Prevención, el paso clave para revertir la gingivitis y conseguir una buena salud bucal

En su informe mundial sobre el estado de la salud bucodental de 2022, la OMS estimó que las enfermedades bucodentales -caries y patología periodontal- afectan a cerca de 3.500 millones de personas en todo el mundo. Asimismo, señaló que “estas enfermedades son producto de diversos factores de riesgos modificables, como la ingesta de azúcar, el consumo de tabaco y de alcohol, y una higiene bucal deficiente”.

En este contexto, la salud bucodental ha pasado a ser un tema prioritario para la OMS, que insiste en la importancia de pasar del enfoque curativo al preventivo, ya que la mayoría de estas afecciones son prevenibles y pueden tratarse en sus etapas iniciales.

De la inflamación de encías a la enfermedad periodontal

Sangrado de encías, enrojecimiento, inflamación… Estos síntomas, presentes en una de cada dos personas en España, son señales de alerta de que podemos tener una gingivitis, y hemos de ser muy conscientes de la importancia de identificarla y tratarla. Si no se hace así, la gingivitis puede desembocar en periodontitis.

Una y otra son dos etapas de una enfermedad de las encías conocida como enfermedad periodontal. La gingivitis es la etapa inicial y menos grave, mientras que la periodontitis es una forma más avanzada y de mayor gravedad.

Así pues, la gingivitis es la etapa inicial de la enfermedad periodontal. Se caracteriza por la inflamación de las encías debido a la acumulación de placa bacteriana y unas encías enrojecidas, hinchadas y propensas a sangrar al cepillarse o usar hilo dental suelen ser sus síntomas principales. En esta etapa, la enfermedad es generalmente reversible con una buena higiene bucal.

Pero si no se trata, puede progresar a la periodontitis, donde la infección bacteriana profundiza en las encías y además de afectar el hueso, lo hace a los tejidos de soporte de los dientes. Entre sus síntomas incluye encías que se separan de los dientes, formación de bolsas periodontales (espacios entre las encías y los dientes), mal aliento persistente, movilidad dental y pérdida ósea. Esta enfermedad puede causar un daño permanente a los tejidos de soporte dental y llevar a la pérdida de dientes.

Quiénes deben tener un cuidado especial

La periodontitis no afecta únicamente a la boca. Se trata de una patología inflamatoria que puede aumentar la posibilidad de tener enfermedades sistémicas, o agravarlas si ya las tenemos. En este sentido, deben tener un cuidado especial dos grupos de pacientes:

• Pacientes diabéticos. La relación entre la periodontitis y la diabetes es bidireccional, lo que significa que ambas condiciones están relacionadas de manera recíproca. Así, las personas con diabetes, especialmente aquellas con mal control glucémico, tienen un mayor riesgo de desarrollar periodontitis, y de que esta sea más grave y progrese más rápidamente. Además, la inflamación crónica causada por la periodontitis puede afectar negativamente el control de azúcar en sangre, lo que dificulta aún más la gestión de la enfermedad.

• Pacientes con enfermedad cardiovascular. Existe una creciente cantidad de evidencia científica que sugiere una relación entre las enfermedades cardiovasculares y la periodontitis. Esta última es una enfermedad inflamatoria crónica que involucra una inflamación continua de las encías y los tejidos circundantes debido a la presencia de bacterias en la placa dental, y puede dañar el revestimiento interno de los vasos sanguíneos. También promover la formación de placas ateroscleróticas, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas

La gingivitis es reversible

Con todos estos datos en la mano, se hace evidente la importancia de optar por el enfoque preventivo. Dado que la gingivitis es reversible, se trata de atajar el problema desde el inicio, antes de que se cronifique y dé paso a la enfermedad periodontal. Para ello, hay dos medidas esenciales:

1. Visitas regulares al odontólogo. El especialista puede diagnosticar la gingivitis en sus etapas iniciales; por tanto, si acudimos a revisiones periódicas, es fácil detectar los signos de la enfermedad antes de que se vuelva más grave. Asimismo, el odontólogo puede evaluar los factores de riesgo individual de cada paciente, como el tabaquismo, la diabetes y otros problemas médicos. De esta forma, se pueden tomar medidas para controlarlos y minimizar el impacto de la gingivitis. Asimismo, una vez diagnosticada, puede recomendar un plan de tratamiento adecuado, que generalmente incluye limpieza dental profesional, educación sobre la higiene oral, recomendaciones para enjuagues bucales y, en algunos casos, medicamentos.

2. Uso de pasta y colutorio adecuados. Es importante tener en cuenta que no todos los productos de higiene oral son igualmente eficaces frente a la gingivitis. Así, existen formulaciones que tienen como ingrediente principal una sal que actúa como antiséptico frenando el sangrado, pero no ayuda a solucionar el problema de raíz. En cambio, los productos con principios activos antisépticos y antiplaca, como es el CPC, puede ayudar a solucionar el problema y no tan solo frenarlo.

La gama Vitis encías está formulada especialmente para tratar encías inflamadas y con sangrado, y cuenta con principios activos específicos. Es el caso del CPC, que inhibe la formación de placa bacteriana y reduce su formación controlando el desarrollo de la gingivitis. También contienen provitamina B5, que reduce la inflamación y revitaliza las encías, así como lactato de zinc, que inhibe el sangrado y potencia el efecto antiséptico del CPC; y flúor, para mantener unos dientes libres de caries