Las 5 cosas que nunca deberías hacer si tu hijo está enfermo, según una pediatra de Harvard

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Es normal que los niños enfermen, y como padres es importante brindarles todo el apoyo y la ayuda que necesiten hasta que se pongan del todo bien. Pero, pese a las buenas intenciones de los progenitores, a menudo es fácil caer en errores que podrían ser perjudiciales para el tiempo de recuperación de nuestro retoño, o que incluso podrían hacerle enfermar más.

Recientemente ha hablado sobre ello la doctora Kelly Fradin, una pediatra licenciada en Harvard, escritora de un libro sobre paternidad y madre de dos hijos. Su experiencia académica, profesional y personal le han dado muchas herramientas para saber cómo actuar en caso de enfermedad de los más pequeños, y ha querido compartir algunos de sus consejos.

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Tal como dice Fradin de manera muy elocuente, ver a un hijo enfermo nos hace enfrentarnos a una mezcla de emociones muy intensa: "miedo, amor, confusión, preocupación y tristeza". Pero por ello mismo, una carga emocional tan grande puede llevarnos a precipitarnos o a actuar de manera inadecuada.

Cinco cosas que no deberías hacer

Para ayudar a otros padres que puedan encontrarse en esta situación, la pediatra ha seleccionado cinco cosas básicas que sería mejor evitar a toda costa cuando nuestro hijo pequeño se encuentre mal. Se trata de consejos personales, trasladados de cómo encara ella misma las enfermedades que surgen en momentos puntuales entre sus dos hijos.

• No despertarles cuando tienen fiebre y están durmiendo, ni siquiera para darles la medicación. Aunque sea la hora de que tomen la medicina, es aún más importante que continúen el descanso si ya están durmiendo, ya que el sueño es esencial para curarse mejor y más rápidamente. Ya les daremos la medicina cuando se despierten, si hace falta.
• No dudar en darles medicinas que puedan necesitar. Claro, que si están despiertos y con fiebre, la medicina es uno de nuestros grandes aliados. La pediatra recomienda paracetamol e ibuprofeno si vemos que al niño le cuesta respirar, beber líquidos o dormir. Eso sí, también avisa de que, si después de estar dándole estos medicamentos durante más de tres días la cosa no mejora, no nos queda otra que llevarle al médico.

Darles la medicina adecuada es importante, pero aún más que duerman correctamente

• No entrar en pánico por lo que diga el termómetro, y fijarse mejor en cómo está el niño. Según la doctora Fradin, "los termómetros no son los instrumentos más precisos", y marque el número que marque, es aún más importante observar bien la respiración y el aspecto de nuestro hijo para hacernos una idea de la posible gravedad de su condición.
• No utilizar más que miel contra la tos. La pediatra opina que medicamentos como la codeína y el dextrometorfano pueden hacer más mal que bien si los usamos en estos casos, y que puede ser arriesgado especialmente si sus ingredientes entran en conflicto con otras medicinas que estén tomando. Para ella, la miel, o el jarabe para la tos con miel como principal ingrediente, es la mejor opción.
• No medir la medicina en cucharadas. Esta forma de cuantificar la cantidad de medicina puede ser muy engañosa, ya que difícilmente nos permite medirla con exactitud. Además, las cucharas tienen diferentes tamaños. Es mejor establecer las dosis en mililitros, y por supuesto tener en cuenta la edad y tamaño del niño.