¿Puede el Nolotil acabar como la aspirina? Los británicos traen los recelos a España

En septiembre de 2021, Miguel Ángel Gómez, de 36 años, amaneció con las amígdalas inflamadas. Al cabo de unas horas, al ver que su condición no mejoraba, se acercó a las urgencias del centro de salud de Illescas, en Toledo. Le dieron paracetamol. Al día siguiente, Miguel Ángel se levantó con fiebre alta, de modo que volvió al centro de salud. En esta ocasión, le recetaron Nolotil.

Tras tomar el fármaco, cuyo principio activo es el metamizol, Miguel Ángel empeoró de súbito. "Primero se me quedó el paladar blanco, como sin sangre, y después los labios. En un rato, tenía toda la boca blanca. Mi padre me llevó a toda velocidad al hospital de Toledo, donde detectaron que me estaba quedando sin leucocitos", detalla a este periódico.

Después de someterle a decenas de pruebas, le diagnosticaron "agranulocitosis medicamentosa por metamizol". Desde entonces, el toledano se tiene que pinchar dos veces al día para estimular la producción de defensas y someterse a una revisión mensual. "A veces, estoy trabajando y me llama mi hematólogo: '¿Dónde estás? Tienes que venir al hospital sin falta, no tienes leucocitos", explica.

"Ahora, cada vez que me pongo enfermo tengo que ir a urgencias, porque cualquier infección puede convertirse en un problema muy serio. Y ya van dos años así, sin una solución. Es una situación que me está afectando psicológicamente".

"Con un resfriado, tengo que ir a urgencias, porque no sé cuánto se va a complicar"

En una situación semejante, aunque menos grave, está la gaditana Eva María Sola. Aquejada de endometriosis, una dolorosa afección del útero, le fue prescrito el Nolotil. "El doctor me dijo que, cuando me doliese mucho, me bebiese las ampollas inyectables, porque me harían efecto más rápido que las pastillas", explica. A los tres años de consumirlo, sus análisis de sangre advirtieron de que estaba perdiendo leucocitos. Se consideran normales unas cifras de entre 4.500 y 11.000 leucocitos por milímetro cúbico de sangre: Eva María tiene menos de 2.000.

"Al problema de la endometriosis ahora se le ha sumado el de los leucocitos. Mi hematóloga lo tiene muy claro: esto me ha pasado por tomar Nolotil, pero el caso es que hace tiempo que lo he dejado y mis defensas no mejoran", lamenta.

No solo británicos

Esta semana, una asociación de pacientes demandó al ministerio de Sanidad ante la Audiencia Nacional por prescribir Nolotil a los británicos que viven en la costa levantina. La impulsa Cristina García del Campo, vecina de Jávea, que se dedica a traducir los informes de los médicos españoles al inglés. "En octubre de 2017 traduje el informe de un paciente británico que me impactó. El hombre había desarrollado gangrena y terminó falleciendo. El informe decía que era por causa del Nolotil, así que me puse a buscar otros informes pasados y, en efecto, vi que el Nolotil aparecía mencionado a menudo", explica la traductora.

En agosto de 2018, las sospechas de García del Campo se confirmaron. El diario londinense The Times reportó la muerte de diez ciudadanos británicos tras haber tomado Nolotil en España. Se trata de un medicamento prohibido en Reino Unido, ya que las características genéticas de su población son incompatibles con el metamizol. Como todos los medicamentos, el Nolotil tiene efectos secundarios. El más frecuente son las bajadas de tensión, que afectan a un 10% de los pacientes, y el más grave es la agranulocitosis, una enfermedad que se produce cuando el número de leucocitos es muy bajo. En teoría, solo lo sufre uno de cada 10.000 consumidores, lo que lo convierte en un medicamento muy seguro, pero esto no es igual para todas las poblaciones. Según algunos estudios, un ciudadano del norte de Europa tiene entre 180 y 300 veces de sufrir agranulocitosis que un español o un italiano por tomar el analgésico.

