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El balón liberador de fármaco que comparten la uretra y el corazón
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'Hombres y titanes'

El balón liberador de fármaco que comparten la uretra y el corazón

Los 'stents' han revolucionado la cardiología y su éxito se está replicando en urología para tratar un problema frecuente que afecta de manera importante a la calidad de vida del paciente

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En la historia de la medicina, la cardiología ha sido siempre una de las especialidades que ha experimentado un mayor crecimiento e innovación. El primer desarrollo de stents metálicos durante las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado, y posteriormente, los stents liberadores de fármaco permitieron mejorar los resultados de la angioplastia simple con balón liberador de fármaco (BLF) llegando a convertirse en el estándar de tratamiento de la enfermedad coronaria.

En nuestra disciplina, la urología, el tratamiento que tradicionalmente hemos empleado para abordar patologías como la estenosis de uretra y la hiperplasia benigna de próstata (HBP) ha sido fundamentalmente quirúrgico.

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Sin embargo, actualmente, existe una alternativa a la cirugía a través de la técnica del balón liberador de fármaco (paclitaxel), conocido como Optilume. Una vez aplicado, el medicamento que contiene el balón se absorbe por el urotelio, donde permanece más de treinta días impidiendo la división celular e inhibiendo el crecimiento de tejido cicatricial nuevo que, a menudo, se repite después de dilataciones endoscópicas y de la fibrosis que también conduce a la estenosis.

Fuerte reducción de la recurrencia

Los resultados obtenidos sobre esta técnica en los ensayos clínicos ROBUST 1 y ROBUST 3 son muy prometedores, ya que evidencian que Optilume reduce significativamente la incidencia de recurrencia de la estenosis hasta en un 80% de los casos.

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La tecnología de balón Optilume se desarrolló en sus inicios como respuesta a la insatisfacción del paciente y del propio urólogo con las soluciones endoscópicas que, hasta ese momento, llevábamos a cabo para tratar las estenosis uretrales, ya que registrábamos altas tasas de recidivas.

La estenosis de uretra puede llegar a tener un impacto muy importante sobre la calidad de vida del paciente, pudiendo provocar complicaciones severas. Se trata de una patología que consiste en la estrechez o reducción del conducto que expulsa la orina desde la vejiga hasta el exterior y que afecta a más de un millón de varones por encima de 55 años en toda Europa.

La estenosis de uretra consiste en la estrechez del conducto que expulsa la orina. Afecta a más de un millón de varones mayores de 55 en Europa

Esta enfermedad es más frecuente en hombres que en mujeres, debido a que sus uretras son habitualmente más largas, por lo que son más proclives a sufrir enfermedades o lesiones. Sus síntomas suelen iniciarse con goteo al terminar de orinar, pérdida de fuerza en el chorro urinario, necesidad de orinar con urgencia y con frecuencia, infecciones de orina y obstrucción. Si esta obstrucción se prolonga en el tiempo, puede ocasionar problemas en otros órganos, como la vejiga, o incluso la pérdida de la función del riñón de forma irreversible.

En este sentido, la nueva tecnología supone un cambio de paradigma muy significativo con respecto al tratamiento de estas afecciones, ya que es mínimamente invasivo, se realiza de manera ambulatoria con sedación y ofrece mejores resultados que la cirugía, tanto en durabilidad y eficacia como en la prevención de formación de tejido cicatricial que suele aparecer tras una intervención quirúrgica.

Aunque el tratamiento que se debe prescribir de la estenosis de uretra dependerá de cada caso particular, este balón liberador de fármaco se presenta como una alternativa importante para los hombres con estenosis recurrentes que desean evitar o retrasar la uretroplastia.

En la historia de la medicina, la cardiología ha sido siempre una de las especialidades que ha experimentado un mayor crecimiento e innovación. El primer desarrollo de stents metálicos durante las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado, y posteriormente, los stents liberadores de fármaco permitieron mejorar los resultados de la angioplastia simple con balón liberador de fármaco (BLF) llegando a convertirse en el estándar de tratamiento de la enfermedad coronaria.

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