Menú
El protector solar, entre el error y el dilema (según expertos en cáncer de piel)
  1. Bienestar
Un debate abierto

El protector solar, entre el error y el dilema (según expertos en cáncer de piel)

Solo en 2021, alrededor de 1.055 personas fallecieron en España a causa de algún tipo de cáncer de piel

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Este verano no solo las temperaturas se están disparando y estabilizando en mínimas difíciles de soportar, con olas de calor que abarcan semanas. Con ellas, también lo hace la radiación ultravioleta del sol sobre nosotros, algo que a veces se nos olvida. Intentamos huir del calor entre el asfalto para estar en remojo. En la piscina o en la playa, echamos mano de la crema solar. Cada año, la importancia de proteger nuestra piel en jornadas así se asienta más en la conciencia social, pero resulta que a menudo se convierte en un gesto fallido.

Muchos son los errores que se siguen cometiendo a la hora de aplicarnos esa crema solar y, por tanto, de que el resultado alcance su cometido, es decir, prevenir los efectos de los rayos solares que en silencio penetran en nuestro cuerpo. Confiamos demasiado en una aplicación ligera y esporádica, en productos que no son los adecuados e, incluso, en evitar su uso.

Foto: El SPF de las cremas solares tiene un significado, pero no era el que creías (Freepik)

"Total, si alguna vez no existió", puedes pensar. ¿Pero estás seguro? Si bien el primer bloqueador solar se desarrolló hace menos de un siglo, existe evidencia de que ya los antiguos egipcios y griegos usaban mezclas de extractos de plantas contra el sol. Probablemente, no sabían tanto como sabemos ahora acerca de los efectos nocivos que este puede tener, pero la preocupación siempre estuvo ahí porque muchos de esos efectos se van dando en un proceso que nos alerta: quedarse bajo el sol nunca fue agradable.

Las consecuencias del bronceado

No es casualidad que el producto llegara a nuestras vidas en el momento en que las nociones en torno al bronceado empezaban a ser muy distintas a las que había tenido la humanidad hasta entonces: si antes se evitaba, y entre la población blanca, porque el blanco cuanto más blanco más poderoso resultaba, esta misma empezó a buscarlo a medida que el turismo y las vacaciones tomaban forma. De pronto, un tono de piel muy blanco significaba que no podías permitirte algo así, es decir, que no tenías poder. Desde entonces, este error sigue causando estragos.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Por suerte, como decíamos, la idea de que se puede disfrutar de la playa o la piscina, de que se pueden tener vacaciones sin hacer de nuestros cuerpos y nuestra propia salud un símbolo de las mismas (al fin y al cabo, lo que se busca es todo lo contrario) va calando, pero entonces aparecen otros errores.

Solo en 2021, alrededor de 1.055 personas fallecieron en España a causa de algún tipo de cáncer de piel, según datos recogidos por Statista. Aquel mismo año, Sanidad ordenaba la retirada de hasta 14 cremas solares por mentir en su etiquetado: los modelos en cuestión no informaron correctamente sobre su FPS (factor de protección solar), que estaban por debajo del mínimo establecido por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para considerarlo del 50. De la misma forma, otros que indicaban tener FPS 50+ eran inferiores a 60 (lo que tampoco coincidía con los límites para este caso marcados por el organismo).

"Un riesgo no probado contra un beneficio probado"

Sin embargo, el debate en los últimos años se ha centrado en otro aspecto: el de los componentes químicos que muchas de ellos contienen. Para evitarlos, hay quien decide no usar crema solar. Muchos dermatólogos advierten de que, en realidad, el asunto es una trampa: al tiempo que organismos como el Environmental Working Group en Estados Unidos lanzan advertencias sobre los posibles riesgos para la salud de los productos químicos de protección solar, otros expertos apuntan a que esto conduce a la población a enfrentar "un riesgo no probado contra un beneficio probado". Son palabras Darrell S. Rigel, profesor clínico de dermatología en la Escuela de Medicina Mount Sinai Icahn y expresidente de la Academia Estadounidense de Dermatología, que ha recogido Nicole Karlis en Salon.

Lo que hacen las cremas solares es bloquear la luz UV sobre nuestro cuerpo. Para ello, se valen de filtros físicos o químicos, o ambos, como dióxido de titanio y óxido de zinc, que crean esa conocida barrera física entre la piel y el sol

El beneficio del que habla Rigel es, por supuesto, el de dichas cremas. Para entenderlo primero hay que entender qué es exactamente un bloqueador solar y cómo funciona. Pues bien, lo hace bloqueando la luz UV a través de filtros físicos o químicos o ambos. Así, pueden contener moléculas de dióxido de titanio y óxido de zinc, entre otros, que se encargan de crear esa conocida barrera física entre la piel y el sol. Unos reflejan físicamente la luz de la piel, otros están diseñados para absorber los rayos UV, "actuando como esponjas que vuelven inofensivos los rayos dañinos".

Dos estudios llevados a cabo en 2019 y 2020 por la Administración de Alimentos y Medicamentos del Gobierno del país norteamericano (FDA) encontraron que los ingredientes químicos que se encuentran comúnmente en los protectores solares, como por ejemplo la oxibenzona, pueden absorberse en la piel y permanecer durante días en ella. Sin embargo, dermatólogos señalan que no hay evidencia que sugiera que sea dañino. Los propios autores de dichos estudios dejaban claro que sus hallazgos no significaban que las personas debían dejar de utilizar protector solar.

La investigación continúa abierta

"Los investigadores realizan abrumadoramente estudios que prueban la toxicidad de los UVF (filtros ultravioleta) de forma aislada al exponer los organismos de prueba a un químico a la vez", apunta al mismo portal Bruce A. Brod, profesor clínico de dermatología en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Según explica este experto, "de hecho, menos del 3% de los estudios de toxicología acuática publicados hasta la fecha han investigado mezclas completas de protectores solares, lo que deja una gran brecha de conocimiento por abordar". En cualquier caso, hay que prestar atención y considerar la ayuda de tu médico o farmacéutico de confianza a la hora de elegir uno de estos productos, ya que al tiempo que la investigación sigue indagando, organizaciones como Breastcancer denuncian que el problema está en que algunos de estos compuestos que forman parte de las cremas se consideran disruptores hormonales. Estos pueden afectar el modo en que el estrógeno y otras hormonas actúan en el cuerpo, bloqueándolas pero también imitándolas, rompiendo el equilibrio hormonal del cuerpo. Lo que sí se sabe hasta ahora es que el estrógeno puede provocar la aparición y el crecimiento del cáncer de mama.

Con el fin de dar una solución que pase por nociones más claras sobre las cremas solares a la espera de saber más sobre ellas, el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) de EEUU ha publicado recientemente esta guía de protectores en función de la cantidad de componentes que consideran potencialmente dañinos que contengan. Todos están de acuerdo en que hay que evitar las horas centrales del día, hidratarse bien y cubrirnos la piel siempre que podamos con ropa o con un sombrero.

Este verano no solo las temperaturas se están disparando y estabilizando en mínimas difíciles de soportar, con olas de calor que abarcan semanas. Con ellas, también lo hace la radiación ultravioleta del sol sobre nosotros, algo que a veces se nos olvida. Intentamos huir del calor entre el asfalto para estar en remojo. En la piscina o en la playa, echamos mano de la crema solar. Cada año, la importancia de proteger nuestra piel en jornadas así se asienta más en la conciencia social, pero resulta que a menudo se convierte en un gesto fallido.

Verano Ciencia Social Cáncer
El redactor recomienda