El SOS de los médicos israelíes y palestinos en las revistas científicas

A punto de cumplirse un mes del ataque de Hamás contra los asistentes al Festival de Música Nova, el conflicto entre Israel y Palestina se agrava más cada día que pasa. La comunidad internacional asiste expectante al devenir de los acontecimientos, mientras que cientos de miles de habitantes de Gaza han tenido que abandonar sus hogares. Las escenas que corren por los diferentes canales de comunicación son estremecedoras, aunque, tal vez, las más dolorosas son las que muestran y hablan del asedio y bombardeos a los hospitales, a los que llegan heridos de guerra, pero también personas enfermas que necesitan tratamiento médico, mujeres embarazadas, bebés o ancianos.

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En los centros sanitarios, los profesionales intentan hacer su trabajo con los pocos medios que tienen -Médicos Sin Fronteras denuncia que se están haciendo intervenciones quirúrgicas sin anestesia, tan solo con sedación- y con el temor a que la falta de suministro eléctrico apague los aparatos que mantienen con vida a los ingresados en las unidades de cuidados intensivos. La presión en torno a la población gazatí es tan despiadada que la ONU acusa a Israel de cometer crímenes contra la humanidad.

Auxilio a las víctimas

Los sanitarios quieren que se escuche su grito de auxilio y para ello han utilizado el altavoz de las revistas científicas, como la prestigiosa The Lancet, que en su último número -y con la declaración de que mantiene "una posición neutral con respecto a las reclamaciones territoriales en los textos publicados"- incluye diferentes artículos firmados por médicos israelíes y palestinos.

Tal vez el más relevante, por su intención conciliadora, sea el firmado por Lina Qassem-Hassan y Rafael Walden, de Médicos por los Derechos Humanos de Israel, en Jaffa, en el que declaran: "Como profesionales médicos palestinos e israelíes afectados por la catástrofe que se está desarrollando en la Franja de Gaza e Israel, y que seguimos profundamente comprometidos con la ética médica, sentimos que es nuestro deber denunciar el aplastamiento de todos los valores humanistas que prometió defender. Hacemos un llamamiento a la comunidad médica internacional y a las asociaciones médicas nacionales israelíes y palestinas, como la Asociación Médica Israelí y la Asociación Palestina de Enfermería, a seguir nuestro ejemplo y garantizar que no abandonemos ese voto".

En su escrito, los facultativos subrayan que la mayoría de las víctimas de ambos bandos son civiles, aunque son más las del lado palestino. "Hasta el 23 de octubre, al menos 5.700 personas han muerto, incluidos más de 2.300 niños, y más de 16.000 han resultado heridas. Esto ha sumido al sistema de salud de Gaza en una crisis sin precedentes".

"La exigencia de Israel de evacuar más de 20 centros de salud afectará a miles de personas que no tienen otro lugar adonde ir. Esta intromisión en el trabajo del personal sanitario es contraria al derecho internacional y, en nuestra opinión, viola gravemente la ética médica", prosiguen, e invitan a otros profesionales de la salud a "unirse a nosotros y trabajar juntos para proteger la salud y el bienestar de todos, en Israel y en el territorio palestino ocupado".

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Como requisitos para lograr esa meta, Qassem-Hassan y Walden enumeran un alto el fuego humanitario inmediato; el establecimiento y la apertura continua de un corredor humanitario para permitir la entrega de ayuda médica, agua, combustible y electricidad; la liberación de rehenes israelíes y extranjeros, con prioridad para los enfermos y los ancianos; y, hasta entonces, la prestación de atención médica adecuada a los capturados. "Mientras los hospitales no puedan evacuarse de forma segura, Israel debe abstenerse de emitir órdenes de evacuación".

Muerte de sanitarios

En el mismo número de la revista, Mohamed Reyad, de la Facultad de Medicina de la Universidad al-Azhar, de Gaza, cuenta cómo su familia y él mismo han tenido que buscar refugio en la casa de un amigo, en la que de los 7 moradores iniciales ha pasado a albergar a 36 personas. Pero eso es anecdótico porque lo relevante es que la afluencia masiva de heridos a los hospitales, y la falta de recursos, ha obligado a atender a las personas en las calles aledañas; sin omitir que el ataque al hospital Al Ahli provocó la muerte de, al menos, 12 trabajadores sanitarios en servicio, heridos al menos otros 20 y causaron daños a 24 instalaciones sanitarias y 22 ambulancias.

"Los acontecimientos que ocurren están más allá de mi capacidad de comprender plenamente. No puedo explicar la verdadera gravedad de la situación que estamos padeciendo aquí"

Y concluye su escrito afirmando que "los acontecimientos que ocurren están más allá de mi capacidad de comprender plenamente. No puedo explicar la verdadera gravedad de la situación que estamos padeciendo aquí. El mundo debería ser consciente de la terrible situación que se está desarrollando aquí". Y pide actuar "para proteger las vidas de los civiles y la atención sanitaria en la Franja de Gaza".

Secuelas en los niños

En una carta, el pediatra Vinay Kampalath, de la Universidad de Pensilvania, y Ayesha Kadir, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, subrayan que el "el 68% de los más de 6.547 muertos hasta el 25 de octubre son mujeres y niños. Como humanitarios, sabemos que toda guerra es una guerra contra los niños. El legado destructivo de la guerra que daña a los niños no considera bandos ni intenciones. Todos tenemos la responsabilidad moral de proteger los derechos de los niños y garantizar que no queden atrapados en el fuego cruzado ni sean blanco de grupos combatientes. Estamos indignados de que más proveedores de atención médica y defensores de los derechos del niño no se pronuncien en este momento".

Los conflictos armados causan daños generalizados a los niños, provocando lesiones físicas, enfermedades, infecciones, desnutrición, angustia psicológica, discapacidad y muerte

Recuerdan que "se ha demostrado repetidamente que los conflictos armados causan daños generalizados a los niños, provocando lesiones físicas, diversas enfermedades, infecciones, desnutrición, angustia psicológica, discapacidad y muerte". Unas consecuencias que alcanzan, incluso, "a los niños que viven lejos de donde tienen lugar los combates".

Estos dos especialistas hacen un llamamiento a la defensa de los derechos de todos los niños. "El silencio mata. La historia nos juzgará por como respondamos hoy, y los niños del mundo están observando", concluyen.