugieren que, para algunas personas, las siestas cortas durante el día pueden ser parte del rompecabezas que podría ayudar a preservar la salud del cerebro a medida que envejecemos", explica Victoria Garfield, experta en epidemiología genética de la UCL y coautora del trabajo.

Los científicos se basaron en datos del estudio del Biobanco de Reino Unido, que recopiló información genética, de estilo de vida y de salud de 500.000 personas. Los expertos utilizaron los datos de 35.080 participantes de ese estudio con objeto de analizar si una combinación de variantes genéticas que se han asociado previamente con las siestas diurnas habituales también están relacionadas con el volumen cerebral, la cognición y otros aspectos de la salud del cerebro.

Durante el experimento, los científicos hicieron pruebas cognitivas de memoria visual y tiempo de reacción a todos los participantes, observando los escáneres cerebrales de imágenes por resonancia magnética (IRM) de algunos participantes en busca de cambios cerebrales estructurales. También se pidió a los participantes que informaran sobre sus hábitos de siesta.

placeholder Una breve siesta puede retrasar la contracción del cerebro, que ocurre más rápido en personas con enfermedades neurodegenerativas. (Pexels)
Una breve siesta puede retrasar la contracción del cerebro, que ocurre más rápido en personas con enfermedades neurodegenerativas. (Pexels)

Diferencia pequeña pero significativa

Los investigadores estimaron que la diferencia promedio en el volumen total del cerebro entre los que duermen siestas predispuestas o no predispuestas era igual a 2,6 a 6,5 años de envejecimiento. Pero en otras medidas (volumen del hipocampo, tiempo de reacción y procesamiento visual) no hubo diferencias en el rendimiento entre los dos grupos.

Los resultados del estudio mostraban "un aumento pequeño, pero significativo en el volumen del cerebro en personas que tienen una firma genética asociada con las siestas durante el día", comentó Tara Spires-Jones, presidenta de la Asociación Británica de Neurociencia y subdirectora del Centro para el Descubrimiento de las Ciencias del Cerebro de la Universidad de Edimburgo, que no participó en el estudio, a Science Media Centre.

"Las siestas cortas podrían ser parte del rompecabezas que podría ayudar a preservar la salud del cerebro a medida que envejecemos"

¿Predispuesto para la siesta?

Esto es, las personas genéticamente programadas para dormir la siesta tenían un volumen cerebral total mayor, un marcador de la salud del cerebro, especialmente en los adultos mayores. Según sus hallazgos, los investigadores dicen que existe una "asociación causal modesta" entre las siestas diurnas habituales y un volumen cerebral total más grande.

“Este es el primer estudio que intenta desentrañar la relación causal entre las siestas diurnas habituales y los resultados cerebrales, cognitivos y estructurales. Al observar los genes establecidos al nacer, la aleatorización mendeliana evita los factores de confusión que ocurren a lo largo de la vida y que pueden influir en las asociaciones entre la siesta y los resultados de salud. Nuestro estudio apunta a un vínculo causal entre las siestas habituales y un mayor volumen cerebral total”, dice Valentina Paz, profesora asistente de Psicología en la Universidad de la República de Uruguay.

"Espero que estudios como este que muestran los beneficios para la salud de las siestas cortas puedan ayudar a reducir cualquier estigma que todavía existe en torno a las siestas durante el día", agregó Garfield.

Limitaciones del estudio

Entre las limitaciones del estudio cabe destacar que el 100% de todos los participantes de la investigación eran de ascendencia europea blanca, por lo que quizá no podría generalizarse a otras etnias. Sea como fuere, hay muchos factores de riesgo que pueden provocar demencia y también muchos otros que pueden afectar al volumen del cerebro, por lo que también habría que anotarlo como limitación a la investigación.

¿Eres de los que se echan la siesta habitualmente? Hay muchos que lo hacen y muchos otros que no. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep Health concluye que las siestas diurnas (de entre 20 y 30 minutos de duración) pueden ralentizar el proceso de envejecimiento del cerebro y con ello mantenerlo en buena forma a lo largo del tiempo.

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