¿Por qué abandonamos nuestros propósitos de Año Nuevo? Este es el secreto de la ciencia para mantenerse en el gimnasio

• Soy médico especialista en obesidad y estos son los 5 hábitos que nunca abandono
• El sencillo hábito diario que ayuda a no perder la memoria al envejecer

Dejar el gimnasio o abandonar una dieta a las pocas semanas es una de las consecuencias más habituales cuando se decide cambiar de estilo de vida y adoptar hábitos más saludables. Nuestro cerebro está acostumbrado a unas rutinas y prácticas que no son nada fáciles de cambiar. Aunque nos sintamos decididos a modificar aquello perjudicial para la salud, la motivación no tardará en irse tras los primeros días.

Aguantar 21 días haciendo ejercicio para convertirlo en un hábito es un falso mito muy extendido entre la población. Este tiempo establecido por el cirujano plástico Maxwell Maltz en los años 60 no tiene ninguna base científica. De modo que si te has marcado ese objetivo debes saber que es una regla que no está comprobada.

La clave para convertir una conducta en un hábito

Aun así, el tiempo que mantengamos una práctica es importante, aunque no es el único factor para mantenerla a largo plazo y no abandonarla. Una investigación publicada en la revista científica European Journal of Social Psychology estudió la formación de hábitos en la vida cotidiana con 96 voluntarios.

Los participantes eligieron una conducta relacionada con la alimentación o una actividad diaria para llevarla a cabo durante 3 meses. Los investigadores observaron durante 12 semanas su comportamiento para comprobar si conseguían conservar la conducta. “Las regresiones no lineales ajustaron una curva asintótica a las puntuaciones de automaticidad de cada individuo a lo largo de los 84 días”, recogen en el estudio.

TE PUEDE INTERESAR

Por qué no logras adelgazar lo que te gustaría: los motivos

Ana Durá

Aquellos que realizaron la conducta de forma más constante obtuvieron mejores resultados para convertirlo en un hábito. Por tanto, concluyen que, con la repetición de un comportamiento en un contexto consistente, la automaticidad aumenta siguiendo una curva asintótica que puede modelarse a nivel individual.

El tiempo que tardaron los participantes en alcanzar el 95% de automaticidad en sus prácticas nuevas osciló entre 18 y 254 días. Un dato que desvela una variación considerable en el tiempo que tardan las personas en alcanzar su límite de automaticidad. De modo que pone de manifiesto que adquirir un hábito lleva bastante tiempo. También indican que “perder una oportunidad de realizar la conducta no afectó materialmente al proceso de formación del hábito”.