Estos son los síntomas del botulismo si has comido tortilla en mal estado: hazles caso

Considerada como una enfermedad grave, el botulismo está causado por una intoxicación que produce la bacteria Clostridium botulinum y que ataca directamente a las células nerviosas del cuerpo. Como la toxina no puede verse, ni olerse y su sabor tampoco es apreciable al gusto, puede resultar mortal.

Su aparición se da en alimentos caseros envasados, preservados o fermentados de manera inadecuada y donde las bacterias prosperan produciendo la toxina en ambientes con poco oxígeno. Es el llamado botulismo alimentario, el mismo que ha reportado el Grupo Empresarial Palacios Alimentación con una presencia inusual en su tortilla de patatas envasada fresca al plato.

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Mónica Millán Valera

Por el momento, hay cinco casos confirmados, todos ellos infectados entre el 24 de junio y el 10 de julio, aunque también hay otros cuatro casos probables. Las autoridades sanitarias han recomendado no consumir los productos de diferentes marcas si se tienen en casa y la empresa ya ha retirado sus tortillas de los supermercados. De ahí la importancia de conocer cuáles son los síntomas que produce.

Síntomas del botulismo

Los síntomas por el botulismo alimentario comienzan de 12 a 36 horas después de que la toxina ingresa en el cuerpo. Sin embargo, la manera en la que afecta al cuerpo depende de la cantidad consumida, por lo que la intoxicación puede durar horas o días. De notar cualquier sintomatología, será necesario acudir al centro de salud más cercano para tratarlo y que reporte a las autoridades competentes de cada comunidad autónoma.

Como hemos dicho, la toxina botulínica afecta al sistema nervioso y lo hace inhibiendo la liberación de acetilcolina. Esto provoca la parálisis flácida de los músculos esqueléticos o de ambos lados de la cara y fallo del sistema parasimpático.

Entre los síntomas está la dificultad para tragar, hablar y respirar, visión borrosa o doble, náuseas, vómitos y calambres abdominales

Asimismo, entre su sintomatología se encuentra la dificultad para tragar, hablar y respirar, sequedad en la boca, párpados caídos y visión borrosa o doble. Pero no solo eso, al tratarse de una intoxicación alimentaria, también pueden provocar náuseas, vómitos y calambres abdominales. En cualquier caso, no aumenta la presión arterial ni la frecuencia cardíaca, ni causa fiebre ni desorientación, aunque sí falta de aire y debilidad persistente y constante.