Una nutricionista da las claves para reducir el consumo de azúcar tras el verano

• Los sencillos pasos para reducir el azúcar de la dieta y mejorar la salud
• Tipos de azúcar: diferencias entre la glucosa, fructosa y sacarosa

Ahora que el verano comienza su recta final, son muchas las personas que empiezan a pensar en los excesos cometidos durante las vacaciones. Las altas temperaturas, las jornadas en la playa o las salidas nocturnas conllevan muchas veces al consumo de alimentos que contienen gran cantidad de azúcar, lo que tiene un impacto negativo para nuestra salud.

Lina Begdache, profesora asociada de salud y bienestar en la Universidad de Binghamton, en el estado de Nueva York, asegura que “muchos de los alimentos y bebidas que consumimos durante el verano son fuente importante de azúcares añadidos”. Entre ellos habló de los refrescos, bebidas frías, zumos, té y café, así como bebidas energéticas, helados, dulces y postres. Pero no son los únicos, también habla de los cereales para el desayuno, los aliños para ensaladas, los yogures de fruta y las salsas para pasta.

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La también nutricionista, cuyos estudios incluyen el impacto de la nutrición y el estilo de vida en los comportamientos neurológicos y el estado de ánimo, aseguró que un consumo excesivo de azúcar puede tener un efecto perjudicial en la salud física y mental.

La adición del azúcar

“El azúcar tiene una propiedad adictiva, por lo que reducirlo puede provocar síntomas de abstinencia, como antojos y dolores de cabeza”, afirmó Begdache en declaraciones a Newswise. Además de un aumento de peso, su consumo deriva en hambre constante, fatiga, alteraciones del sueño, problemas gastrointestinales, cambios de humor, pérdida de motivación, enfermedades cardiacas y disminución del flujo sanguíneo en los órganos.

Sin embargo, ofreció una serie de trucos para que la glucosa no se dispare más de la cuenta este otoño. Son estos:

• Leer las etiquetas y los ingredientes de los alimentos para reducir los azúcares ocultos.
• Hay que tener en cuenta el efecto glucémico de los alimentos, ya que cuanto mayor sea más negativos serán los efectos.
• Hay que incorporar más proteínas y grasas saludables en las comidas con alto contenido en carbohidratos. Así se reduce la velocidad de absorción del azúcar en sangre.
• Consumir más fibra en las comidas reduce el efecto glucémico de los alimentos.

En definitiva, se trata de “ser conscientes de lo que comemos y bebemos", ya que esto "nos ayudará a reducir el consumo de azúcar”, concluyó Begdache.