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Hallan una célula que abre la puerta a nuevos tratamientos contra alergias de todo tipo
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diana para nuevas terapias

Hallan una célula que abre la puerta a nuevos tratamientos contra alergias de todo tipo

Dos equipos de investigadores han descrito por separado una población de linfocitos de memoria que podría ser la responsable de que perduren a lo largo del tiempo

Foto: Las alergias no paran de crecer. (iStock)
Las alergias no paran de crecer. (iStock)

Las alergias cada vez están más presentes en la sociedad y no paran de crecer, sean del tipo que sean. Alrededor de 11 millones de españoles, un 25% de la población, padecen algún tipo de alergia respiratoria, principalmente rinitis y asma. En cuanto a la comida, unos dos millones son alérgicos a algunos alimentos o padecen algún tipo de intolerancia alimentaria.

Un nuevo estudio, que ha sido publicado este miércoles en Science Translational Medicine, abre una nueva esperanza para el tratamiento de todo tipo de alergias. Y es que investigadores de la Universidad McMaster (Canadá) y ALK-Abello A/S (Dinamarca) han hecho un descubrimiento revolucionario: una nueva célula que recuerda las alergias.

Los dos equipos han descrito por separado una población de linfocitos de memoria que podría ser la responsable de que las alergias perduren a lo largo del tiempo. Los trabajos han analizado respuestas frente a alérgenos como los presentes en los cacahuetes, el polvo o el abedul. Según los autores, estas células podrían servir como diana en el tratamiento de diversos tipos de alergias.

Células B

"Hemos descubierto un tipo de célula B de memoria que tenía características únicas y una firma genética única que no se había descrito antes", explica Josh Koenig, investigador del Departamento de Medicina de McMaster y colíder del estudio. "Descubrimos que las personas alérgicas tenían esta célula B de memoria contra su alérgeno, pero las no alérgicas tenían muy pocas, si es que tenían alguna", añade.

Las células B son un tipo de células inmunitarias que producen anticuerpos. Estas células ayudan a combatir las infecciones, pero también pueden causar alergias.

"Digamos que eres alérgico a los cacahuetes. Tu sistema inmunitario, debido al MBC2, recuerda que eres alérgico a los cacahuetes y, cuando vuelves a encontrarte con ellos, crea más anticuerpos que te producen alergia", señala Koenig.

Para llegar a este descubrimiento, los investigadores crearon tetrámeros -un tipo de molécula fluorescente- a partir de alérgenos como el polen de abedul y los cacahuetes para localizar células B de memoria difíciles de encontrar. Koenig y su equipo escribieron previamente el manual de instrucciones sobre el uso de tetrámeros para localizar estas células escurridizas.

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Foto: iStock.

Los investigadores aprovecharon además muestras de ensayos clínicos ALK con inmunoterapia sublingual en comprimidos, que permite secuenciar grandes cantidades de células B productoras de IgE. Utilizando tecnología punta como la transcriptómica unicelular y la secuenciación profunda de repertorios de genes de anticuerpos en muestras de ensayos clínicos, pudieron establecer conexiones directas entre MBC2 e IgE, el tipo de anticuerpo que desencadena la reacción alérgica. Esto proporcionó el contexto necesario que, en última instancia, reveló que el MBC2 es el origen de la alergia.

Por su parte, el investigador Peter Sejer Andersen recuerda que "aunque las alergias son la enfermedad más prevalente en todo el mundo, aún no se comprende del todo cómo se produce la alergia y evoluciona hasta convertirse en una afección que dura toda la vida”. “Descubrir las células que guardan la memoria de IgE es un paso adelante clave y un cambio de juego en nuestra comprensión de lo que causa la alergia y cómo el tratamiento, como la inmunoterapia de la alergia, puede modificar la enfermedad", añade Sejer, que es jefe de investigación de ALK y codirector de este estudio.

Posibilidad de nuevos tratamientos

Sejer se muestra "muy entusiasmado con este hallazgo”. Y no es para menos, el descubrimiento de MBC2 ofrece a científicos e investigadores una nueva diana en el tratamiento de las alergias y podría conducir a nuevas terapias.

En este sentido, la investigadora Kelly Bruton, que también participó en el estudio, apunta a que "el descubrimiento señala realmente dos posibles enfoques terapéuticos que podríamos adoptar".

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"La primera es dirigirse a esos MBC2 y eliminarlos de una persona alérgica. La otra opción podría consistir en cambiar su función y hacer que hagan algo que no vaya a ser perjudicial en última instancia cuando el individuo se exponga al alérgeno", describe Bruton.

Eso sí, con estos nuevos descubrimientos, habrá que seguir trabajando para comprender mejor y, en última instancia, crear terapias, pero el descubrimiento de las MBC2 ofrece nuevas esperanzas a los afectados por alergias alimentarias.

Una memoria poca conocida

El catedrático Ignacio Jesús Dávila González, que no ha participado en este estudio, valora sobre estos estudios que son de “muy buena calidad” y están “muy bien planteados y desarrollados”.

Dávila, que es jefe del Servicio de Alergia en el Hospital Universitario de Salamanca, destaca en declaraciones a la agencia SMC España que “el tema principal es que la memoria del sistema inmunitario para la producción de inmunoglobulina E (IgE) no es bien conocida y se ha centrado en las células plasmáticas, muchas de ellas de vida corta; sin embargo, la producción de IgE específica dirigida frente a un alérgeno puede mantenerse durante periodos prolongados de tiempo, una vez que se ha producido la sensibilización. En estos dos estudios se describe una población de células B de memoria de tipo 2, que expresan IgG, pero también el receptor de baja afinidad para IgE, FcεRII o CD23, el receptor de IL-4 y el gen de la cadena pesada de la IgE”.

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Foto: iStock.

El también presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica destaca dos aspectos importantes de la investigación:

  1. Estas células parecen ser capaces de contribuir a la producción de IgE específica (por ejemplo, frente a Ara h 2 [el principal alérgeno del cacahuete] en el caso del primer estudio) al diferenciarse a células plasmáticas, lo que podría explicar el mantenimiento de niveles muy elevados de IgE específica frente a Ara h 2 en algunos pacientes.
  2. Parece que la administración de inmunoterapia sublingual puede dar lugar a un incremento de este tipo de células ya al mes de tratamiento, que, además, pueden cambiar a la producción de IgG1 o de IgG4 específica del alérgeno. Es bien conocido que esta última se incrementa con la inmunoterapia con alérgenos.

“Finalmente, estas células B de memoria de tipo 2 expresan la cadena alfa del receptor de la IL4 y la cadena alfa 1 del receptor de IL13. El bloqueo de estos receptores podría ser un tratamiento interesante de cara a la inducción de tolerancia frente a alérgenos. De hecho, el dupilumab, un anticuerpo monoclonal dirigido contra la cadena alfa del receptor de la IL4 y que bloquea la transmisión de señales de la IL4 y la IL3, ha demostrado reducir los niveles de IgE total y de IgE específica y podría conducir a la aparición de tolerancia”, cuenta, al tiempo que destaca las limitaciones de este trabajo en cuanto a que son datos iniciales que requieren más estudio.

Las alergias cada vez están más presentes en la sociedad y no paran de crecer, sean del tipo que sean. Alrededor de 11 millones de españoles, un 25% de la población, padecen algún tipo de alergia respiratoria, principalmente rinitis y asma. En cuanto a la comida, unos dos millones son alérgicos a algunos alimentos o padecen algún tipo de intolerancia alimentaria.

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