Menos riesgo de cáncer hematológico tras la cirugía bariátrica
Un nuevo estudio advierte de beneficios inesperados de la misma, ya que los que se sometieron a este procedimiento tuvieron un 40% menos de riesgo de desarrollar algunas patologías oncológicas
Está bien establecido que la obesidad se asocia con comorbilidades graves, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, según constatan algunos estudios, por ejemplo el publicado en el European Journal of Cardiology. En las últimas décadas, también se ha hecho cada vez más evidente que la obesidad es un factor de riesgo de neoplasias malignas.
Según el Grupo de Trabajo de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay pruebas suficientes en humanos de que la obesidad está relacionada con 13 formas específicas de cáncer, y así se revela en un trabajo recogido en The New England Journal of Medicine.
De ellos, el mieloma múltiple es la única neoplasia maligna hematológica que se considera actualmente relacionada con la obesidad. Aunque los estudios indican una asociación entre la obesidad y otros tipos de cánceres.
En declaraciones a El Confidencial, el Dr. Federico del Castillo, cirujano general y digestivo, responsable de la Unidad de Cirugía Bariátrica del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), documenta: “La relación entre la obesidad mantenida en el tiempo y la aparición de cáncer es conocida desde hace tiempo. La obesidad es un factor de riesgo para varios cánceres importantes, incluido el cáncer de mama posmenopáusico, colorrectal, endometrial, riñón, esófago, páncreas, hígado y vesícula biliar. El exceso de grasa corporal aumenta aproximadamente un 17% el riesgo de mortalidad específica por cáncer”.
E insiste: “La cirugía de la obesidad es el mejor tratamiento definitivo (reconocido por la OMS) para las enfermedades asociadas a la obesidad mórbida como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial o las grasas, como el colesterol, elevadas en sangre. Al ser estos factores de riesgo cardiovascular, otras enfermedades como las cardiacas, la apnea del sueño o el hígado graso sufren una mejoría impactante para la vida de los pacientes que se someten a estas intervenciones”.
En trabajos económicos antiguos y recientes, están reconocidos estos procedimientos quirúrgicos como los más rentables a la hora de tratar a largo plazo todas las enfermedades que derivan de este sobrepeso mantenido. “Merece la pena invertir en tratar y prevenir a medio o largo plazo”, reconoce el experto.
Apunta, además, que “se recomienda a todos los pacientes que cumplan los estrictos y regulados criterios que existen para reunir las condiciones adecuadas para someterse a estos procedimientos, a partir de índices de masa corporal de 30 y enfermedades graves asociadas”.
Nuevas evidencias
Ahora llega una nueva investigación que constata que someterse a la cirugía se asoció con un 40% menos de riesgo de cáncer de la sangre.
En el estudio, los investigadores utilizaron datos del informe Sujetos suecos obesos (Swedish Obese Subjects, SOS, en inglés), de la Universidad de Gotemburgo, y del Registro de Cáncer del Consejo Nacional de Salud y Bienestar para investigar sobre más de 2.000 personas que se sometieron a cirugía bariátrica (para perder peso) y luego compararlas con otras tantas que también eran obesas, pero no se sometieron al procedimiento.
Durante el periodo de seguimiento, 34 de los pacientes del grupo de cirugía desarrollaron cáncer sanguíneo y también tuvieron una pérdida de peso significativa. En el grupo de control, 51 personas desarrollaron cáncer sanguíneo, pero permanecieron obesas.
La mayoría de los cánceres sanguíneos observados fueron linfomas. Cuando se estudiaron por separado, hubo una reducción del 55% en el riesgo de linfoma en el grupo que se había sometido a cirugía bariátrica. Las mujeres con niveles altos de azúcar en sangre (glucosa) al inicio del estudio parecieron beneficiarse más de la cirugía bariátrica, encontraron los investigadores. Los hallazgos fueron publicados recientemente en línea en la revista The Lancet Healthy Longevity.
Niveles de azúcar y cáncer
"El beneficio de la cirugía está vinculado con los niveles de glucosa en sangre al inicio. El riesgo reducido de cáncer (sanguíneo) fue mucho más pronunciado si los niveles de azúcar en sangre de las mujeres eran altos al principio, lo que muestra claramente que el azúcar en sangre es un factor importante en el desarrollo del cáncer", ha afirmado la autora Magdalena Taube, profesora asociada de medicina molecular y clínica en la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo.
Lo que sucede para crear el vínculo entre la obesidad y los cánceres sanguíneos es complejo, han asegurado los autores. Puede involucrar inflamación crónica y un tipo de factor de riesgo genéticamente relacionado con el cáncer sanguíneo. Las mejoras metabólicas que ocurren después de la cirugía bariátrica, incluyendo menor inflamación, pueden reducir el riesgo de cáncer, sugirieron los investigadores.
"España es el 7° país del mundo donde más cirugía bariátrica se realiza y el tercero en cirujanos acreditados para realizar estas técnicas"
"Los resultados brindan un mayor respaldo para considerar la obesidad como un factor de riesgo para el cáncer (sanguíneo), y que la cirugía bariátrica puede reducir el riesgo de cáncer sanguíneo en mujeres obesas", ha insistido Taube en un comunicado de prensa de la universidad.
El Dr. Del Castillo reconoce: “Los resultados son impactantes, pero no son una sorpresa. Desde hace años se estudia la relación entre la aparición de tumores asociados al sobrepeso como factor de riesgo, cosa que siempre ha existido, pero de lo que cada vez sabemos más gracias a la investigación. España es el 7° país del mundo donde más cirugía bariátrica se realiza y el tercero en cirujanos acreditados para realizar estas técnicas. Nuestra experiencia es respetada y está a la vanguardia en estos tratamientos”.
Está bien establecido que la obesidad se asocia con comorbilidades graves, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, según constatan algunos estudios, por ejemplo el publicado en el European Journal of Cardiology. En las últimas décadas, también se ha hecho cada vez más evidente que la obesidad es un factor de riesgo de neoplasias malignas.