El principal problema de salud en España no para de crecer y no se está tratando bien

El dolor crónico es aquel que tiene lugar de forma continua (durante más de cuatro días a la semana) y persiste desde hace al menos tres meses. Desde el año 2001, está considerado como una enfermedad en sí mismo y no como un síntoma asociado a otras patologías, documenta la Fundación Grünenthal.

Dicha institución insiste en que “la enfermedad de dolor crónico presenta un gran impacto negativo en la calidad de vida del paciente, repercutiendo significativamente en su vida cotidiana. Desarrollar actividades físicas o los impedimentos para llevar a cabo las actividades diarias suponen una gran carga para los pacientes y su entorno, sumándose además a este impacto sanitario la afectación de las esferas biológica, psicológica y social”.

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Patricia Matey

Se ha convertido en la enfermedad más frecuente en España y el principal motivo de consulta médica, con una prevalencia de casi el 27% de la población. Y, sin embargo, es la peor tratada, ya que la mayoría de los pacientes (64%) no recibe tratamiento específico de su dolor en atención primaria. Así lo afirmaron los organizadores del XIX Congreso Nacional de la Sociedad Española del Dolor (SED), que han pedido en una nota de prensa que el dolor crónico sea considerado enfermedad y se dote de recursos para su manejo, lo que incluye la formación de profesionales sanitarios y la creación de unidades de dolor multidisciplinares.

“El dolor crónico es una patología por sí mismo que supone el principal problema de salud en España, ya que es el primer motivo de consulta médica. A pesar de eso, los profesionales sanitarios no están formados en su manejo”, ha alertado la presidenta de la SED, María Madariaga.

Infradiagnóstico

Como consecuencia de esta falta de formación, los pacientes están infradiagnosticados, ha advertido Madariaga. Hasta el 40% de las personas que reconocen padecerlo no cuentan con un diagnóstico de dolor crónico, a pesar de llevar una media de 12 años con el mismo, según datos de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP).

“El dolor que no se trata de forma adecuada puede convertirse en crónico y los pacientes son más propensos a sufrir bajas laborales y trastornos mentales”, ha comentado Maite Bovaira, presidenta del Comité Organizador del Congreso. El 29% de los afectados ha requerido baja laboral con un tiempo medio de cinco meses y el 32% ha tenido que abandonar su trabajo, con los consiguientes costes asociados, según el Barómetro del dolor crónico en España, en el que ha participado la SED. Además, el 22% de los pacientes sufre depresión y el 27% ansiedad.

Niños con dolor

El infradiagnóstico es aún mayor en niños y adolescentes, según una revisión de estudios del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre y la Universidad Miguel de Cervantes publicada en la revista Children, que afirma que entre el 15 y el 30% de la población pediátrica lo padece.

Los autores han concluido que “es una condición infradiagnosticada, no es tratada adecuadamente por los profesionales de la salud”. Además, “el grado de conocimiento de los profesionales de la salud parece ser insuficiente con respecto a estos aspectos del dolor crónico pediátrico”, han añadido. En este sentido, la investigación refleja que “el conocimiento de los profesionales de la salud no está relacionado con investigaciones recientes que identifican la hiperexcitabilidad central como el factor principal que afecta el inicio, la persistencia y el manejo del dolor crónico pediátrico”.

"En general, los equipos dedicados al dolor crónico infantil incluyen pediatras, anestesistas, neurólogos, oncólogos, expertos en cuidados paliativos y médicos de familia como líderes de equipo"

Los niños y adolescentes que no reciben tratamiento adecuado para el dolor crónico “ven limitada su calidad de vida en todos los ámbitos: emocional, social y educativo”, ha destacado Carlos Goicoechea, copresidente del Comité Científico del Congreso de la SED. “Sufren ausencias repetidas en el colegio, menor rendimiento académico, reducidas actividades sociales y dificultades para el sueño, entre otros”, ha señalado.

En este sentido, y durante la pasada celebración de la X Jornada Nacional de Dolor Infantil organizada por la Fundación Grünenthal, el Dr. Pablo Ingelmo, director del Centro Interdisciplinar de Dolor Complejo Pediátrico 'Familia Edwards', del Montreal Children’s Hospital de Canadá, concretó: “Se ha estimado que entre la mitad y tres cuartos de los adolescentes con dolor crónico se convertirán en adultos con dolor crónico si no se tratan”.

El experto incidió en la importancia de formar pediatras y médicos de familia para que reconozcan, prevengan y traten los casos más simples de dolor infantil, reservando la derivación para casos más complejos.

“En general, los equipos dedicados al dolor crónico infantil incluyen pediatras, anestesistas, neurólogos, oncólogos, especialistas en cuidados paliativos y médicos de familia como líderes de equipo. Los equipos multidisciplinares también incluyen farmacólogos, enfermeras, fisioterapeutas, psicólogos, trabajadores sociales, maestros y profesionales de las terapias ocupacionales complementarias”, ha explicado el doctor Ingelmo, quien precisa que todo el equipo de salud está en contacto diario con el dolor crónico infantil de una u otra manera, “aunque no lo sepa”.

La falta de unidades del dolor multidisciplinares en muchas comunidades autónomas y el retraso en la derivación a las mismas es otra de las dificultades que afrontan los pacientes con dolor crónico, ha advertido la SED, y además ha denunciado que la mayoría están “infradotadas, sin la participación de diferentes especialidades y sin que haya psicólogos, rehabilitadores o terapeutas ocasionales”.