¿Qué pasa si tienes un gusano alojado en tu cuerpo? Cómo puede aparecer y qué tratamiento tiene

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Cuando hablamos de una infección con gusanos, solemos imaginar a animales, especialmente perros y gatos. Sin embargo, los seres humanos no son inmunes a este tipo de infección parasitaria, especialmente a edades tempranas, cuando es mayor la posibilidad de padecer lombrices, también conocidas como oxiuros. Estas lombrices se contagian entre niños, cuando estos se llevan a la boca juguetes o manos infectadas por los huevos de la lombriz. Por suerte, tienen fácil tratamiento y todo queda en un susto y unas pocas molestias.

Por otra parte, existen otro tipo de gusanos parásitos, como la larva migratoria, que puede afectar a personas de todas las edades. Como explican en MedicinePlus, estas larvas, también llamadas anquilostoma, se transmiten por contacto dérmico, y lo más habitual es que un humano recoja este parásito por el contacto directo con heces de perros o gatos que contienen larvas, o por el contacto de una superficie ya contaminada.

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Europa Press

Es una infección común en los países cálidos, y su principal medio de transmisión es el suelo arenoso y húmedo, como el de la playa. Cuando un gato o perro defeca en estas superficies, si es portador de la larva migratoria, dejará huevos de anquilostoma en la arena. Estos huevos, gracias al calor y la humedad, eclosionarán, infectando el suelo de larvas. Cuando un humano entra en contacto con esta superficie, por ejemplo, paseando por la playa, las larvas pueden enterrarse en la piel.

Los síntomas más comunes incluyen inflamación y erupción

Los principales síntomas de la larva migratoria son una respuesta inflamatoria intensa, erupción, picazón intensa, en especial de noche, y sensación de movimiento en el interior de la piel, habitualmente los pies o piernas. Otros síntomas que pueden alertar de esta infección son ampollas y huellas elevadas en la dermis con forma de serpiente, que se desplazan con el tiempo de una zona a otra.

El tratamiento para la larva migratoria consiste en medicamentos antiparasitarios

Para diagnosticar una infección por larva migratoria, bastará con que el médico revise la zona. En algunas ocasiones hace falta una biopsia para descartar otras infecciones. El tratamiento para la larva migratoria consiste en emplear medicamentos antiparasitarios que tratarán la infección. Con esto será suficiente para que la larva desaparezca en pocas semanas o meses.

Es posible que el paciente presente infecciones cutáneas provocadas por el rascado, o que la infección se disemine por el torrente sanguíneo y afecte a otros órganos como pulmones o intestino. Por ello, es fundamental contactar con un profesional médico para evaluar el estado del paciente y tratar cuanto antes la afección. Para evitar contagiarse con la larva migratoria, se recomienda emplear calzado en las zonas que pueden estar infestadas. A su vez, se insta a los dueños de perros y gatos a desparasitarlos, así como a las administraciones a mantener sus ciudades limpias.