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Los 'otros IR': "Da rabia que te traten como a una persona normal y a los MIR como semidioses"
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La diferencia de oportunidades

Los 'otros IR': "Da rabia que te traten como a una persona normal y a los MIR como semidioses"

La salud mental de los aspirantes a las plazas menos populares de formación sanitaria especializada (FIR, EIR, PIR, QIR, RFIR y BIR) está más en juego que la de los médicos, especialmente cuando comparan las ratios

Foto: Examen de 2023 para acceder a una plaza de interno residente. (EFE/Xoán Rey)
Examen de 2023 para acceder a una plaza de interno residente. (EFE/Xoán Rey)

"Sobre cómo me encuentro, la verdad es que prefiero no pensarlo. Me levanto todos los días pensando en que voy a estudiar y ya está, que es un día más de estudio. No soy para nada consciente de que tengo ya el examen, no soy consciente de lo que me espera porque es mi primera vez". Marta tiene 25 años y este sábado 20 de enero se presenta por primera vez al examen para poder conseguir una plaza de biólogo interno residente (BIR).

Un año más, se celebran los exámenes para conseguir una plaza de formación sanitaria especializada para las personas graduadas, licenciadas o diplomadas en Medicina (MIR), Farmacia (FIR), Enfermería (EIR) y en el ámbito de la Psicología (PIR), la Química (QIR), la Biología (BIR) y la Física (RFIR). Sí, este sábado se celebra el MIR, pero también los exámenes de otras titulaciones universitarias.

El Ministerio de Sanidad ha habilitado un total de 11.607 plazas para toda la formación sanitaria especializada y, de ese total, 8.772 plazas son para el MIR, 340 para el FIR, 2.108 para el EIR, 247 para el PIR, 27 para el QIR, 48 para el RFIR y 65 para el BIR. Marta ha estado un año estudiando para intentar que una de esas 65 plazas lleve su nombre.

Con esta distribución, la ratio del MIR es de 1,4 aspirantes por cada una de las ofertadas; mientras que para el EIR es de 4,3. La del FIR es de 4,6 por plaza; la del PIR es de 15,7; para el QIR hay 10,48 personas por cada una de las 27 plazas; para el RFIR, 6,5; y, por último, la ratio del BIR es la más apretada, de 16,63 candidatos por plaza. Debido a esta diferencia de oportunidades, a Marta le "da rabia que a ti te traten como a una persona normal y a los del MIR como a semidioses del Olimpo".

"Mientras que a los del MIR los sentaron separados y les llevaron los exámenes impresos, los del EIR tuvieron que imprimirlos ellos"

En esta idea, en la diferencia de trato y consideración, insiste, sin querer quitarle mérito a quienes, como ella, llevan meses preparando un examen que será decisivo para su futuro profesional: "Por ejemplo, una amiga mía que estudió Enfermería y que se presenta el sábado al EIR hizo un simulacro presencial en Murcia y a los enfermeros, que eran 8, los pusieron en una fila superagobiados, apelotonados... Hicieron en muy malas condiciones el examen. Mientras que a los del MIR los sentaron separados y les llevaron los exámenes impresos, los del EIR tuvieron que imprimirlos ellos".

"Yo en ningún momento quiero quitarle mérito a nadie, mi hermana es médico y sé lo que supone prepararse un MIR, sé lo que supone prepararse este tipo de oposición para cualquiera, vaya; pero te encuentras tratos de favor hacia los médicos, que, obviamente, saben mucho de lo suyo, pero no serían nadie sin técnicos de laboratorio, sin analistas clínicos, sin bioquímicos clínicos, sin microbiólogos", continúa Marta con su reivindicación.

placeholder Examen de especialidades en 2023 en la UCM. (EFE/Víctor Lerena)
Examen de especialidades en 2023 en la UCM. (EFE/Víctor Lerena)

Enfrentarse a un examen como el BIR, sabiendo que las posibilidades de conseguir una plaza para continuar con su formación y poder especializarse son muy reducidas, es algo que durante los meses de estudio ha afectado psicológica y negativamente a la joven. Afrontar un reto como este no es una tarea sencilla, y a ella, a pesar de contar con el apoyo de su familia, novio y amigos, le ha pasado factura: "Te preguntas constantemente si estarás estudiando lo suficiente, si habrá gente que estará estudiando más que tú, te vas a dormir pensando en si deberías haberte quedado repasando, duermes durante 11 meses una mierda de 6 horas... Son muy pocas plazas, son muy pocas oportunidades y somos mucha gente para esas 65 plazas".

