¿Qué es la septicemia, cuáles son sus síntomas y por qué puede llegar a ser mortal?

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Este domingo hemos conocido la noticia de la muerte del periodista Pepe Domingo Castaño, debido a una infección intestinal que derivó en septicemia. Este síndrome, al que también se conoce como sepsis, es una afección grave y potencialmente mortal que se produce cuando, después de contraer una infección, la respuesta inmunitaria de nuestro cuerpo es incorrecta y excesiva, lo que acaba resultando en una reacción en cadena que provoca el daño de tejidos y órganos, y que puede causar una disfunción multiorgánica.

La septicemia es un problema de salud muy extendido en el mundo, que afecta a muchas personas. De hecho, los datos de la Organización Mundial de la Salud indican que esta afección causa 11 millones de muertes al año, lo que supone uno de cada cinco fallecimientos en el mundo. El síndrome se ceba especialmente en personas vulnerables: niños recién nacidos, ancianos, individuos con el sistema inmunitario debilitado y personas con pocos recursos, entre otros.

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Para combatir este problema, la OMS lleva tiempo pidiendo a la comunidad internacional acciones como unos estudios más fiables para obtener datos de calidad sobre los casos de septicemia, una mayor financiación para su investigación, o unos diagnósticos más rápidos y asequibles para identificar desde el primer momento a las personas afectadas, lo cual es clave para salvar sus vidas.

Síntomas de la septicemia

La infección que acaba produciendo septicemia suele iniciarse en intestinos, pulmones o vías urinarias. Es muy importante detectar rápidamente esta condición, y acudir al médico si notamos los siguientes síntomas tras una infección:

• Ritmo cardiaco más rápido de lo normal, o un pulso muy bajo
• Dificultades en la respiración
• Sudoración excesiva
• Fiebre y escalofríos
• Aturdimiento
• Molestias o dolores

La septicemia puede avanzar y convertirse en un choque séptico, un estado de especial gravedad que reduce drásticamente la presión arterial e incrementa el riesgo de muerte. Las septicemias leves suelen curarse en su mayoría si son identificadas, pero cuando se llega al punto del choque séptico la tasa de mortalidad es de entre el 30 y el 40%. E incluso en el caso de sobrevivir, pueden quedar secuelas y ser más propenso a desarrollar otras infecciones en el futuro.

La septicemia puede desarrollar un choque séptico, que es especialmente grave y peligroso

Por todo ello es fundamental ser diagnosticados lo antes posible, y recibir un tratamiento rápido y adecuado que pueda salvarnos. Los antibióticos, líquidos intravenosos y medicamentos específicos, dependiendo de las necesidades de cada caso, son algunos de los recursos que utilizan los médicos para combatir la septicemia o sepsis.