¿Qué hacer si te han diagnosticado hipertrofia ventricular izquierda?

Aunque es cierto que la mayoría de las veces la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) es un problema de salud tratable y reversible, también lo es que, para que eso sea así, es clave estar atento a las señales, acudir al médico y seguir el tratamiento prescrito. Algo que, por otro lado, lamentablemente en demasiadas ocasiones no es fácil de hacer, ya que la HVI no suele presentar síntomas. De hecho, tal y como señala el doctor Manuel Anguita, portavoz de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), esta patología suele detectarse "al hacer pruebas de imagen como un ecocardiograma, una resonancia cardiaca o un TAC".

Una de las principales causas de la HVI es una tensión arterial elevada y no controlada

Precisamente, esta ausencia de síntomas es lo que hace que no sea tan sencillo conocer la incidencia de esta enfermedad en la población, aunque sí es posible afirmar que es muy prevalente, ya que "se estima que entre el 10% y el 15% de la población adulta tiene HVI". Estos porcentajes elevados se deben principalmente a que en "muchos casos está asociada a la hipertensión arterial, patología que padece más de la mitad de la población adulta en España", aclara el experto.

Mecanismo de defensa

Aunque hay al menos cinco causas principales que explican la hipertrofia ventricular izquierda, una de las más comunes es la que se relaciona con la hipertensión. "Tener una tensión arterial elevada y no controlada a lo largo del tiempo provoca el aumento de masa muscular del ventrículo izquierdo", señala el experto, quien recalca que el desarrollo de la hipertrofia del ventrículo izquierdo "no deja de ser un mecanismo defensivo, ya que el corazón trata de contrarrestar la presión que se produce, o bien en la salida del corazón, o bien en la aorta, y lo hace haciéndose más fuerte, más grueso".

Otras enfermedades cardiacas que producen hipertrofia son "por un lado, la estenosis (estrechamiento) de la válvula aórtica, que dificulta la salida de la sangre del corazón; y por otro -continúa el doctor-, cuando se producen enfermedades que infiltran distintas sustancias en las paredes del corazón, como es el caso de la amiloidosis cardiaca, patología que deposita en las paredes del corazón una sustancia llamada amiloide, que hace que aumente el grosor y el peso".

Puede que sea un tema genético

Las otras dos causas que explican la HVI están vinculadas una a la genética y la otra a la fisiología. La primera se concreta en una enfermedad llamada miocardiopatía hipertrófica, que habitualmente es genética. "Normalmente afecta a varios miembros de la familia, por lo que cuando se detecta, hay que hacer estudios genéticos a todos sus componentes. Esta patología se debe a la mutación de un gen de una de las proteínas del músculo cardiaco. Esto hace que se produzca una proliferación anormal de las células miocárdicas, lo que, a su vez, provoca una hipertrofia. Esto -señala el doctor- es más propio en personas jóvenes. De hecho, cuando se habla de muerte súbita en deportistas y en gente joven, normalmente la miocardiopatía hipertrófica es el causante más frecuente".

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Por último, la quinta causa no sería una enfermedad, sino una "hipertrofia fisiológica, la del atleta. Se produce en deportistas que entrenan mucho. En estos casos, el corazón se hipertrofia para adaptarse y poder rendir más. Y cuando la persona deja de entrenar, normalmente el músculo cardiaco vuelve a su tamaño normal", describe el experto. "Lo contrario que ocurre con la hipertrofia de carácter genético, la cual no desaparece nunca".

Si se llega a tiempo, en ocasiones es reversible

A partir de cada una de las otras causas mencionadas por el experto, se pueden diseñar otras tantas estrategias para abordarlas. Así, en el caso de la amiloidosis, "aunque están apareciendo algunos tratamientos, lo cierto es que no suele reducirse", señala el experto, quien hace hincapié en que tanto la hipertrofia por hipertensión como la que se debe a la estenosis aórtica pueden mejorar e incluso desaparecer cuando se elimina la causa que las produce.

La hipertrofia provocada por la hipertensión arterial puede normalizarse si se controla la tensión

"Es decir -continúa-, un hipertenso al que se le detecta hipertrofia, si se le controla la tensión con medicación, en unos meses habitualmente podría normalizarse". Y por otro lado, si no se la trata, "la hipertrofia va a seguir aumentando, lo que podría conducir a un fallo cardiaco", advierte el experto. "Si se llega a este punto, el problema ya no es reversible, pudiendo aparecer insuficiencia cardiaca y el riesgo de arritmia ventricular".

En el caso de la HVI causada por estenosis aórtica, "si se detecta en un momento en el que todavía no hay una hipertrofia excesiva, la hipertrofia también puede reducirse o incluso puede llegar a desaparecer si se opera a la persona y se sustituye la válvula por una prótesis", asegura el facultativo.

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Además de la incorporación de un tratamiento en el día a día del paciente, la vida de la persona diagnosticada con hipertrofia puede verse alterada en función del tipo de hipertrofia. Por ejemplo, en el caso de la hipertrofia por estenosis aórtica severa, el experto aconseja no hacer esfuerzos intensos.

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Y añade: "Solo en el caso de los pacientes con hipertrofia producida por hipertensión arterial leve, cuando ya están medicados y su tensión controlada, se aconseja hacer ejercicio moderado, ya que este ayuda a mantener unas buenas cifras de presión arterial".