La salud mental de 'los otros IR'

El de Marta es uno de los ejemplos de cómo, más allá de los conocimientos, la cabeza de los aspirantes a residente no para de dar vueltas. Y es que, independientemente del temario que se esté preparando, el proceso psicológico "puede incluir una amplia gama emocional, como ilusión, frustración o preocupación", que se ve condicionada por "todos los matices relacionados con las diferencias individuales: personalidad, preparación previa del examen, recursos de regulación emocional..." explica a El Confidencial María Victoria Sánchez López, psicóloga especialista en psicología clínica.

Pero si bien algunos sentimientos pueden ser compartidos, en la joven aspirante a BIR observamos cómo el bienestar emocional puede estar aún más en juego entre los aspirantes a una plaza menos popular de interno residente. La exposición de los otros IR a las quejas en cuanto a las plazas que pueden elegir en el MIR, sumado a la atención pública que reciben, puede afectar a la salud mental de los candidatos que tienen menos vacantes o que se sienten peor tratados por el sistema.

Foto: Manifestación de los mir de Madrid por un convenio "digno". (EFE/Rodrigo Jiménez)

"Respecto a la ratio, si bien es cierto que, por ejemplo, a nivel numérico hay otros exámenes que suponen un mayor reto, la comparativa realmente no ayuda. En un momento puntual, un futuro EIR, BIR, PIR... puede pensarlo, pero si se transforma en una queja continuada, como una rumiación, esto se llevará energía y tiempo del estudiante e interferirá en la preparación de su examen", señala Sánchez, que también se enfrentó a un examen de PIR en su día.

Si el aspirante a un QIR, por ejemplo, se encuentra en esta situación, la directora del Grupo Laberinto Psicoterapia para la salud subraya que "redirigir su atención de forma intencional hacia donde quiere repercutirá de forma positiva en su preparación y rendimiento".

placeholder Las puertas de la UCM, durante el examen del año pasado. (EFE/Fernando Villar)
Las puertas de la UCM, durante el examen del año pasado. (EFE/Fernando Villar)

Más allá de la especialidad de la que se vayan a examinar, la psicóloga destaca que "debemos entender que cada uno tiene sus circunstancias". "En todos los casos habrá personas que han destinado gran tiempo de energía, esfuerzo, sacrificio... con lo que la queja es subjetiva, individual y es válida en todos los casos", apostilla.

Precisamente, estos esfuerzos de los que habla ponen en riesgo la salud mental de todos los que se examinan este sábado. Por un lado, la preparación del examen genera "cierto nivel de estrés mantenido en el tiempo", y los momentos que rodean a la prueba en sí producen "estrés agudo, mucho más acotado en el tiempo". Además, según el tipo de persona que se encuentre sumida en este proceso, podrán experimentar un impacto mínimo (permanece lo suficientemente tranquila y segura) o uno mayor que "puede relacionarse con problemas de sueño, de ansiedad, síntomas psicosomáticos, bloqueo o falta de energía...".

"Sobre cómo me encuentro, la verdad es que prefiero no pensarlo. Me levanto todos los días pensando en que voy a estudiar y ya está, que es un día más de estudio. No soy para nada consciente de que tengo ya el examen, no soy consciente de lo que me espera porque es mi primera vez". Marta tiene 25 años y este sábado 20 de enero se presenta por primera vez al examen para poder conseguir una plaza de biólogo interno residente (BIR).

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