¿Hay que tomar aspirina para prevenir el cáncer de colon? La ciencia está dividida
Esta molécula lleva años promocionándose como un escudo frente a problemas tan graves y frecuentes como el infarto y ciertos tumores. Un informe desaconseja el 'apta para todos', pero hay expertos 'rebeldes' que siguen defendiendo su papel protector
La aspirina es uno de los fármacos más populares, y eso que ha pasado más de un siglo desde su descubrimiento (1897) y de su patente (1899). Sus propiedades antiinflamatorias, antipiréticas y analgésicas son sobradamente reconocidas, como también lo son sus consecuencias en el aparato digestivo y su riesgo hemorrágico. Estos efectos adversos hacen que, siempre que sea posible, sea preferible utilizar medicamentos con un efecto similar pero más seguros que la aspirina.
Sin embargo, donde la centenaria molécula (ácido acetilsalicílico, AAS) mantiene un papel relevante es para la prevención de ataques cardiacos y vasculares (ictus) y del cáncer de colon. Desde hace décadas, diferentes estudios científicos han encontrado que dosis pequeñas de aspirina reducen el riesgo de sufrir estas enfermedades (prevención primaria), incluso evitan recaídas (prevención secundaria), unos hallazgos que han llevado a las sociedades médicas a recomendar su uso; pero en los últimos años crecen las evidencias y recomendaciones en su contra.
Hace unos días, la Comisión de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) emitía una nueva recomendación: “No iniciar el uso de aspirina en dosis bajas para la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares en adultos de 60 años o más”, ya que no ofrece ningún beneficio. Por el contrario, sí puede estar indicado para personas de entre 40 y 59 años que tienen riesgo de sufrir un problema circulatorio.
Cambio en la recomendación
Pero esa no es la única recomendación del informe, que también se pronunció sobre la toma de la aspirina para prevenir el cáncer colorrectal. La Comisión se retractó de su recomendación en 2016 (basada en un estudio publicado en Jama Oncology) porque los nuevos hallazgos de varios ensayos señalan que la evidencia es "poco clara respecto a si el empleo de ácido acetilsalicílico reduce el riesgo de incidencia o mortalidad por cáncer colorrectal". Para llegar a estos consejos, los expertos revisaron 13 ensayos que incluyen a 161.680 pacientes.
Sin embargo, que haya acuerdo no significa unanimidad de los firmantes del dictamen, y así lo ha dejado patente el doctor Andrew Chan, gastroenterólogo de la Universidad de Harvard y uno de los autores del informe de 2016, que insiste en que “el AAS tiene un papel que desempeñar en la prevención del cáncer colorrectal en determinadas personas”, y manifiesta su disconformidad con la evaluación de la Comisión.
Omisión de estudios
Según publica la web de noticias médicas Medscape, Chan critica a la Comisión por no incluir una serie de ensayos que muestran que la aspirina reduce el riesgo de pólipos colorrectales, que son los precursores de la mayoría de los tumores de colon. Asegura que la Comisión también omitió un ensayo (el único con ácido acetilsalicílico en el que el cáncer colorrectal era un criterio de valoración especificado de antemano) que demostró que el fármaco reducía el riesgo en pacientes con síndrome de Lynch sometidos a seguimiento durante diez años.
Podrían beneficiarse las personas más jóvenes con más riesgo de cáncer colorrectal que no están incluidas en las guías de cribado
"Tal vez era poco realista pensar que el ácido acetilsalicílico podía ser adecuado para todo el mundo, pero eso no significa que no desempeñe un papel para el paciente adecuado", insiste el gastroenterólogo. Además de las personas con pólipos y síndrome de Lynch, defiende que otro grupo que podría beneficiarse de la prevención con ácido acetilsalicílico son las personas más jóvenes con más riesgo de padecer cáncer colorrectal que no están incluidas en las guías de cribado. De hecho, los especialistas han lanzado la voz de alarma ante el aumento de los casos de cáncer de colon en personas de menos de 50 años, incluso abogan por adelantar la edad de las colonoscopias.
Ante estas objeciones, la Comisión propone que los investigadores profundicen en el impacto a largo plazo de ácido acetilsalicílico en la incidencia y la mortalidad por cáncer colorrectal y que también tengan en cuenta el cribado de esta enfermedad (solo en un ensayo se informó sobre las tasas de cribado) y los antecedentes familiares, “algo que en ninguno de ellos se abordó”.
El beneficio de tomar dosis bajas de aspirina para prevenir el cáncer de colon se encontró en un trabajo de 2010, publicado en The Lancet, basado en 4 ensayos con aspirina sobre más de 14.000 participantes. Las conclusiones tuvieron un fuerte impacto y toda la prensa, hasta la económica, se hizo eco de la recomendación de tomar dosis de 75 mg diarias de aspirina para evitar este tumor, que es de los cánceres más frecuentes entre la población (solo en España, se estima que se detectarán 43.000 nuevos casos este año).
La aspirina es uno de los fármacos más populares, y eso que ha pasado más de un siglo desde su descubrimiento (1897) y de su patente (1899). Sus propiedades antiinflamatorias, antipiréticas y analgésicas son sobradamente reconocidas, como también lo son sus consecuencias en el aparato digestivo y su riesgo hemorrágico. Estos efectos adversos hacen que, siempre que sea posible, sea preferible utilizar medicamentos con un efecto similar pero más seguros que la aspirina.