La agencia del medicamento ya alertó en 2018 de que no se debía recetar a turistas

Para sofocar aquel fuego, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) emitió un aviso en el que recomendaba no administrar Nolotil a la población flotante de España. Sin embargo, no frenó el empeño de los médicos españoles por recetarlo cuando se presenta dolor agudo. "Se ha seguido recetando Nolotil a los turistas británicos. Tengo casos documentados de algunos que incluso llevaban en su historial médico la prohibición de tomar Nolotil", afirma García del Campo, que representa a 350 pacientes y sostiene tener registrado el fallecimiento de otros 40 desde 1996.

"Nos creíamos que eran todos británicos, pero estábamos equivocados. Cuando se ha dado publicidad a mi demanda, han empezado a llamarme pacientes españoles que están en la misma situación, hasta el punto de que ahora tengo otros 100 casos", dice la traductora.

Abuso del analgésico

El Nolotil es, desde hace más de una década, el medicamento más vendido en España. Se estima que, cada año, se venden en torno a 22 millones de unidades solo en nuestro país. Está muy por encima del paracetamol o el ácido acetilsalicílico, la clásica aspirina, que ahora se utiliza como anticoagulante de la sangre. Estas cifras de ventas tan elevadas producen que, aunque se trate de un medicamento seguro, los casos de reacciones adversas sean, por fuerza, muy numerosos.

A lo largo de una carrera profesional de más de 40 años, el médico de familia Vicente Baos siempre ha sido cauto a la hora de prescribir Nolotil. "Es que este asunto no es nada nuevo. En 1984, cuando yo estaba de residencia, trabajaba con el prestigioso farmacólogo Joan Ramón Laporte, que ya por entonces nos avisaba de la incidencia del Nolotil en la agranulocitosis", relata. "Y lo que he vivido a lo largo de mi carrera es que se abusa mucho del Nolotil, especialmente en el ámbito hospitalario. Los médicos han perdido el respeto por este analgésico".

"Los médicos le han perdido el respeto al Nolotil"

Baos describe situaciones de shock anafiláctico y de bajadas de tensión severas cuando fue responsable de las Urgencias del Hospital Quirón, por lo que siempre ha tenido reservas a la hora de administrarlo. "Es un medicamento con unos riesgos relevantes que no se está usando adecuadamente en España. Con las dosis, por ejemplo, hay un poco de desmadre. Se aconseja a los pacientes que se tomen una ampolla cada ve que tienen un dolor intenso, sin darse cuenta de que equivale a cuatro pastillas de Nolotil, más de dos gramos, que es la mitad de la dosis diaria".

Parte de este recelo, admite Baos, proviene de los países que más utilizan Nolotil. Mientras que India, Australia, Reino Unido, Suecia o Estados Unidos lo tienen prohibido, es el analgésico más popular de España, Italia o Bulgaria. "A mí esto de que los países más desarrollados no lo utilicen, siempre me ha escamado. Quizá mi posición sea un poco excesiva, pero creo que es un medicamento que perfectamente se podría retirar. Si hay un dolor severo, se prescribe un AINE (antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno) y, si no es suficiente, están los opiáceos. Hay que romper el círculo vicioso del Nolotil", concluye Baos.

En declaraciones a The Guardian, que está haciendo seguimiento del caso por la parte británica, Boehringer Ingelheim, el laboratorio que fabrica Nolotil, se defiende así de las acusaciones: "Nolotil es un medicamento de venta con receta; el metamizol, su compuesto químico, lleva casi 100 años siendo usado por pacientes, con un perfil de seguridad verificado y bien conocido. El efecto secundario de la agranulocitosis se aborda en la información actual sobre el producto; la información actual de prescripción aborda adecuadamente los conocimientos hasta la fecha del riesgo asociado al uso de Nolotil; agradecemos cualquier información que nos ayude a mejorar el uso seguro de nuestros medicamentos y su perfil beneficio-riesgo".

Pese a que no hay una respuesta oficial del ministerio ni de la AEMPS, fuentes cercanas a Sanidad apuntan a que el Nolotil podria seguir en los próximos años el camino de la aspirina, el analgésico más popular del siglo XX, cuyo uso fue cediendo ante el paracetamol y el ibuprofeno, que logran un mismo efecto con menos contraindicaciones. La aspirina empezó a caer en España por un caso similar al del Nolotil: en 2003, la AEMPS sacó del mercado la aspirina para menores al detectar que podía dar lugar al síndrome de Reye, una afección rara, pero grave, que provoca inflamaciones en el hígado y en el cerebro.