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Detectar el párkinson a tiempo: el test de sangre que lo cambia todo
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Detectar el párkinson a tiempo: el test de sangre que lo cambia todo

Una revolución: esto es lo que promete la nueva invención de un grupo de científicos de la Universidad de Oxford, que podría suponer detectar esta enfermedad hasta 10 años antes de que se presenten síntomas

Foto: Foto: iStock.
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Según datos del Ministerio de Sanidad, en España se registraron un total de 39.384 nuevos casos de párkinson en 2020. Esta enfermedad neurodegenerativa, de la que todavía no están especialmente claras las causas, produce alteraciones cerebrales (los espasmos incontrolables son las más evidentes).

Detectarlo a tiempo puede ayudar muchísimo a las personas que la sufren, pero lograr tal cosa no es una tarea sencilla. Esto se debe a que no hay demasiados marcadores que determinen su presencia. Por ello, su diagnóstico se basa en los síntomas mostrados y en la historia familiar del paciente, que, aunque no asegura que se vaya a presentar, sí aumenta las posibilidades de que esto ocurra.

Ahora, una investigación llevada a cabo por el departamento Nuffield de Neurociencias Clínicas de la Universidad de Oxford ha conseguido desarrollar un nuevo análisis de sangre que es capaz de identificar la patología antes de que se presenten los síntomas.

El test de la Universidad de Oxford ha probado tener un 90% de fiabilidad

Esto, en un primer momento, son buenísimas noticias, pues permitiría a los médicos analizar, en detalle, a aquellas personas con un riesgo muy alto de desarrollar la enfermedad y facilitar, por tanto, la introducción de terapias precisas que se encuentran, de momento, en los primeros estadios de investigación, pero que tienen un futuro prometedor. Además, como detallamos anteriormente en Alimente, podría permitir el tratamiento de los síntomas cuanto antes, gracias a la cirugía.

La enfermedad de Parkinson no es solo la segunda enfermedad neurodegenerativa más común (por detrás del alzhéimer), sino que también es una de las que más crece. Actualmente, según datos de la Organización Mundial de la Salud, hasta siete millones de personas en todo el planeta la padecen y se calcula que, para el año 2040, esta cifra se doblará.

Uno de los principales problemas con lo que se encuentra la investigación oficial es que los pacientes que llegan a las consultas de los neurólogos ya tienen la enfermedad muy avanzada, tanto que han empezado a mostrar síntomas. Se calcula que el inicio del problema tiene lugar hasta 10 años antes de la aparición de estos, lo que supone que los tratamientos que podrían tener un efecto positivo en esas etapas no se puedan investigar.

En su estudio, publicado en JAMA Neurology, los investigadores, liderados por el doctor Shijun Yan, han conseguido, a través de análisis de sangre, determinar la presencia de un subtipo de vesículas extracelulares que son capaces de identificar los cambios en los niveles de alfa-sinucleína, una proteína vinculada a la aparición del párkinson, dado que su acumulación en los tejidos neuronales son la causa de la aparición de cuerpos de Lewy, tal y como la ciencia actual apunta.

En la práctica, podría parecer que lograr esto es muy sencillo. Si podemos detectar con análisis cuánto calcio, o vitaminas, o colesterol se encuentra en nuestra sangre, también debería ser perfectamente viable detectar esas vesículas; pero la realidad raras veces es tan idílica. El simple hecho de poder aislarlas es, por sí mismo, un logro titánico, para el que ha sido necesaria la detección y manipulación de diversos anticuerpos concretos y, después de lograr tal hazaña, analizarlos al margen de la sangre para determinar su contenido de alfa-sinucleína.

Como uno de los autores del estudio, el profesor George Tofaris, explica: "Una buena muestra es esencial, pues menos de un 10% de todas las vesículas que circulan por la sangre son extracelulares, y más del 99% de la alfa-sinucleína en la sangre se produce en células periféricas, mayormente las sanguíneas".

Para llevar a cabo su estudio, los investigadores contaron con un grupo de estudio de 365 individuos con un alto riesgo de desarrollar la enfermedad, unidos a 282 sujetos de control sanos y a 71 otros voluntarios que ya padecían párkinson genético.

Foto: Foto: iStock.

Analizando los resultados, los investigadores descubrieron que aquellas personas con un riesgo alto de desarrollar la enfermedad (80% según los criterios que siguieron) tenían el doble de alfa-sinucleína en las vesículas neuronales extracelulares y que su test podía, claramente, diferenciarlos de los que tenían un riesgo bajo de desarrollar la enfermedad (menos de un 5%). En definitiva, considerando todos y cada uno de los datos, el test de sangre diseñado por los investigadores presentaba un 90% de fiabilidad.

En general, es esencial ser cautos con los avances médicos, pues estos no son siempre lo que parecen. En este caso, teniendo en cuenta los altos niveles de éxito y la lógica y brillantez de la ciencia detrás, así como la "inocuidad" del procedimiento, podemos esperar que próximamente se diagnostique mucho antes a aquellas personas que padecerán párkinson en el futuro cercano. No solo eso, sino que, además, nos será posible investigar mucho mejor las primeras etapas de la enfermedad, cuando un tratamiento puede ser más efectivo.

Según datos del Ministerio de Sanidad, en España se registraron un total de 39.384 nuevos casos de párkinson en 2020. Esta enfermedad neurodegenerativa, de la que todavía no están especialmente claras las causas, produce alteraciones cerebrales (los espasmos incontrolables son las más evidentes).

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