Un médico explica en qué debemos fijarnos ante un golpe en la cabeza: "Las repercusiones externas son las menos importantes"

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Los primeros auxilios son en muchos determinantes para salvar la vida de una persona. Así, es muy útil conocer cómo actuar cuando presenciamos un accidente, ya que de esta forma podemos reducir las consecuencias. Los primeros minutos son clave y la calma debe imponerse para que el miedo no nos paralice.

Las caídas en el domicilio son muy comunes, sobre todo, entre las personas mayores. Y cuando el golpe se produce en la cabeza hay que extremar las precauciones, ya que se trata de una zona muy delicada. José Abellán Alemán, Doctor en Medicina y especialista en medicina interna, ha utilizado su cuenta de Instagram para explicar cómo debemos actuar si sufrimos una lesión en la cabeza.

Cómo actuar y en qué debes fijarte

El médico sufrió un traumatismo frontal craneoencefálico que le ha dejado varios hematomas en la cara y ha aprovechado su experiencia personal para aclarar qué se puede hacer para detectar si el golpe en la cabeza ha derivado en un daño interno.

Un traumatismo frontal craneoencefálico es una lesión física producida sobre el tejido cerebral que altera de forma temporal o permanente la función cerebral. Y, como advierte José Abellán, “las repercusiones externas son las menos importantes”. Es decir, las heridas, hematomas, o contusiones que son visibles.

Por tanto, es esencial descartar que haya problemas cerebrales internas. Lo primero que se debe hacer es comprobar el tamaño de las pupilas. “Si hay una diferencia de tamaño, indica que puede haber daño interno”, señala. Para saber si esa persona que ha sufrido un golpe tiene anisocoria es preciso valorar si reaccionan bien a la luz y revisar los pares craneales.

También se debe estar atento a las primeras 24 horas para valorar si hay algún déficit neurológico. El médico aconseja despertar a la persona cada 2 o 3 horas si se queda dormida para ver si está bien. Es común que tras un golpe en la cabeza se produzca una pérdida de conocimiento, dolor de cabeza, pérdida de memoria, mareos, zumbido de oídos, náuseas y vómitos, dificultad de concentración y cansancio.