España tiene el único banco del mundo de metástasis cerebrales humanas vivas

El tratamiento de los tumores está en constante revolución desde hace unos años, un progreso que debe gran parte de su éxito al avance de las tecnologías relacionadas con la secuenciación genética. Sin embargo, los oncólogos se topan con una realidad tozuda: las metástasis. “Lo que se dice es que en el 90% de los casos, la muerte por cáncer está asociada a la generación de metástasis, por lo tanto, el foco tiene que estar en la metástasis”, apunta Manuel Valiente, jefe del laboratorio de metástasis cerebral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Entre el 10% y el 30% de las personas con tumores desarrollan metástasis cerebrales, una consecuencia frecuente de cualquier neoplasia, aunque es más habitual en los tumores primarios de pulmón (50-60%), mama (15-20%), melanoma (5-10%) y colorrectal (4-6%). Existe una amplia variedad de tratamientos eficaces para los cánceres primarios, pero “para las metástasis, las estrategias terapéuticas no son tan buenas”, advierte Valiente.

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Para avanzar en este campo, Manuel Valiente y Eva Ortega-Paíno han creado el primer biobanco del mundo de muestras vivas de metástasis cerebrales, que se encuentra en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Los tejidos se obtienen durante la intervención quirúrgica de pacientes afectados por metástasis. Hasta el momento, la colección, llamada Renacer (acrónimo de Red Nacional de Metástasis Cerebral), cuenta con muestras de 150 pacientes, procedentes de 18 hospitales españoles.

Las muestras se conservan vivas, en cultivos en los que las células siguen comportándose de manera similar a como lo hacían en el organismo

Su gran peculiaridad, y lo que convierte a Renacer en una herramienta valiosa para la comunidad científica internacional, es que las muestras se conservan vivas, en cultivos en los que las células siguen comportándose de manera similar a como lo hacían en el organismo.

Avatares para buscar la mejor terapia

En un artículo publicado en la revista Trends in Cancer, Valiente y Ortega-Paíno exponen las ventajas de Renacer: “Hemos construido un biobanco vivo y esta característica puede ser transformadora no solo para la investigación, sino también para el diseño de ensayos clínicos, especialmente cuando se centran en necesidades clínicas no cubiertas, como la metástasis cerebral”.

Argumentan que el que las células estén vivas permite, por ejemplo, estudiar su respuesta ante fármacos específicos. Además, disponer de esas muestras abre la posibilidad de crear avatares de cada paciente con el fin de identificar las mejores opciones terapéuticas de manera personalizada.

“Ya se han firmado contratos de investigación para explotar cultivos organotípicos derivados de pacientes como avatares, para generar biomarcadores de sensibilidad o resistencia a fármacos específicos”, explican los autores en su artículo.

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Los hospitales de Renacer trabajan en red para trasladar los resultados de investigación a los pacientes lo más rápido posible. De hecho, revelan los investigadores, gracias a esta red ya hay dos ensayos clínicos en marcha, que determinarán la capacidad de dos biomarcadores para discriminar los casos en que será efectiva la radioterapia, uno de los tratamientos más empleados y que conlleva efectos secundarios.

Empoderar al paciente donante

El requisito de que las muestras estén vivas no es fácil de cumplir, ya que exige un despliegue logístico sofisticado. Las muestras salen del quirófano en un contenedor especial, en su medio de cultivo a una temperatura de entre 4 y 8 grados centígrados. En menos de 24 horas deben llegar al biobanco del CNIO, en Madrid, donde se procesan, se realizan los cultivos organotípicos y se dividen en partes alícuotas que se almacenan como muestras para futuras investigaciones. Además, se analizan con diversas técnicas y se secuencian para extraer la mayor cantidad posible de información de ellas. Todos los datos se introducen en una base de datos abierta a la comunidad científica internacional.

La iniciativa acerca a todos los actores involucrados: pacientes, investigadores, personal sanitario y del biobanco

“Esto sucede pocos años después de que se lanzara el proyecto”, señala Valiente. “Es una estrategia que ayuda a mejorar tanto el conocimiento como las opciones de diagnóstico y tratamiento, pero además acerca a todos los actores involucrados: pacientes -es fundamental empoderarles-, investigadores básicos, investigadores químicos, personal sanitario y del biobanco”, enfatiza el científico.

Renacer está financiada por la Fundación Ramón Areces y, además de los 18 hospitales, en ella participa el Grupo Español de Pacientes con Cáncer.