Así afecta el tabaco a tu salud: decálogo para dejar de fumar
El tabaquismo es la principal causa de muerte prematura en todo el mundo. Es fundamental entender que se trata de una enfermedad crónica adictiva y que el fumador requiere ayuda para dejar el hábito
El tabaquismo es uno de los principales problemas de salud pública. Esta enfermedad crónica de carácter adictivo es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal causa de muerte prematura en el mundo. En el caso de España, a pesar de los esfuerzos por controlar esta adicción, el consumo de tabaco España ocasiona unos 69.000 fallecimientos al año.
Según la última encuesta Edades del Ministerio de Sanidad, un 33% de la población española fuma a diario. Es, además, la segunda sustancia psicoactiva más consumida en el país —solo por detrás del alcohol—, con un 33,1% de la población de entre 15 y 64 años que manifiesta haberlo consumido en 20222 de forma diaria, según señala la encuesta anteriormente citada, que se publica cada dos años.
Pese a las múltiples iniciativas encaminadas a erradicar este hábito, no se prevé que vaya a desaparecer en el corto-medio plazo; de hecho, la OMS estima que en 2025 seguirá habiendo unos 1.000 millones de fumadores en el mundo.
Es cierto que se han logrado avances en la reducción del consumo de tabaco, pero aún queda mucho por hacer. En este sentido, el doctor José María Echave-Sustaeta María-Tomé, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, señala que “es fundamental comprender que el tabaquismo no es solo un hábito: es una enfermedad adictiva. Se caracteriza por una conducta repetitiva en la que los fumadores buscan constantemente su próxima dosis de nicotina, a pesar de conocer los daños que causa. Esta adicción es tan poderosa que lleva a la tolerancia, lo que significa que el cuerpo necesita cada vez más nicotina para obtener el mismo efecto, y al síndrome de abstinencia, que causa malestar físico y emocional cuando se intenta dejar de fumar”.
Más de 4.000 tóxicos
El tabaco no solo contiene nicotina, una droga estimulante del sistema nervioso central, sino que durante su combustión libera más de 4.000 sustancias tóxicas, incluyendo unos 250 carcinógenos. Estos tóxicos incluyen sustancias como la acetona, los alquitranes, el amoníaco, el arsénico, el cadmio y el monóxido de carbono, cada uno de los cuales puede causar daños graves a la salud.
En cuanto al humo del tabaco, tiene dos componentes clave: el humo primario, que entra directamente en los pulmones del fumador, y el humo secundario, conocido como "humo de segunda mano", que se libera en el ambiente. El humo secundario afecta a quienes no fuman, convirtiéndolos en fumadores pasivos. Las personas expuestas al humo de segunda mano corren riesgo de sufrir diversas enfermedades, especialmente las mujeres embarazadas y los niños. Es importante saber que hasta una hora después de fumar, el fumador desprende al exterior todos los tóxicos del humo que han quedado en sus pulmones.
“El tabaco”, continúa el especialista, “también tiene efectos inmediatos y a corto plazo en el organismo, como mala cicatrización de heridas, arrugas prematuras, coloración grisácea de la piel, manchas en uñas y dientes, inflamación de encías, caries dentales, mal aliento y olor corporal. Además, fumar puede causar catarros frecuentes, tos persistente y pérdida de apetito”. A más largo plazo, entre las enfermedades directamente relacionadas con el tabaco, están el cáncer, la bronquitis crónica, enfisema pulmonar, neumonías, las enfermedades cardiovasculares, enfermedades del estómago e impotencia sexual en los varones.
Tarea de concienciación
Todo ello hace que no debamos olvidar, continúa el Dr. Echave-Susaeta, “que el tabaquismo es una adicción dañina y debilitante que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es fundamental comprender los riesgos y efectos del tabaco, así como ofrecer apoyo a quienes quieren dejar de fumar”.
Visto todo esto, el doctor nos facilita un decálogo para hacer más fácil la tarea a todos aquellos que por fin se decidan a terminar de una vez por todas con este hábito tan dañino:
- Haga una lista con los motivos para dejar de fumar. Sitúela en un sitio donde pueda verla y repásela frecuentemente.
- Haga un registro de los cigarrillos que fuma cada día, se sorprenderá: son más de lo que cree.
- Identifique las situaciones en las que más le gusta fumar. Anótelas y evite fumar especialmente en esas circunstancias.
- Retrase el primer cigarrillo al menos 30 minutos sobre la hora habitual.
- Cuando desee fumar, espere al menos cinco minutos. A veces las ganas pasan.
- Plantéese por la mañana los cigarrillos que va a fumar ese día y no pase de esa cantidad. No los apure hasta el final. Reduzca la cantidad de caladas.
- Hágase incómodo fumar: guarde el tabaco y el mechero después de cada cigarrillo. No los deje a su alcance. Limite las zonas para fumar.
- Rompa los lazos afectivos. Cambie de marca al acabar cada paquete. Procure que el contenido en nicotina sea menor que el de su marca habitual.
- No fume inmediatamente después de comer. Levántese, camine, haga algo.
- Elija una fecha para dejar de fumar, anótela y comuníquesela a sus amigos y familiares. Si alguien de su entorno quiere dejar de fumar, propóngale hacerlo juntos. Se ayudarán mutuamente.
*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
El tabaquismo es uno de los principales problemas de salud pública. Esta enfermedad crónica de carácter adictivo es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal causa de muerte prematura en el mundo. En el caso de España, a pesar de los esfuerzos por controlar esta adicción, el consumo de tabaco España ocasiona unos 69.000 fallecimientos al año.