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Añadir sal extra a las comidas, asociado a un mayor riesgo de diabetes tipo 2
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Añadir sal extra a las comidas, asociado a un mayor riesgo de diabetes tipo 2

La nueva investigación analizó datos de más de 400.000 personas de entre 37 y 73 años durante aproximadamente 12 años

Foto: Añadir sal extra a las comidas, asociado a un mayor riesgo de diabetes tipo 2. (Pexels)
Añadir sal extra a las comidas, asociado a un mayor riesgo de diabetes tipo 2. (Pexels)

Los médicos llevan advirtiendo desde hace bastantes años que consumir demasiada sal puede provocar, en última instancia, ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. Pero una nueva investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Tulane en Estados Unidos se presenta como la primera que va un paso más allá y relaciona el consumo excesivo de sal con un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2; concretamente, un aumento del riesgo de hasta un 39%.

"Ya sabemos que limitar la sal puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares e hipertensión, pero este estudio muestra por primera vez que quitar el salero de la mesa también puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2", afirmó Lu Qi, autor principal del estudio publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings.

Foto: La diabetes tipo 2 es un importante problema de salud y su prevalencia está aumentando en todo el mundo. (Pexels)

Qué dispara el riesgo

Los factores de riesgo de diabetes tipo 2 (DT2), una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo procesa el azúcar (glucosa) en la sangre, son bien conocidos.

Inactividad física: va de la mano de la obesidad como factor de riesgo de diabetes tipo 2. El ejercicio regular ayuda a controlar el peso, utiliza la glucosa como energía y hace que las células sean más sensibles a la insulina. El estilo de vida sedentario moderno, caracterizado por pasar largas horas sentado en el trabajo y un alto consumo de entretenimiento basado en pantallas, contribuye a la epidemia de diabetes tipo 2.

Dieta: las dietas ricas en carbohidratos refinados, azúcar y grasas saturadas pueden aumentar el riesgo, mientras que aquellas ricas en fibra, cereales integrales y grasas poliinsaturadas pueden disminuirlo.

Edad: la edad es un factor de riesgo importante para la diabetes tipo 2, y el riesgo aumenta después de los 45 años. Esto se debe en parte a que a esta edad tendemos a hacer menos ejercicio, perder masa muscular y ganar peso a medida que envejecemos.

placeholder Añadir sal frecuentemente a los alimentos puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 hasta en un 39%. (Pexels)
Añadir sal frecuentemente a los alimentos puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 hasta en un 39%. (Pexels)

Hipertensión y colesterol alto: la presión arterial alta y los niveles altos de colesterol LDL (malo) y triglicéridos son factores de riesgo para la diabetes tipo 2. Estos factores suelen ocurrir juntos y son parte del síndrome metabólico, que aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades cardiacas.

Hábitos de sueño: los malos patrones de sueño, como dormir muy poco o demasiado, pueden aumentar el riesgo de diabetes tipo 2. La apnea del sueño, una afección en la que la respiración se detiene y se reanuda repetidamente durante el sueño, también está relacionada con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.

¿Qué pasa con la sal?

Los investigadores analizaron los datos de ingesta de sal de más de 400.000 adultos registrados en el Biobanco de Reino Unido durante casi 12 años. Al comienzo de este cronograma, los participantes seleccionados no padecían diabetes, enfermedad renal crónica, cáncer ni enfermedades cardiovasculares. Al finalizar el estudio, más de 13.000 participantes que consumían sal con regularidad acabaron desarrollando diabetes tipo 2, apuntan los expertos. En comparación con los participantes que "nunca o rara vez" consumían sal, los científicos encontraron que aquellos que "a veces", "normalmente" o "siempre" consumían sal tenían un 13%, un 20% e incluso hasta un 39% más de probabilidades de desarrollar la enfermedad, respectivamente.

"La OMS recomienda una ingesta inferior a 2.000 mg/día de sodio, menos de 5 gramos de sal o poco menos de una cucharadita al día"

Los investigadores ajustaron los factores que podrían haber sesgado los resultados, incluida la edad, el sexo, la altura, el peso, el tabaquismo, el consumo de alcohol y los niveles de actividad.

El estudio se centró en la sal en términos generales, sin profundizar en qué tipo de sal (como la sal marina, la sal kosher o la sal del Himalaya) arrojó estos resultados. Sea como fuere, los autores también recalcan que se ha tratado de un estudio observacional y que, por tanto, no puede aducirse o probar causalidad al respecto. De ahí que se necesite más investigación para determinar por qué el consumo elevado de sal podría estar relacionado con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.

Según afirman los autores, el siguiente paso será realizar un ensayo clínico que controle la cantidad de sal que consumen los participantes y observar los efectos, pero, para empezar, sugieren que nunca es demasiado pronto para empezar a buscar formas reducir la sal en las comidas añadiendo variedades bajas en sodio a la hora de condimentar nuestras comidas favoritas.

Los médicos llevan advirtiendo desde hace bastantes años que consumir demasiada sal puede provocar, en última instancia, ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. Pero una nueva investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Tulane en Estados Unidos se presenta como la primera que va un paso más allá y relaciona el consumo excesivo de sal con un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2; concretamente, un aumento del riesgo de hasta un 39%.

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