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Comer alimentos poco sanos no es bueno cuando estamos bajo tensión (y la ciencia explica por qué)
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ESTRÉS

Comer alimentos poco sanos no es bueno cuando estamos bajo tensión (y la ciencia explica por qué)

¿Sueles comer algo dulce como el chocolate o algo salado como patatas fritas en situaciones de estrés?

Foto: Los estudios demuestran que tendemos a comer alimentos grasos reconfortantes cuando estamos estresados. (Pexels)
Los estudios demuestran que tendemos a comer alimentos grasos reconfortantes cuando estamos estresados. (Pexels)

La mayoría tendemos, cuando estamos estresados, con nervios o en tensión, a recurrir a alimentos de este tipo, poco sanos, porque sentimos que esto puede aplacar nuestro ánimo de ese momento. Craso error. Un reciente estudio ha descubierto que lo peor que podemos hacer en momentos de estrés es precisamente acudir a comidas poco saludables como el chocolate o unas golosinas azucaradas.

¿Por qué no es buena idea?

Los investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) han encontrado que ingerir este tipo de comidas (comida basura o comida chatarra) puede reducir el flujo sanguíneo al cerebro y provocar una función vascular más deficiente, lo que a su vez puede tener un efecto negativo en la salud mental y cognitiva y aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas. Esto es, los alimentos con grasas pueden afectar la recuperación del sistema vascular en cuanto a sucesos estresantes al alterar la función endotelial del cerebro. Las grasas empeoraron los efectos del estrés.

Foto: Añadir sal extra a las comidas, asociado a un mayor riesgo de diabetes tipo 2. (Pexels)

Para llegar a esta conclusión, los científicos reclutaron a 21 participantes, tanto hombres como mujeres, y los dividieron en dos grupos. Al primero, se le distribuyó para su consumo una comida rica en grasas que contenía 56,5 gramos de grasa. El segundo grupo consumió una comida baja en grasas con tan solo 11,4 gramos de grasa en total. Los voluntarios de los dos grupos ingirieron las comidas 90 minutos antes de completar una tarea de estrés de 8 minutos en la que la dificultad mental aumentaba a la par que se les pedía que resolvieran los problemas matemáticos cada vez más rápido. Si se equivocaban al dar la respuesta, saltaba un sonido de alerta, incrementando el estrés de los participantes.

"Tomamos a un grupo de adultos jóvenes y sanos y les dimos dos croissants de mantequilla como desayuno. Luego les pedimos que hicieran cálculos mentales, aumentando la velocidad durante ocho minutos, alertándolos cuando se equivocaban en una respuesta. También podían verse a sí mismos en una pantalla mientras hacían el ejercicio. El experimento fue diseñado para simular el estrés cotidiano que podríamos tener que afrontar en el trabajo o en casa", explicó Rosalind Baynham, de la Universidad de Birmingham y coautora del trabajo que publica la revista Frontiers in Nutrition and Nutrients.

placeholder Las grasas pueden empeorar los efectos del estrés, según el estudio. (Pexels)
Las grasas pueden empeorar los efectos del estrés, según el estudio. (Pexels)

Resultados

La función de los sistemas vasculares de los participantes se probó mediante el uso de un método llamado "dilatación mediada por flujo" para medir el flujo sanguíneo a través de una arteria en el brazo. Una vez terminado el experimento, el equipo de científicos descubrió que comer alimentos grasos cuando se estaba estresado provocaba una reducción de la función vascular del 1,74% y que la disminución de la función vascular duró hasta 90 minutos después de terminar el examen de matemáticas en aquellos integrantes del grupo que habían ingerido una comida rica en grasas.

No solo esto. También identificaron que comer alimentos ricos en grasas tenía efectos negativos sobre la oxigenación en la corteza prefrontal, el área del cerebro responsable de los procesos cognitivos de nivel superior. Además, el consumo de grasas tuvo un efecto negativo sobre el estado de ánimo tanto durante como después del episodio de estrés.

"Estudios anteriores han demostrado que una reducción del 1% en la función vascular conduce a un aumento del 13% en el riesgo de enfermedad cardiovascular"

"Cuando nos estresamos, suceden cosas diferentes en el cuerpo: nuestra frecuencia cardiaca y presión arterial aumentan, nuestros vasos sanguíneos se dilatan y el flujo sanguíneo al cerebro aumenta. También sabemos que la elasticidad de nuestros vasos sanguíneos, que es una medida de la función vascular, disminuye después del estrés mental. Descubrimos que el consumo de alimentos grasos cuando se está estresado mentalmente reducía la función vascular en un 1,74% (medido por la dilatación mediada por el flujo braquial, FMD)", apuntan los autores. (Estudios anteriores han demostrado que una reducción del 1% en la función vascular conduce a un aumento del 13% en el riesgo de enfermedad cardiovascular).

Los autores dicen que se necesita más investigación con un número más significativo de participantes para comprender cómo la dieta, los niveles de condición física y otros factores influyen en estos hallazgos y cuánto duran estos deterioros de la función endotelial inducidos por la grasa y el estrés.

¿Qué comer entonces?

Los investigadores del estudio sugieren que todos deberíamos resistirnos al atractivo de las golosinas, dulces y cualquier otro tipo de comida grasienta en condición de estrés y que las sustituyamos por frutas y verduras.

La mayoría tendemos, cuando estamos estresados, con nervios o en tensión, a recurrir a alimentos de este tipo, poco sanos, porque sentimos que esto puede aplacar nuestro ánimo de ese momento. Craso error. Un reciente estudio ha descubierto que lo peor que podemos hacer en momentos de estrés es precisamente acudir a comidas poco saludables como el chocolate o unas golosinas azucaradas.

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