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La falta de dientes y sus impactos en la salud digestiva
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La falta de dientes y sus impactos en la salud digestiva

En este artículo, trataré de explicaros los peligros de una masticación inadecuada y cómo los profesionales de la odontología podemos ayudar a nuestros pacientes a abordar estos problemas

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A menudo subestimamos las complejas funciones que realiza nuestra boca a diario, a menos que algo salga mal. Además de ser la puerta de entrada al tracto digestivo, la boca desempeña un papel crucial en el proceso de digestión. Los dientes cortan, desgarran y trituran los alimentos, la lengua los mezcla y saborea, y la saliva los lubrica para facilitar la deglución. Estas etapas marcan el comienzo de la digestión. Sin una masticación adecuada y una buena mezcla de los alimentos con la saliva, se dificulta el proceso de descomposición de los alimentos en componentes más pequeños, lo que afecta negativamente la absorción de nutrientes esenciales en el intestino.

Papel social de la boca

Además de su función digestiva, la boca también tiene un importante papel social. Una sonrisa bonita y saludable es deseada por casi todos, y a boca es una de las áreas más sensibles y receptivas de nuestro cuerpo, capaz de brindarnos placer a través del sentido del gusto y la expresión. Sin embargo, cuando algo está mal en nuestra boca, como la falta de dientes, problemas en las encías o dolor bucal, esa sensibilidad y placer pueden convertirse en incomodidad y malestar.

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Problemas de encías

La masticación ejerce una notable presión en las mandíbulas y encías, incluso cuando se cuenta con todos los dientes. No obstante, cuando hay falta de dientes, tanto las mandíbulas como las encías se ven obligadas a realizar un esfuerzo adicional para lograr los mismos resultados. En consecuencia, comer sin dientes puede generar un desgaste excesivo en las encías, incrementando también la presión sobre los dientes remanentes.

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Además, la falta de dientes conlleva una reabsorción del hueso y una retracción de las encías debido a la pérdida de función. Estos factores combinados pueden dar lugar a dolor, sangrado e irritación en las encías. Es importante destacar que estas afecciones también pueden aumentar el riesgo de infecciones periodontales, como la gingivitis y la periodontitis.

Impacto en la mandíbula

La falta de dientes no solo tiene consecuencias en las encías, sino que también afecta directamente a la mandíbula. Cuando hay espacios vacíos debido a la ausencia de dientes, la mandíbula se ve obligada a adaptarse a esta situación. Esta adaptación puede debilitar la mandíbula con el tiempo y, en casos más graves, puede incluso ocasionar fracturas que requieren intervención quirúrgica.

Los dientes desempeñan un papel crucial en la estructura facial y proporcionan soporte a los tejidos circundantes

Además, la falta de soporte dental puede tener un impacto en la forma de la cara. Los dientes desempeñan un papel crucial en la estructura facial y proporcionan soporte a los tejidos circundantes. Sin este soporte, la forma de la cara puede cambiar gradualmente, lo que puede afectar la estética y la armonía facial, hundiéndose la parte del labio o del carrillo que apoyaba contra ese hueso.

Problemas digestivos

La falta de dientes dificulta la masticación adecuada de los alimentos, lo que puede ocasionar problemas digestivos. Los trozos grandes de comida no triturada pueden causar diversos problemas, desde obstrucciones en el esófago hasta dificultades en la digestión. El sistema digestivo es complejo y requiere que todas sus partes funcionen en armonía para obtener los mejores resultados.

La masticación activa la producción de saliva, que ayuda a mover los alimentos desde el estómago hasta el intestino delgado. Además, la acción de masticar indica al tracto gastrointestinal que la comida está en camino, lo que activa la producción de ácido estomacal y enzimas digestivas para un correcto funcionamiento intestinal.

Importancia de la rehabilitación oral con implantes o puentes

Si bien los alimentos blandos pueden ser una solución temporal, no son suficientes para satisfacer todas las necesidades nutricionales. Es crucial recomendaros la rehabilitación oral, que incluye opciones como prótesis semifijas e implantes dentales, para garantizar una nutrición completa. Dos de las opciones más comunes son los puentes dentales y los implantes. Aunque ambos procedimientos pueden reemplazar uno o varios dientes perdidos, son procedimientos diferentes.

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Hoy en día la solución ideal por excelencia son los implantes, pues no se afecta a los dientes sanos vecinos, la predictibilidad y duración es mayor, frenan la reabsorción del hueso en el lugar de reemplazo de la raíz original y permiten seguir utilizando hilo dental.

En definitiva, es fundamental concienciarnos sobre la importancia de abordar la falta de dientes a través de la rehabilitación oral. Es esencial conseguir un reemplazo adecuado para mantener la funcionalidad, la alineación del resto de los dientes, la forma de la cara y evitar dificultades al comer o al hablar. Además, vivir sin dientes puede tener graves consecuencias para la salud gastrointestinal, así como afectar las encías y los dientes restantes.

A menudo subestimamos las complejas funciones que realiza nuestra boca a diario, a menos que algo salga mal. Además de ser la puerta de entrada al tracto digestivo, la boca desempeña un papel crucial en el proceso de digestión. Los dientes cortan, desgarran y trituran los alimentos, la lengua los mezcla y saborea, y la saliva los lubrica para facilitar la deglución. Estas etapas marcan el comienzo de la digestión. Sin una masticación adecuada y una buena mezcla de los alimentos con la saliva, se dificulta el proceso de descomposición de los alimentos en componentes más pequeños, lo que afecta negativamente la absorción de nutrientes esenciales en el intestino.

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