La semaglutida podría servir de herramienta contra el alcoholismo

El principio activo denominado semaglutida podemos encontrarlo en el moderno pero controvertido medicamento para perder peso Wegovy o el medicamento para la diabetes Ozempic. Estos medicamentos regulan el nivel de azúcar en sangre y te hacen sentir satisfecho o saciado después de comer. Ozempic está aprobado para tratar la diabetes y, en algunos casos, el exceso de peso.

Ahora, en una investigación publicada en la revista The Journal of Clinical Psychiatry y desarrollada por científicos de la Universidad de Oklahoma y la Universidad Estatal de Oklahoma, se analizan posibles aplicaciones más amplias de este principio activo. Una de ellas resulta tan llamativa como fascinante: para tratar la adicción al alcohol.

Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo, el trastorno por consumo de alcohol es un desorden cerebral caracterizado por una capacidad deteriorada para detener o controlar el consumo de alcohol a pesar de las consecuencias sociales, ocupacionales o de salud negativas que provoca en el usuario.

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Nueva evidencia

Como declaran los investigadores en un comunicado de prensa sobre el estudio, esta investigación es la primera en examinar si la semaglutida también puede ayudar a los pacientes con trastorno por consumo de alcohol, más conocido coloquialmente como alcoholismo.

Para su experimento, los investigadores exploraron una serie de casos, incluidos personas que habían dado positivo en pruebas de detección de trastorno por consumo de alcohol. Todos los pacientes estaban siendo tratados con semaglutida, el ingrediente o principio activo de los medicamentos GLP-1 Ozempic y Wegovy para bajar de peso.

Curiosamente, durante el seguimiento seis de estos pacientes, de forma incidental, tuvieron una mejoría en los síntomas del trastorno por consumo de alcohol, tanto que fueron calificados en la prueba de identificación de trastornos por consumo de alcohol, AUDIT, como consumo de 'bajo riesgo', según el informe. De hecho, cada vez hay más evidencia anecdótica acerca de que estos medicamentos podrían reducir los antojos de alcohol, la nicotina y opioides en general.

¿La semaglutida hace que no quieras beber alcohol?

"A estos individuos se les había recetado semaglutida para bajar de peso, pero mientras tomaban el medicamento, informaron espontáneamente que bebían menos cantidad cada vez que bebían alcohol, y también tendían a beber con menos frecuencia", explicó Jesse Richards, director de medicina de la obesidad y profesor asistente de medicina en la Escuela de Medicina Comunitaria OU-TU en Tulsa, Oklahoma.

Las seis personas habían positivo en la prueba de trastorno por consumo de alcohol pero experimentaron una disminución clínicamente significativa de los síntomas mientras usaban semaglutida para bajar de peso.

Y, ¿por qué un medicamento para bajar de peso tendría este efecto?

Según los expertos, resulta que estos medicamentos (así como la hormona GLP-1) no solo actúan sobre el azúcar en sangre, también en el cerebro, ya que el mismo mecanismo cerebral que regula el exceso de comida también lo es del desarrollo y mantenimiento de las adicciones. La dopamina se dispara no solo con la comida, también con cualquier droga adictiva. Y la semaglutida lo que dice al cerebro es “ya hemos tomado suficiente”.

"La semaglutida actúa ralentizando el movimiento de los alimentos a través del estómago y frenando el apetito, provocando así pérdida de peso"

Se necesitan más ensayos

Aunque los investigadores profundizan en que, a pesar del aparente éxito de estos casos de estudio -que sigue siendo una muestra ínfima-, la investigación no proporciona evidencia científica sólida que dictamine que estos medicamentos también puedan usarse para tratar el trastorno por consumo de alcohol, pero sí que refuerza la necesidad de ensayos clínicos aleatorios más grandes para ahondar en este posible beneficio teniendo en cuenta que los puntos positivos de la semaglutida parecen superar a los riesgos cuando se trata de la salud general del individuo.

Los científicos tienen la esperanza de que pueda haber en el horizonte una nueva clase de tratamientos para el trastorno por consumo de alcohol o tabaquismo. Pero, por el momento, es demasiado pronto para que se vaticine cómo de bien funcionará la semaglutida para tratar el trastorno por consumo de alcohol incluso a largo plazo. Actualmente, sólo existen tres tratamientos farmacológicos para el trastorno por consumo de alcohol aprobados por la FDA: acamprosato, disulfiram y naltrexona.