Los dos alimentos que son los mejores aliados para un corazón sano
Un equipo de científicos del Idibaps y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha descubierto que los niveles altos de carotenos en sangre pueden estar relacionados con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares
La aterosclerosis es un trastorno común pero peligroso, caracterizada por la acumulación de colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad), a menudo denominado colesterol malo, en las paredes interiores de los vasos sanguíneos. Con el tiempo, este colesterol se acumula para formar placas que pueden conducir a una constricción del diámetro interno de los vasos sanguíneos, lo que, a su vez, impide la circulación sanguínea. En algunos casos, estas placas pueden romperse y formar coágulos, lo que provoca ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares isquémicos cuando se obstruye el flujo de sangre al corazón o al cerebro.
Ahora, en un gran avance en la investigación sobre nutrición y salud, un equipo de científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha descubierto que contar con unos niveles más altos de carotenos en sangre podrían estar relacionados con un menor grado de aterosclerosis en las arterias y, en consecuencia, con una disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Salud del corazón
Investigaciones anteriores habían sugerido que los carotenos son capaces de controlar la aterosclerosis. “Sin embargo, los estudios realizados hasta la fecha no han sido concluyentes e incluso parece que, cuando se administran como suplemento, tienen un efecto perjudicial”, explica Gemma Chiva Blanch, líder del estudio publicado en la revista Clinical Nutrition.
En este trabajo, los investigadores examinaron a 200 participantes de 50 a 70 años de edad de la cohorte de aterosclerosis carotídea en individuos diabéticos tipo 2 recién diagnosticados (DIABIMCAP). Las muestras de sangre de los participantes se analizaron para medir las concentraciones de caroteno, a la vez que se utilizaron imágenes de ultrasonido para evaluar la presencia de placas ateroscleróticas en la arteria carótida.
Los resultados fueron bastante reveladores. Las personas con aterosclerosis tenían niveles más bajos de partículas grandes de HDL (también conocido como colesterol bueno) en comparación con las personas sin aterosclerosis. Los expertos también observaron que había conexiones positivas entre el α-caroteno (un tipo de antioxidante que se encuentra en ciertas frutas y verduras) y las partículas de HDL grandes y medianas. Por contra, a medida que aumentaba el número de placas ateroscleróticas (acumulación en las arterias), disminuían las concentraciones de caroteno en la sangre.
“El estudio concluye que cuanto mayor es la concentración de carotenos en la sangre, menor es la carga aterosclerótica, particularmente en las mujeres”, dijo Blanch. “Así, podemos confirmar que una dieta rica en frutas y verduras, y por tanto en carotenos, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares”.
La importancia de los pequeños cambios
Aunque se necesita más investigación para profundizar en los mecanismos subyacentes a estos resultados, este hallazgo podría tener un gran impacto en la forma en que entendemos la relación entre la dieta y la salud cardiovascular, lo que podría impulsar un cambio hacia una dieta más rica en carotenos para mitigar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, enfatizando la importancia de una dieta sana y equilibrada.
"El estudio aporta una nueva perspectiva a nuestra comprensión del papel vital que desempeña la dieta en la salud cardiovascular"
Alimentos ricos en carotenoides
Batatas: con un alto contenido de betacaroteno, estos tubérculos son una excelente fuente de este importante carotenoide.
Zanahorias: otra gran fuente de betacaroteno, las zanahorias vienen en varios colores, incluidos naranja, amarillo y morado. Todas ellas de increíble sabor y textura.
Calabazas: ricas en alfacaroteno y betacaroteno, las calabazas son un ingrediente versátil tanto para platos dulces como salados.
Melón: este dulce melón anaranjado tiene un alto contenido de betacaroteno y alfacaroteno.
Espinaca: esta hoja verde está repleta de luteína y zeaxantina, dos carotenoides importantes para la salud ocular.
Col rizada: otra hoja verde rica en luteína y zeaxantina, la col rizada se puede comer cruda en ensaladas o cocida.
Tomates: el licopeno, un poderoso antioxidante, se encuentra en altas concentraciones en los tomates, especialmente en los cocidos.
Mangos: repletos de betacaroteno y otros carotenoides, los mangos son una opción de fruta deliciosa y nutritiva.
Sandía: esta fruta refrescante también es una gran fuente de licopeno.
Pimientos: disponibles en varios colores, los pimientos son ricos en betacaroteno, luteína y zeaxantina.
La aterosclerosis es un trastorno común pero peligroso, caracterizada por la acumulación de colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad), a menudo denominado colesterol malo, en las paredes interiores de los vasos sanguíneos. Con el tiempo, este colesterol se acumula para formar placas que pueden conducir a una constricción del diámetro interno de los vasos sanguíneos, lo que, a su vez, impide la circulación sanguínea. En algunos casos, estas placas pueden romperse y formar coágulos, lo que provoca ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares isquémicos cuando se obstruye el flujo de sangre al corazón o al cerebro.