¿Qué hacer con los medicamentos en verano? Este sanitario lo explica (cuidado con el ibuprofeno)

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Llega el verano, las temperaturas suben y la nevera se llena de botellas de agua, refrescos y alimentos que, de estar fuera de la nevera, se pondrían malos en cuestión de horas debido al calor. Sin embargo, hay algo que también se puede estropear a causa de las altas temperaturas, pero que no conservamos en frío: las medicinas.

Hay medicamentos que, desde que los recogemos en la farmacia, nos indican que hay que conservar en frío, como algunos inyectables. Pero cada medicamento, incluso las pastillas para el dolor, tienen su límite en cuanto a temperatura ambiente se refiere. Esto es lo que explica el sanitario y divulgador Miguel Assal en un vídeo de TikTok, y nos da varios trucos para conservar y transportar los medicamentos en verano.

La cuenta de TikTok de Miguel tiene más de 2,1 millones de seguidores, ansiosos por aprender cosas nuevas en torno a la medicina en el hogar y primeros auxilios. Miguel ha decidido explicar por qué es peligroso el calor para los medicamentos. Si nos fijamos, en la caja o en el prospecto de la mayoría de pastillas, vienen unas indicaciones de conservación, señalando la temperatura ambiente máxima a la que guardar ese medicamento, entre 25 y 30 °C.

Cómo conservar nuestros medicamentos en verano

Para conservar los medicamentos, Miguel afirma que, aquellos que el fabricante indique que hay que conservar “entre 2 y 8 °C, siempre en nevera, pero nunca en el congelador”. Estos son los medicamentos más delicados, y hay que transportarlos en nevera con hielo si vamos a viajar con ellos. Lo más importante es “no romper la cadena de frío de estos medicamentos”, recuerda el sanitario, especialmente en verano.

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Para aquellos medicamentos que indique en la caja “no conservar a temperaturas superiores a 30 °C”, Miguel llama a la calma, ya que con guardarse en un cajón sin que les dé la luz del sol, será suficiente, incluso si la temperatura interior del hogar sube más de los grados recomendados.

Para transportarlos cuando viajemos, basta con llevar estos medicamentos en un isotermo o neverita, sin necesidad de hielo. En el caso de las “cremas, perlas o supositorios”, Miguel explica que, con el calor, estos se deshacen y ya no se pueden emplear. Por eso hay que meterlos en la nevera. En su vídeo hace una demostración directa, aplicando calor a este tipo de medicamentos con un secador. “Si ha perdido su forma o ha cambiado su apariencia, desechado”, aconseja tajante el sanitario.

¿Y qué pasa con el ibuprofeno?

Miguel hace una mención especial al ibuprofeno, esas pastillas para el dolor que todos tenemos por casa. “Si te tomas un ibuprofeno y además estás deshidratado, puede afectar gravemente a tus riñones”, explica. Algo parecido ocurre con los antihistamínicos, que “impiden la pérdida calórica, es decir, agravan una situación de insolación o golpe de calor”, indica. Por último, Miguel explica que en verano debemos prestar especial atención a los medicamentos “fotosensibles”, como los antibióticos, ya que nos pueden producir quemaduras en la piel con la exposición al sol.